El «fúmbol» moviliza masas, paraliza ciudades y por lo visto, vacía tiendas y llena los bolsillos de Electronic Arts. Es la deducción lógica a la que llego cuando me entero de que FIFA 13 ha vendido la friolera de cuatro millones y medio de copias en tan solo cinco días. Flipa Maripili.
A algunas maravillosas obras de arte, joyas incunables del videojuego, le cuesta horrores alcanzar el mísero millón de copias, y un juego que en algunos sistemas es, literalmente, el mismo que salió hace menos de un año, arrasa en ventas. No culpo a EA, pues viendo la tesitura yo mismo obraría de igual manera, pero me deja perplejo que el ser humano del género gamer sucumba una y otra vez ante los mismos «placeres» banales.
El fúmbol es mucho fúmbol, y tiene mucho tirón, pero no os engañéis, dentro de unos meses estaremos ofreciéndoos una noticia similar en la que cambiaremos FIFA por Call of Duty. Y es que, amigos míos, en el fondo no tenemos remedio. Por cierto, yo también tengo un FIFA 13…