Ante la previsible lucha que parece que va a volver a reinar en el mundo de los videojuegos entre las consolas y el PC (aunque esta vez por culpa de la realidad virtual), Palmer Luckey ha salido a defenderse como gato panza arriba con un argumento muy sólido: ‘lo mío mola más’.
Ahora en serio, el máximo responsable del Oculus Rift ha asegurado y defendido varias cosas. Lo primero y más importante: el precio. Sí, los casi 750 euros esos que harán que tu familia y amigos empiecen a mirarte mal están justificados. Según el propio creador, «si bajamos el precio del Oculus Rift también tendríamos que rebajar su calidad». Desde luego, esperemos que no dé bajones de fps ni nos provoque mareos, ya sabemos que las palabras se las lleva el viento.
Lo segundo que ha comentado es que son conscientes de que Sony y su Playstation VR son sus máximos competidores. No obstante, asegura que no suponen un problema ya que: «se centrarán en un mercado distinto». Es aquí entonces cuando Palmer ha sacado el puñal buscando el salseo, añadiendo que «su dispositivo no es de tan alta gama como el nuestro, y ni de lejos podemos comparar la potencia de una PS4 con la potencia de un PC similar al que requiere Oculus Rift». En esto no tenemos ninguna duda, en especial porque los requisitos mínimos que exige un Oculus para poder ser movidos pueden ser muchas cosas, pero desde luego, modestos no. Evidentemente, más que de sobra para hacer frente y superar a una PS4.
En definitiva, que según él, Oculus y Playstation VR juegan en mercados distintos y la suya mola más porque irá enchufado a un ordenador potente. A nosotros mientras podamos disfrutarlos bien, que se peleen. Ya decidiremos nosotros cual se ajusta más a nuestras preferencias.