F1 2016 – Análisis Playstation 4

La máxima velocidad deportiva vuelve a Playstation 4, Xbox One y PC de la mano de Codemasters con este F1 2016. Calentad ruedas, motores y pulgares… ¡que salís en la siguiente vuelta!.

Codemasters es símbolo de calidad en los videojuegos que saca. Hace unos meses tuve la ocasión de analizar DiRT Rally… y bendito análisis. Un simulador casi perfecto de velocidad. ¿Le puede hacer frente este F1 2016? Veamos…

Jugabilidad

El apartado más importante de cualquier videojuego cumple sobradamente en esta entrega. La sensación de estar encima de un monoplaza es casi real en este juego: cuando vamos a 300 kilómetros hora, sentimos esa sensación de realismo que tanto esperamos de simuladores deportivos. Igual que cuando frenamos en seco o tenemos que adelantar, algo muy complicado de hacer.

Sí, F1 2016 nos traslada al mundo del motor con la casi máxima realidad posible. A pesar de rozar lo excelente, se queda en un notable alto, por así decirlo, porque algo le falta. Si jugamos en la máxima dificultad veremos lo que es un auténtico infierno: sin ayudas, sin piedad de los rivales, sin nada. Como si de un monoplaza real se tratara. De hecho, yo no conseguí ni salir del box… En altas dificultades el realismo sí que se masca en el ambiente. No apto para flojos.

Los modos de juego son pocos, pero los necesarios y ninguno implementado con calzador. Gran Premio, escogiendo un piloto real y corriendo con él un campeonato. Carrera Rápida, para probar cosillas como dificultad o algún coche específico. Multijugador, para picarnos con el mundo. Y Modo Trayectoria, la joya de la corona.

En este modo, como ya se hace en muchas entregas deportivas, crearemos nuestro propio avatar y trataremos de escalar en el olimpo de pilotos de F1. Es un modo de lo más real: firmaremos contratos, tenemos manager y lucharemos por la posición de primer piloto de la escudería con nuestro compañero de equipo.

A la hora de correr, se nos proponen diversos desafíos previos a la carrera para dominar el circuito (gestión de neumáticos, vuelta rápida y reconocimiento del circuito). Son de lo más útiles para controlar la pista y conseguir Puntos de Desarrollo que permitirán implementar mejoras en nuestro monoplaza.

Quizá en el nivel medio no se noten mucho estas mejoras porque a poco que sepas conducir bien, dominarás sin problema. Pero cuando escalas entre las dificultades (7 en total) observaremos cómo esas pequeñas diferencias marcan quién acaba por hacerse con la carrera. Lógicamente, la habilidad de cada uno es lo primordial, pero la potencia del coche se nota y mucho.

A la hora de afrontar una carrera podemos elegir qué juego de neumáticos utilizar, la estrategia del equipo o incluso tomar decisiones en plena carrera. Si queremos sentirnos como un piloto de verdad, hay que catar este juego.

Para ya redondear esta faceta, hablaremos de tres detalles tontos… que no lo son tanto. Primero, la climatología, que juega un factor fundamental y puede hacer entrar al piloto en boxes antes de lo previsto. Segundo, el Safety Car si hay algún accidente «gordo», acompañados de la bandera correspondiente. Por último, los circuitos y escuderías: están todos los oficiales de la competición. Chapó.

Si algo me ha gustado con diferencia sobre el resto ha sido el nivel de realismo del juego. No ya solo en la conducción, sino en todo lo que engloba: los planos parecen de televisión, los boxes son reales, la sala de espera igual. Además, recibiremos instrucciones por el micrófono del mando, como si tuviésemos un casco profesional. Muy currado por Codemasters, sí señor.

A modo de conclusión, la jugabilidad en F1 2016 es como el queso en la pizza: sin duda, lo mejor.

Sonido

Como parte del realismo genial que consigue Codemasters con esta entrega, los motores rugen como sucede en la vida real. Para los amantes del motor, acelerar el monoplaza será un orgasmo auditivo solo comparado con el de un derrape.

Una tontería que ya hemos explicado antes pero que hace el juego mucho más real es la inclusión de voz en el Dualshock 4. En él recibiremos las órdenes de equipo durante la carrera, aunque recomendamos subirlo porque apenas se va a escuchar si lo tenemos al volumen estándar.

Al tema, que me voy. Las decisiones de carrera parecerán tan reales que hay que tener el mando cerca del oído, como sucede en las carreras con el auricular. Parece un detalle banal pero nada de eso. La sensación de estar en un coche de carreras aumenta OVER NINE THOUSAND.

El doblaje al español es más que bienvenido por aquesta nuestra comunidad. Se nota y mucho cuando el manager te habla en castellano, pero más aún al recibir órdenes de equipo. Como para tener que traducir o, lo que es peor, leer.

Gráficos

A pesar de no lograr el nivel de detalle conseguido con DiRT Rally, se nota un gran trabajo en este apartado como conjunto. Las caras de los pilotos, expresiones y facciones son bastante reales y acordes con la realidad.

Los monoplazas también tienen esta virtud de parecerse al original y, sobre todo, un detalle que me llama muchísimo la atención. Al colocar la cámara de pilotaje «desde fuera» (como la tercera persona de la conducción), se nota el calor que desprende el coche porque se difumina la parte trasera. Parece una tontería, pero todos los afines a las carreras saben que esto sucede y que las temperaturas en los culos de los coches alcanzan cotas inimaginables. Pues F1 2016 lo refleja y muy bien.

Más todavía. ¿Te atreves a salirte de la pista y tener un leve choque? El coche lo notará en los alerones y laterales, y más aún en el modo ultradifícil del juego. Si «solo» tragas tierra, en los neumáticos quedarán los restos de esta incrustados y no se irán hasta pasado un rato.

Diversión

Sin duda, este es el apartado más subjetivo a la hora de analizar un juego. Antes de nada, parece obvio destacar que F1 2016 está enfocado a un público que guste de la velocidad y las carreras. Si eres más del tetris, quizá este no sea tu juego.

Ahora bien, si eres afín al género, es un juego muy recomendado. La cantidad de horas a echar es infinita, y el reto en las dificultades más altas se equipara con escalar el Everest haciendo el pino. Bueno, quizá tanto no… pero es muy complicado.

Personalmente, he disfrutado mucho del juego porque me gusta la simulación. Si quitamos las ayudas y todo lo que nos facilite la conducción, se convierte en uno de ellos totalmente. Si lo jugamos «tal cual viene», necesitaremos algo más para llenar esa sensación de vacío. Cada cual se ajusta a su nivel, pero no por ello es menos entretenido.

Conclusión

Si la velocidad y la simulación es lo tuyo y además te gusta la F1, no te lo pienses: este es el juego más completo de la saga. Ahora bien, debes de saber que no es el mejor en su género.