Koei Tecmo sigue que te sigue con su manía de hacer Musous de todo, y como el 35 aniversario de la serie Gundam es un motivo más que ideal, Bandai Namco nos trae este Dynasty Warriors: Gundam Reborn que se suma al futuro Hyrule Warriors y a los pasados Pirate Warriors y Dynasty Warriors Extreme.
Para ponernos un poco en situación os contaremos (así, a modo gafapasta) que no es para nada el primer juego de la franquicia en tocar un «Warriors» o «Musou», pero sí hemos visto algunos cambios con respecto a otras entregas donde destaca muchísimo la ausencia del cel shading que tan bien le sentó a predecesores. La pena es que el resultado cumple menos que un político, pero vamos a ir desgranándolo poco a poco.
La historia de este Dynasty Warriors: Gundam Reborn tampoco es que nos vaya a descubrir la pólvora ya que volverá a tratar sobre los enfrentamientos que tienen lugar en la era llamada “Siglo Universal”, donde se utilizan los robots gigantes conocidos como Mobile Suits para conseguir ganar las batallas por tierra, mar, aire e incluso el espacio exterior. Como diría Manu, son más grandes que robots de cocina pero menos que los Mecha.
Durante las aventuras que plantea el juego nos pondremos en la piel de diversos protagonistas de la serie, pilotos de los Gundams, que no seguirán una única historia o trama principal sino que, dependiendo de quién tengamos veremos diferentes partes de la misma.
Evidentemente, los protagonistas no serán los únicos que podremos elegir ya que Koei Tecmo (qué raro nos suena llamarlo al revés) nos tiene preparados un total de ciento veinte Mobile Suits para que los explotemos al máximo junto con los pilotos.
Si bien es cierto que para poder jugar cada capítulo de la historia con el combo piloto/mobile suit que queramos primero deberemos de pasarnos la fase en cuestión con el robot asignado para ella. Luego ya nos soltaremos la coleta y podremos experimentar, que son un huevo y parte del otro.
Nada más empezar tendremos dos modoso principales a elegir, el Modo Oficial, donde reviviremos las historias originales publicadas sobre el universo de Gundam, que incluyen escenas de las películas Mobile Suit Gundam y Mobile Suit Zeta Gundam, y de las distintas temporadas de las series animadas Char’s Counter Attack, Unicorn, SEED y SEED Destiny, con la posibilidad de jugar a pantalla dividida con algún compañero con el que montar equipo. Si te has enterado de todo esto, enhorabuena, empiezas a caerme bien.
El Modo Ultimate representa en gran medida la novedad del título, puesto que podremos experimentar nuevas misiones conformadas por aventuras cruzadas con historias originales desligadas a la trama publicada, con la opción de multijugador local y en línea.
Una vez puestos en faena ya nos metemos directamente en la mecánica Musou, es decir, lo de siempre: el campo de batalla cuenta con diversas áreas controladas por los enemigos y nosotros deberemos dominar para que dejen de aparecer adversarios en estas zonas.
Para ello contaremos en algunas misiones con la ayuda de algunos colegas, a los que tendremos que atender para evitar que caigan en combate. Otro elemento importante en las batallas es la White Base, que es algo así como el corazón de nuestro ejército y, como es lógico, deberemos proteger de cualquier gran ataque que pretenda hundirla.
Conforme vayamos controlando las zonas del mapa que nos van diciendo desde central (siempre te dicen que hagas cosas) sólo faltará enfrentarnos al gran enemigo de la batalla, normalmente algún general adversario, que nos plantará cara con un Mobile Suit más chetado de lo normal y que hay que tener muy en cuenta porque, aunque no nos mate, es peligroso dejarlo juguetear con nuestre White Base
Lo característico y divertido del juego es que todas estas misiones, conquistas de zona, enemigos poderosos, eventos de historia y demás ocurren en tiempo real y tendremos que decidir a veces cuál es más prioritario o ver cuál puede fastidiarnos más porque si no cumplimos las condiciones en el tiempo límite, «sayonara, baby».
Algunas de las habilidades especiales de nuestros protagonistas (majos ellos) serán los ataques especiales, más potentes y cuya especialidad es matar muchos enemigos de golpe, o la energía explosiva, que nos permitirá realizar el ataque definitivo que, dependiendo de si queremos, lo ejecutaremos conjuntamente con algún compañero en el campo de batalla.
Los toques roleros llegan a la hora de gastar la experiencia y el dinero en materiales o habilidades para mejorar nuestro Gundam y hacer que pase de «nivel pacotilla» a «nivel interesante». También podremos gastarnos las perritas en entrenamientos de distintas dificultades, a modo de tutoriales, que nos enseñarán nuevas formas de afrontar los combates.
Entre fase y fase disfrutaremos de la historia plasmada con ilustraciones del manga que, si no eres muy fan de la saga, posiblemente sepa a poco por su escasez de animación. Es bastante tedioso aguantar diálogos de personajes que carecen de expresión en el cuerpo y que lo único que hacen es mover los labios automáticamente sin manifestar ningún sentimiento.
Mucho mejor me han parecido las animaciones que suceden en medio de las batallas ya que sin ser gráficos next gen (aunque pensándolo bien, la next gen está llena de refritos) gozan de un gran nivel de espectacularidad y que estimulan a concretar con éxito esa siguiente fase en la misión. ¡Ah! Si quieres enterarte bien de la trama, repasa tu comprensión lectora de inglés o ejercita tu oído para el japonés, porque el juego ha llegado así a nuestro territorio.
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Y esto, culpables, es lo que nos plantea el título: una batalla tras otra, con la pequeña diferencia de que de vez en cuando nos enfrentaremos a Gundams mucho más grandes que nosotros, denominados Giant Mobile Armors, y que nos pueden suponer un desafío adicional.
Aún así, a la larga después de varias horas de juego se puede hacer muy repetitivo ya que la lista de combos que tiene cada Mobile Suit es pequeña y en todos se ejecutan de la misma manera, aunque esta carencia se compensa con la gran variedad que hay de los mismos, cada uno con su modelado, movimientos y ataques particulares y diferenciados que desatan consecuencias distintas.
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