Avatar: El sentido del agua se estrenará en china para asegurarse un éxito en la taquilla mundial. O, al menos, es lo que da a entender el miedo de James Cameron.
Avatar: El sentido del agua se estrenará en china, convirtiéndola, casi con toda seguridad, en un éxito en la taquilla mundial. Todo estreno en China acaba convirtiéndose en todo un taquillazo, aunque no acabe gustando al público. Esto es así por la densidad de población y lo inmenso del territorio. De esta forma se acaba el miedo de James Cameron por un posible fracaso en cines.
20th Century Studios ha confirmado los planes para el estreno a través de una publicación oficial en Sina Weibo; una de las plataformas de redes sociales más popular en China. Compartió, además, un nuevo tráiler de la película y un nuevo póster.
La secuela, esperada desde hace casi 14 años, llegará a los cines el 16 de diciembre de este mismo año. En poco menos de un mes. Esta misma fecha será cogida por otros territorios.
De qué irá Avatar 2
La primera entrega de Avatar es, actualmente, la película más taquillera de la historia en todo el mundo. Aunque hizo un poco de trampa al reestrenarse, pero el caso es que, de los 2.740 millones de dólares en ventas, aproximadamente 202 millones proceden de entradas vendidas en China.
Gracias a esta noticia es posible que tanto James Cameron como el estudio dejen de estar acojonados por el fracaso de la secuela en los cines. Y, así, poder entrenar también las otras tres producciones que tienen a la espera.
Aunque es cierto que el país sirvió como un impulso más que fiable para las películas norteamericanas a lo largo de la década de 2010, los reguladores gubernamentales han recortado el acceso de Hollywood al mercado chino en los últimos años. A medida que la propia economía cinematográfica del país se ha expandido y que las consideraciones políticas han pesado más en el territorio. Incluso los recientes taquillazos de Marvel han sido prohibidos; no ha habido un estreno chino de una película de Marvel desde 2019.
Además de esto, factores como temas referentes al colectivo LGBTIQ+, así como cineastas y actores que se perciben en el territorio como antichinos, han pesado en contra de los mayores estrenos de Hollywood para llevarlos a China. A raíz de todo esto las autoridades chinas sólo conceden permisos de importación y distribución a un puñado selecto de películas extranjeras cada año. Y de ahí que esta noticia se perciba como un auténtico logro para el estudio.