Habiendo problemas en los otros sistemas, estaba claro que los gráficos de Ark: Survival Evolved en Nintendo Switch no iban a lucir de ensueño.
Texturas dignas de la época de los 64 bits, resolución de los tiempos de la polca y la aplicación de filtros que difumina la imagen a niveles extremos. Así se las gastan los gráficos de Ark: Survival Evolved en Nintendo Switch, llevándose el galardón al juego con el peor panorama técnico de la generación.
Studio Wildcard tiene un feo historial, en términos de optimización, con su obra de supervivencia. Si ya en PC la cosa estuvo recubierta de polémica desde su fase Early Acces, y que perdura hoy en día, había que ser extemedamente iluso para pensar que la cosa iría mejor en Switch.
En Digital Foundry han hecho un análisis exhaustivo para escudriñar los entresijos técnicos del programa. Como decimos, el nivel del que gozan las texturas es tan paupérrimo que hasta da la sensación de que se mezclan entre ellas. Por no mencionar la resolución en sí, la cual ni llega a unos tristes 720p.
Pero la cosa no solo afecta a lo gráfico. Existen también sendos problemas con el framerrate, teniendo inconsistencias de forma regular y donde alcanzar la estabilidad en los 30 frames por segundo se vuelve una utopía.
Gráficos horripilantes, fluidez irregular pero jugabilidad a prueba de bombas.
Aun a todo, ciertos aspectos como la iluminación o los shaders de las superficies líquidas siguen luciendo genial, además de que el panorama artístico sigue siendo sobresaliente, aunque lo veamos con ojos llenos de cataratas.
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El juegovídeo se estrenó el pasado 30 de noviembre en la híbrida de Nintendo. Si queréis disfrutar de la profunda experiencia que atesora Ark, pese a que gráficamente luzca horrible, de forma portátil, Nintendo Switch es la única que os brinda la opción. Y ojo, que jugar un survival de estas características fuera de casa puede ser una pasada, culpables.