Firewatch ha sido uno de esos títulos que cuando lo hemos visto en pequeñas noticias, anuncios y vídeos siempre nos ha llamado la atención; y es muy cierto que el hype que se ha generado alrededor de este juego durante el último año ha sido bastante grande.
Ahora, por fin, lo hemos podido probar en su versión de PC, y os podemos asegurar que nos ha gustado mucho todo su planteamiento, pero desgraciadamente, el juego de Camposanto no sabe mantener el ritmo al final del mismo, teniendo una introducción y desarrollo brillante gracias a los misterios que iremos descubriendo, todo sea dicho, pero que al final nos deja con un sabor un tanto amargo, pensando en que podríamos haber vivido una mejor experiencia.
Un verano atípico
Bien, como os hemos comentado Firewatch nos ha encantado y nos ha decepcionado un poco, ¿pero esto como puede ser? Pues bastante sencillo. Simplemente tenemos que prestar atención a los pocos tráilers que hemos visto del propio juego y que muy posiblemente llevan a los jugadores a una idea equivocada de lo que es Firewatch. Puede que muchos pensaran que se trataba de un juego de miedo o supervivencia, ni mucho menos, el juego supone una oda a la vida, a la reflexión en la soledad, e incluso porque no, a la fuerza de los sentimientos entre las personas.
Firewatch nos pone en la piel de Henry, una persona normal; como tú, como yo o como tu vecino, que sin entrar en muchos detalles por posibles spoilers, decide pasar el verano como guardabosques con el fin de alejarse y olvidar un poco la situación de su actual matrimonio. El prólogo del juego nos pondrá en situación acerca de cómo Henry conoció a Julia, su esposa, y cómo fue desarrollándose la relación entre ambos. Toda esta fase seremos nosotros los que nos encarguemos de escoger las diferentes elecciones que nos propone Firewatch para detallar la historia de ambos.
La grandeza argumental
Una vez llegados al Parque Nacional ubicado en los bosques de Wyoming es donde Firewatch comienza a mostrar su excelencia en todos los sentidos. Somos Henry, queremos estar literalmente aislados, y el mejor trabajo es el de guardabosques, teniendo únicamente como labor alertar de los posibles incendios que suceden en el parque. En este punto de profunda soledad surge la figura de Delilah, nuestra jefa y a la que solamente podremos oír mediante un walkie-talkie. La relación con ella funciona a las mil maravillas, y si no fuera por ella, Firewatch no tendría sentido.
En este punto, es necesario hablar de la jugabilidad de Firewatch. Nos encontramos con un mundo abierto, un walkie-talkie y poco más que un mapa y una brújula. Durante nuestras conversaciones con Delilah, en las cuales podremos seleccionar que respuesta darle, creando así una relación más creíble, nos mandará realizar ciertas tareas. Por lo que culpables, toca tirar de mochila, mapa y brújula para llegar a las ubicaciones indicadas por la propia Delilah e informarla acerca de todo lo que vemos y apreciamos que pudiera ser perjudicial para el bosque. Podemos coger prácticamente cualquier objeto con el fin de observarlo y comentarla a Delilah por radio nuestra situación; además de leer las notas o cuadernos repartidos por el bosque; y por supuesto apreciar la belleza del parque. Y sí, esto es Firewatch básicamente, pero claro, el parque nacional cuenta con un misterio del que no os vamos a contar absolutamente nada porque preferimos que lo descubráis vosotros mismos… y os hagáis tantas preguntas como nos hemos hecho nosotros mientras que lo hemos jugado. A lo largo de nuestra aventura podemos destacar la forma en la que Camposanto ha recreado el uso del mapa y la brújula; también podremos realizar ascensiones o descensos mediante cuerdas de rappel.
El comienzo del juego es sencillamente brillante, y la forma en la que se desarrolla la trama y nuestros protagonistas fortalecen su relación es impresionante, con unos diálogos muy creíbles y unas interpretaciones simplemente perfectas. Es más, no querréis dejar de jugar porque estaréis absorbidos totalmente por la historia de Henry, Delilah y el bosque. Camposanto ha hecho un excelente trabajo en este aspecto, y llegaréis a pensar que sois vosotros los que estáis viviendo la estancia veraniega de Henry, y eso dice mucho de los desarrolladores del juego.
Desgraciadamente, todo el potencial de Firewatch se desinfla como un globo en el último cuarto de hora del juego, con un desenlace abrupto y simple, que si bien encaja perfectamente en la historia, se queda corto con las múltiples expectativas que nuestra propia cabeza había generado mientras jugábamos. He ahí el problema. En la escasa duración del título, el globo del hype engorda y engorda sin parar, pero el final nos deja con cara de póker. En cuanto a su duración, a nosotros no nos ha llevado ni 4 horas completar el juego, aunque es cierto que hay usuarios y otros medios a los que les ha llevado hasta 7 horas. En nuestro caso, creemos que hemos explorado correctamente cada rincón del bosque, e incluso en muchas ocasiones nos hemos quedado embobados mirando los paisajes que nos presenta Firewatch. También debemos apuntar que el juego está completamente en inglés, tanto voces como textos, y esto ha hecho que demorásemos en más de una ocasión nuestra marcha para prestar atención a los diálogos por radio.
Belleza natual
Firewatch es un juego que sin llegar a tener un potencial gráfico tremendo, sabe transmitir la belleza de todo un parque nacional a la perfección. La calma y fiereza de la naturaleza, las bellas estampas del amanecer o del atardecer… es un juego realmente bonito que no busca unos gráficos fotorrealistas, pero que nos deja con una paleta de colores y unas tonalidades preciosas. La parte negativa viene con algunos bajones de frames bastante frecuentes. Con nuestro equipo (AMD FX-6300 3.5 GHZ, NVIDIA GTX 760 2 GB, 8 GB RAM y Windows 10 64-bit) hemos podido disfrutar de Firewatch en su calidad máxima a 60 imágenes constantes, pero sufre caídas de apenas un segundo hasta las 40 imágenes, lo cual nos deja ver que se trata de un juego indie y que no se ha tratado del todo bien la optimización. Igualmente, y dado el carácter del juego, no afecta en absoluto a la jugabilidad ni a la experiencia.
En lo relativo al audio, tenemos voces en inglés correctamente interpretadas. Mención especial para los diálogos entre Henry y Delilah, cargados de intención y sentimientos a medida que avanza la historia. El ambiente es correcto, con una naturaleza siempre presente que se ve en ocasiones resaltada por diferentes melodías que encajan muy bien en todo el conjunto audiovisual. Como os hemos dicho anteriormente, Firewatch se encuentra en estos momentos en inglés, pero han confirmado que sus textos recibirán una traducción al español próximamente.
Esperando lo próximo de Camposanto
Concluyendo, si os gustan las experiencias para un jugador centradas únicamente en la trama argumental, quizás más propias de las películas interactivas actuales, Firewatch os regalará unas cuantas horas en las que no podréis despegaros de la pantalla de vuestro ordenador. Sí, es cierto que es un juego bastante corto y que su rejugabilidad es nula, además de no contar con coleccionables, que nuestras decisiones no tienen gran peso en la historia y que está en inglés íntegramente en estos momentos, pero creednos cuando os decimos que han sido 3-4 horas completamente impresionantes, diferentes, y sobre todo, muy inmersivas. Desde aquí, queremos agradecer a Camposanto el trabajo realizado, esperando mucho de ellos en el futuro.