Si el capítulo de la semana pasada nos dejó con el alma en vilo, el episodio de Dragon Ball Super de hoy ha sido aún mejor, y nos ha traído una de las mejores peleas de toda la serie, tanto en animación como en contenido, además de un bonito interrogante.
El viaje de Goku, Vegeta y Trunks no ha podido ser mejor demostración de prepotencia por parte de los saiyans de la Tierra ya que la paliza que les han dado ha sido chica. Y además, ha sido con estilo. La verdad es que viendo el estilo de peleas que ha habido hasta el momento no me esperaba para nada. Eso sí, ha sido cortita, lo cual tampoco es que sea precisamente malo. Sin embargo, sí que vamos viendo poco a poco más cosas acerca del tema Black y Zamasu.
Para empezar, ahora se ve perfectamente que ambos comparten lo potala. Zamasu y Black tienen cada uno un potala y en la misma oreja, de la misma forma que el semidiós hizo en su viaje al futuro con su maestro. De hecho, esos pendientes son precisamente los del dios anterior a él, los verdes. ¿Está compartiendo Zamasu su divinidad con Black por algún motivo en especial?
Indiferentemende de esta pregunta, la que sí que queda respondida es el porqué de la inmortalidad del cuerpo del hombrecito de verde: se lo pidió a las bolas de dragón. Pero no a cualquiera. A las Super Dragon Ball. Ya hemos visto en el avance que el muchachico las reúne de alguna forma (vete tú a saber cómo narices lo hace, con lo que le costó al hermno de Bills). La cosa es ¿qué deseo pidió en realidad?
No me creo que simplemente haya pedido ser inmortal o tener un cuerpo inmortal. Eso se lo podría haber pedido a cualquier Bola de Dragón normal y corriente. Después de todo, Piccolo Daimaoh ya lo pidió en su momento (vale, pidió la eterna juventud, pero era algo parecido). ¿Habrá tenido que ver ese deseo con el nacimiento de Black?
Sinceramente, creo que no. El encuentro entre Black y Zamasu tiene pinta de ocurrir en algún momento del «presente», donde vuelve a centrarse la historia tras el regreso, in extremis, de Goku, Trunks y Vegeta gracias a Mai.
¿Qué pasará cuando Goku se reencuentre con el Zamasu del presente? ¿Intentará este derrotarle con el poder adquirido de las Super Dragon Balls? ¿Intentará convencer o poseer a Goku para convertirlo en Black? ¿Descubrirán los saiyans la forma de derrotar a Black y Zamasu en el futuro?
En mi cabeza empieza a rondar misteriosamente la idea de la fusión para salir de todo este embrollo. Y sale de los potala que llevan Zamasu y Black. Suponiendo que el doble de Goku sea un personaje físico y real, y no una mera copia o cascarón sin alma poseído por el dios verde, parece bastante evidente que los guionistas nos están enseñando los potala una y otra vez.
Además, ya se volvió a mencionar en su momento lo que pasa cuando se colocan en orejas complementarias: que se produce una fusión «permanente».
Suponiendo (de nuevo), que Trunks alcance un nuevo nivel de super saiyan (ya no el Blue, sino más bien el tercer nivel) y que Goku y Vegeta peleen juntos, tal y como les pide Wiss una y otra vez, y se fusionen o consigan técnicas combinadas, la balanza volvería a estar equilibrada. Sin embargo, ese arma que tienen los enemigos en los potala podría dar lugar a un nuevo enemigo, aún más poderoso que los que conocemos ahora, y que le daría aún más interés a la saga.
No es algo que sea ni novedoso ni impensable. Las subidas de nivel de los enemigos están a la orden del día en Dragon Ball. Y teniendo el precedente de Célula, no es de extrañar que haya un nuevo power up en cuando al Supersaiyan Rose y al cuerpo inmortal de Zamasu.
Veremos a ver qué pasa en el próximo capítulo porque, tengo que admitir, estoy realmente interesado en saber qué pasa. Esto sí que es una saga con trama, y no lo que hemos visto hasta el momento.