El evento Madrid Gaming Experience 2017 ha dejado mucho que desear. Las compañías (salvo Nintendo) llevaron poca tralla, las novedades fueron nulas… Y las colas, sempiternas.
El año pasado, la primera edición de la Madrid Gaming Experience cerró sus puertas con la friolera cifra de 124.000 asistentes totales. Lógicamente, todos ellos se distribuyeron por los tres días que la feria estuvo vigente. Estos eventos no hacen sino evolucionar en progresión ascendente; la tendencia natural es que, si el gusto y apego por el videojuego aumenta, la asistencia a estos eventos también lo haga. ¿Qué tal ha estado este año el evento Madrid Gaming Experience 2017? Por desgracia, el título lo puede resumir bien. Mucho Madrid, muy poco Gaming… Y una Experience regulera.
Ifema de Madrid ha albergado este evento, pero se sigue achacando el mismo problema: el espacio parece mal infructuoso; un pabellón está dedicado exclusivamente a merchandising, mientras que el otro es a juego. El segundo, además, no cuenta con una afluencia masiva de sistemas de juego aprovechable.
Compañías y sistemas presentes
Nintendo ha sido la única que ha venido con ganas de disputar la carrera. 13 Mario Odyssey, 6 Splatoon, 8 Mario Kart, 6 DOOM y Skyrim… Y 30 Mario + Rabbids: Kingdom Battle. Parece complicado que Sony con 14 VR, Gran Turismo Sport y la demo reciclada de Detroit: Become Human o Microsoft, con 12 Xbox One X sin juego novedoso de por medio hagan sombra a la gran N. Vale que las bazas de Call of Duty: WWII o Detroit sean atractivas, pero… Se antoja difícil contra una compañía bien colocada.
Lo dramático del asunto es que con una afluencia tan masiva de público haya tan pocos sistemas de juego, y lo que es peor, tan corta capacidad de sorprender. Ayer mismo afloró la noticia de que Sony iba a llevar siete novedades a la Paris Games Week; en Madrid “únicamente” han jugado la baza de Call of Duty: WWII. Y Microsoft, igual. ¿Por qué no hay ninguna consola con Wolfenstein II: The New Colossus? ¿O con Assassin’s Creed: Origins? No parece sino un autodisparo en el pie para la feria en sí.

Un viraje lógico
La MGE no muestra sino una tendencia orgánica hacia el eSport. Las compañías de Sony y Microsoft han venido acompañadas de Game; no han venido por “su propio pie”, por lo que el interés de las compañías en la feria parece casi residual. Empero sí que es cierto que el deporte electrónico ha gozado de bastante notoriedad. Los puestos de juego destinados a League of Legends y Counter Strike han sido múltiples; había también una zona de Movistar Raiders y un espacio patrocinado por Carrefour para albergar a los eSports. Por no hablar de la final de la ESL, que también se ha celebrado en este evento.
Suele ser habitual gozar de pequeños espacios destinados a la formación y al desarrollo independiente. En Madrid ha habido múltiples charlas concertadas por GameLab Academy abarcando múltiples temas; Enric García, X de Mercury Steam, se encargó de charlar sobre Raiders of The Broken Planet y su futuro; Juan Carlos González, relaciones públicas de Microsoft, presentó Xbox One X; y Mauricio García, de TheGameKitchen, charló sobre la venta y financiación de juegos con carácter píxel art.
Conclusión
Madrid Gaming Experience es mucho Madrid, poco Gaming y una Experience regulera. Las colas para jugar han llegado a exceder las dos horas; los juegos disponibles para uso y disfrute general o están desfasados o se enfocan más hacia la simulación deportiva y el multijugador (salvedades como WWII, Mario Odyssey o DOOM y Skyrim hacen creeer en la esperanza); y las novedades han brillado por su ausencia.
MGE no cuenta con día de prensa. Tampoco le hace falta: no hay nada que no se haya visto ya.