Tras el capítulo de la semana pasada de Dragon Ball Super, en la que comenzó oficialmente el nuevo arco argumental de Black y Trunks del Futuro, el de esta semana se planteaba como uno de los más esperados para ver qué narices iba a ocurrir con todo esto. Sin embargo, y como viene siendo habitual, tras un gran capítulo, llega otro que nos devuelve los pies a la tierra.
Sin embargo, esta vez no es por la animación o por hacer una batalla absurda o, incluso, por decepcionar en la historia, sino más bien porque el ritmo de este capítulo 48 de Dragon Ball Super ha sido excesivamente lento. Y cuando digo excesivamente es que lo que ha pasado se podría haber contado en cinco minutos y no en 20.
Ya estamos acostumbrados a que las cosas se alarguen en el anime y que muchas cosas se alargan innecesariamente para darle minutos extras a la historia, pero esta vez se han pasado.
El capítulo comienza muy bien, con un Trunks contra Black muy intenso e interesante en elq ue por fin veremos al saiyan convertido en primera, aunque sin opciones contra su rival. Sin embargo, a partir de ahí nos vamos a ir tropezando con cada escena hasta el final.
Para empezar, la continuación del romance Trunks – Mai que, mira tú por dónde, están estudiando en la Capsule Corp. Y digo yo, ¿Bulma no se acuerda de quiénes son? Ella misma los sufrió varias veces, entre la primera vez cuando les intentó matar en su castillo, o la segunda, cuando liberaron a Piccolo, el malo malísimo.
Para seguir, la llegada de Trunks al pasado le mete algo de acción, pero nuevamente Pilaf y compañía interrumpen el ritmo continuamente, aunque con algo de gracia.
Por último, la visita de Goku a Karin a por las semillas del ermitaño. ¿De verdad hacía falta mostrar el viajecillo de Goku a la torre a por ellas? La única razón es el meterle más paja al capítulo.
Y para terminar, el final que es, cuanto menos, muy poco lógico, con un Trunks que despierta y se enfrenta a un Goku que le está ayudando. ¿De verdad no es capaz de diferenciar a Black de Goku? Me parece algo bastante forzado, pero bueno.
Sí, es cierto que todos los momentos de «parón» tienen su parte de gracia, incluso que explican algo, pero sin demasiados, demasiado largos y demasiado forzados. El resultado de todo esto es un capítulo muy lento que no nos ha dejado ningún tipo de reacción del pequeño Trunks al ver a su otro «yo» porque nadie le explica quién es. Solamente Pilaf le mete líos en la cabeza tontamente. Bulma y Vegeta son muy malos padres… Tampoco hay todavía reencuentro Son Gohan con Trunks, pero espero con ganas ver ese momento.
Y por último, yo sigo en mis trece de que Black no es, ni si quiera, un saiyan, ya que vuelve a mencionar, y varias veces, el desprecio que tiene por esa raza del espacio mientras lucha con Trunks. Además, viendo los poderes que parece que tiene, que incluso es capaz de abrir una brecha en el tiempo y, al menos, comunicarse con el pasado (lo vemos en el avance del próximo episodio), empiezo a pensar que es algún tipo de dios… o quizás un semidiós, ya que solo tiene un pendiente.
¿Será un dios que ha adoptado la forma de Goku por alguna razón? ¿Será un Goku de otra dimensión que es malo y se dedica a conseguir el poder de los dioses? ¿Es acaso el dios de la destrucción de otro universo, con un poder similar al de Bills? Habrá que esperar para saberlo. No me importa que el misterio se alargue, pero que en los capítulos no haya tanta paja, por favor. Se pueden contar las cosas a un buen ritmo, y meterle contenido mientras tanto.