No son bonitas las noticias que nos llegan desde Japón sobre Konami, y si estáis pensando que nos referimos al culebrón Kojima estáis un poco mal encaminados. Sí, él tiene algo que ver en todo esto, pero ya no se trataría de un problema con el creativo de Metal Gear Solid, sino con todos sus empleados.
El diario Nikkei ha sido el que ha sacado la mierda de la compañía a la luz, aunque para cubrirse las espaldas lo hace tratando la información como rumor. En esta información se comenta que todo habría comenzado en 2010, cuando aún éramos pipiolos, y cuando a Konami se le pusieron los ojos como chiribitas al ver que un juego en el que se había gastado cuatro duros le daba dinero para comprarse todos los cupones del extra de verano de la ONCE, el llamado Dragon Collection.

A partir de aquí, eso de las superproducciones costosas y largas pasaron a la historia, y evidentemente los problemas con Kojima comenzaron. Su Metal Gear Solid V: The Phantom Pain habría costado más de 80 millones de dólares y, por lo tanto, no se ajustaría a los objetivos de la compañía. ¿Y qué pasa cuando eres malo y no haces caso a papá y a mamá? Exacto, que te tiran por las escaleras.
Según Nikkei, cuando los objetivos no se logran se imponen una serie de castigos que la mitad de las veces rozan el mobbing y la otra mitad lo sobrepasan. Además, no irían enfocados solo contra los trabajadores novatos o de menor rango, sino que también con altos cargos de responsabilidad.
Estos castigos irían desde cambios de puestos de trabajo con otras tareas. Y estas no son precisamente ordenar las fotos del whatsapp del móvil, sino que incluirían hacer guardias, limpiar o incluso ir a habitaciones de aislamiento sin nada que hacer. Esto, que puede parecer una verdadera maravilla, es realmente un dolor de muelas para cualquier creativo o trabajador, y ya otros diarios publicaron noticias similares de Konami, entre otras, donde empleados habían caído en severas depresiones por culpa de estos castigos.
Si nos centramos en Kojima, ya algunos rumores apuntaban a que había sufrido mobbing, tanto él como su equipo. Entre estos acosos estarían el dejar sin internet al equipo, cosa que confirma Nikkei, o un control excesivo de los empleados, como el de fichar a la hora de comer o cámaras en los pasillos para ver qué hacen en ellos. Actualmente, Kojima Productions ya no se llama así, sino que es un departamento de producción más. El número 8.
El acoso de Konami sobre sus empleados llegaría a tal extremo que se comenta que cuando uno de sus empleados dijo en Facebook que dejaba la empresa, reubicó a aquellos empleados que le dieron a «Me Gusta» en puestos como los que os hemos dicho antes.
Comparado con esto, nuestros zulos y latigazos a los redactores de la web son elementos paradisíacos, la verdad. De tratarse de realidad, y son ya muchos rumores los que apuntan a que así es, Konami ha pegado un giro muy grande de lo que fue en su momento como creativa a lo que es ahora, una compañía centrada exclusivamente en hacer dinero sin importar el cómo.