Todd M. Miller, un joven de 23 años de edad, que había estado implicado presuntamente en el hackeo de PlayStation Network en abril de 2011, destruyó los discos duros de los ordenadores con los que colaboró a realizar la famosa caída de la plataforma de Sony. Con ello se ha librado de una condena que ascendía hasta 20 años de cárcel junto a una multa de 250 mil dólares.
Por esto, ha sido sentenciado únicamente a un año de arresto domiciliario, 3 de libertad condicional, así como terminar los estudios de forma obligatoria. Con ello la sentencia se ha quedado en obstrucción de una investigación federal y del trabajo del FBI. Esta librada por los pelos no sólo lo ha salvado a él, sino que también a otro implicado del que se desconoce su nombre.
El ataque cibernético a PlayStation Network en 2011 comprometió millones de cuentas, dejó a los usuarios sin servicio por semanas y supuso una mancha terrible en la historia de Sony y de las consolas en general, algo de lo que parece que poco a poco se ha ido recuperando.
Fuente: Gamespot