Microsoft siempre suele ser la que más espectáculo da en su conferencia del E3. Este año, habiendo prometido la mejor conferencia de su historia y dependiendo de cómo lo hagan, quedarán como los ganadores del E3 o como unos vendehumos de primera.
De entrada la cosa no pinta demasiado bien, ya que ni Scalebound, ni Crackdown, ni Quantum Break estarán en el E3, sino que se presentarán en la Gamescom. Phil Spencer, jefazo de Xbox, comentó que no les daba tiempo a anunciar todo lo que querían y tenían que retrasar ciertas cosas. Quizá el que menos llama la atención es Quantum Break,porque a pesar de unos gráficos bastante interesantes y una historia con gancho, las mecánicas parecen demasiado simples a priori. Lo que sí que duele es la ausencia de Scalebound, lo nuevo de Platinum Games. A pesar de que el año pasado no presentaron gameplay, pocos tráileres recuerdo mejores que ese.
Respecto a lo que sí está, Microsoft ya ha anunciado por activa y por pasiva cuáles van a ser sus grandes cuatro títulos para lo que resta de año, y para la feria. Halo 5: Guardians, Forza Motorsport 6, Fable Legends y Rise of the Tomb Raider conforman los cuatro pilares sobre los que se va apoyar Xbox One este año.
De Halo 5 solamente espero que 343 Industries sepa reenganchar al público con esta entrega. Pequeños cambios y el paso del tiempo han ido agotando la franquicia. Por desgracia, parece que todos los cambios abominables que sufrió el online de Halo 4 se mantienen aquí, así que por lo menos espero que sigan brindando una gran historia que contar.
Fable Legends también será interesante. No solo han mutado la saga Fable en un sucedáneo de no se sabe qué, sino que además lo han hecho free-to-play. Gameplay ya hemos visto mucho, así que prefiero que en el E3 se centren en explicar más de cómo será el juego. Espero que tenga éxito, porque esto podría abrir las puertas a que algunos grandes triple A se pasen al modelo «gratuito» y se democratice aún más el acceso a los videojuegos.
Y qué decir de Rise of the Tomb Raider, con Microsoft jugando al despiste desde hace un año. Que sí, que vale, que nos hemos enterado todos que es exclusivo temporal, pero o dicen hasta cuándo o dejan de marear la perdiz, porque la cantinela empieza a cansar un poquito. Sobre el juego, lo mismo que los otros. Con que muestren algún tráiler y fecha de lanzamiento, todos contentos y felices.
Respecto a las sorpresas, cómo olvidarse de Gears of War. Ya sabemos que hay uno nuevo en desarrollo, y un refrito también se cocina en el horno, así que lo que toca es enseñarlos. Con gameplay si puede ser, mejor que con una cinemática al uso. Será especialmente interesante ver qué están haciendo con el nuevo, porque la fórmula está más o menos agotada, como demuestran todos los palos que se llevó The Order: 1886.
Aunque Scalebound y Quantum Break, no estén presentes, sí que espero que el ritmo creativo de Microsoft no decaiga y siga apostando por nuevas IP. No les queda otra que arriesgar, ya que les costará bastante coger a PlayStation 4 en ventas. Y si dentro de esas nuevas IP se encuentran juegos de rol japoneses, como las pequeñas joyas que salieron para Xbox 360 (The Last Remnant, Blue Dragon, Lost Odyssey) yo me doy por satisfecho.
También espero que haya indies pero presentados bien, no en un vídeo de 2 minutos aglutinando a 15 juegos diferentes y mezclando caviar con mierda. Juegos como Cuphead merecen un espacio y un tiempo propios, y espero que Microsoft haya sabido medir el tiempo correctamente.
Lo que no tengo claro es qué hará Microsoft con la realidad virtual. Sony debería presentar algo de Morpheus y, hasta hace nada, parecía meridianamente claro que si Microsoft presentaba algo iban a ser sus HoloLens. Pero la colaboración con Oculus que anunciaron hace poco acaba de mover todas las fichas del tablero. Así que, sí, espero que Oculus esté en la conferencia de Microsoft y que anuncien el precio, de paso, que ya va tocando.