Cómo derrotar al Espíritu Ancestral en Elden Ring

Las Tierras Intermedias están plagadas de jefes, por eso os explicamos cómo derrotar al Espíritu Ancestral en Elden Ring.

Elden Ring es uno de los juegos más aclamados de la historia. Su dificultad y planteamiento inicial, hace que muchos jugadores lo amen o lo odie. Si eres de los segundos tranquilo, porque en esta guía os enseñamos cómo derrotar al Espíritu Ancestral en Elden Ring.

Podéis ver el vídeo de las estrategias utilizadas más abajo. No obstante, os recomendamos visitar nuestro canal de YouTube dónde podéis encontrar las guías contra otros jefes, así como vídeos de un sinfín de videojuegos. ¡Esperamos que las disfrutéis!

Cómo derrotar al Espíritu Ancestral

Estamos ante uno de los jefes más especiales de Elden Ring, al menos a nivel de presentación y de música. Primero de todo, para activarlo, deberemos encender todos los braseros de la zona previa en su mazmorra correspondiente. Así pues, una vez hecho este trabajo (que no es fácil), nos vamos a enfrentar a él.

Lo primero de todo es protegernos contra el daño mágico. Tiene ataques muy marcados. Dos de ellos consisten en vomitar magia, para los cuales lo mejor es alejarse y evitar atacar. Después tiene un ataque muy castigable siempre y cuando sepamos esquivarlo: realizará tres embestidas con las astas, y tras la tercera, dejará la cabeza agachada un momento, es ahí cuando mejor podemos atacar.

Finalmente, durante todo el combate, las otras ventanas de ataque que tenemos se basan en atacar a las pierdas cuando podamos. Para esto lo mejor es meterse debajo y vigilar que no nos pise o nos de una coz hacia atrás. Es un jefe tirando a fácil, pero se os puede complicar si no lo preparáis bien.

Y eso es todo por nuestra parte culpables. Si queréis más guías como esta, no dudéis en visitar nuestra sección en la página web. Elden Ring es un juego muy exigente, sobre todo para los nuevos jugadores, por lo que si no os sentís muy seguro con cómo derrotar a un jefe no temáis, nosotros os daremos todos los consejos que podamos.