Microsoft ha intentado resarcirse de su pasado E3 donde acabó bastante pisoteado, sino, no hay más que mirar la de gif que nos encontramos por internet de personajes anime, de cómic occidental, de cine o de cualquier ámbito, apaleando a la compañía americana.
Pero este año tenía que ser totalmente distinto y precisamente por eso empezaron antes de tiempo a preparar el camino, en concreto, con la drástica separación de Kinect del pack inicial de la consola. Pero esta decisión ha sido secundada durante la conferencia ya que, por fin, hemos podido ver un E3 de Microsoft donde el protagonista absoluto no ha sido el periférico de marras y eso, culpables, es más de agradecer incluso que el hecho de que quitasen Mujeres Hombres y Viceversa del horario infantil.
Ya con esto Microsoft se ha ganado al menos el perdón de muchos fans que vieron cómo sus esperanzas y sus ilusiones eran pisoteados por un cacharro que servía más para censurarte que para jugar a la consola. Pero con esto no bastaba, y desde las oficinas lo sabían. Hacía falta mostrar muchos juegos para demostrar que su consola es, precisamente eso, una consola. Y también lo han conseguido.
Con un ritmo de presentación endiablado, la conferencia ha ido de juego en juego y tiro porque me toca, sin centrarse demasiado en ninguno y pasando por encima muchos otros por un simple motivo: en una hora y media había que enseñar muchas cosas, y no podían permitirse el lujo de perder ni un minuto en algo que no les iba a reportar más beneficios porque, no nos engañemos, tenemos tiempo de sobra para ver esos vídeos y demostraciones las veces que queramos, pero la sorpresa de verlos por primera vez y sorprendernos solo tiene un momento impactante y es en medio de una conferencia del tamaño de la de Microsoft.
Pero ¿qué han presentado exactamente? Mucho y de buena calidad. De lo que ya conocíamos hemos podido ver Sunset Overdrive, demostrando que, lo que al principio parecía un descargable es en realidad todo un señor juego que merece más que atención. Endiabladamente frenético y loco parece ser un verdadero soplo de aire fresco a la next gen.
El cooperativo también ha sido un punto fuerte dentro de la conferencia. Los forever alone lo van a tener difícil esta nueva generación ya que llegan juegos como Fable Legends, con cooperativo a cuatro, al igual que Assassin’s Creed Unity, que nos da muy buenas vibraciones y Dragon Age: Inquisition, con unas batallas bastante espectaculares.
Por último también le han dedicado un rato a Call of Duty: Advanced Warfare y hasta un vídeo en el que CAPCOM se burla de ella misma para un DLC de Dead Rising 3 del que, personalmente, me niego a poner el nombre completo porque aún no he tenido narices de descifrar el orden de los prefijos que lleva.
Hemos visto también Forza Horizon 2 y Forza Motorstorm 5 en vivo y en directo, con fechas de lanzamiento incluidas y más imágenes de un cada vez más hacia la baja Project Spark. También The Witcher 3 hace acto de presencia con ¿alguien ha dicho downgrade?
Pero lo que más nos interesaba es lo que no sabíamos o de lo que no teníamos idea. En ese campo han entrado con fuerza juegos como el nuevo de Platinum Game que, a falta de Bayonetta 2, nos presenta Scalebound, un juego que mezcla el concepto de DMC y el desenfado de la propia Bayonetta para ambientarlos en un mundo de fantasía con enemigos enormes. Sin duda alguna, uno de los grandes exclusivos de Xbox One.
También han vuelto sagas como Phantom Dust o Crackdown 3 a la casa, aunque hemos podido ver poco de ellos y Lara Crof no podía faltar. The Rise of Tomb Raider, ambientado en una zona un poco más fresquita, se presenta como secuela intergeneracional de un título que ya es intergeneacional. Desde luego Square Enix quiere llegar a todos los bolsillos posibles.
Los indies también han tenido su rinconcito pero a diferencia del año pasado, la verdad es que la palabra se queda corta porque en apenas unos segundos han mostrado los más de veinte títulos que incluyen dentro de esta categoría, donde la mayoría no son para nada exclusivos, solo los que usan kinect.
¿No echáis en falta algo? No, no me refiero a kinect, que cierto es que no ha estado presente para nada. Casi diríamos que nunca ha existido. De hecho en la imagen que mostraba Microsoft entre juego y juego, no salía el periférico. Pero tampoco hemos visto Gears of War. Bueno, permitidme rectificar, ha aparecido el logotipo de la saga al final de la conferencia, en el resumen de todo lo que han enseñado, pero ya está.
En su lugar HALO y sus reediciones, betas, novedades y demás chorradas varias de la franquicia, pero de HALO 5 nada de nada, ni un mísero vídeo. Igual que han pasado de Quantum Break. El pobre juego ha quedado más olvidado que el pobre de Milo en la conferencia… animalito.
En definitiva, Microsoft ha demostrado que el cambio de rumbo de Xbox One es real y lo podemos comprobar. Las aplicaciones han dado paso a los juegos y kinect ha permitido mejorar la potencia de la consola y el rescate de las sagas que crearon a los fans de Xbox demuestra las intenciones de la compañía por reencontrarse con su público y de pedirles perdón.
Le damos un aprobado alto a Microsoft y estaremos pendientes a lo que nos tendrán que decir a lo largo del E3 que, seguro, aún es mucho.