Por fin ha empezado el nuevo arco argumental «importante» de Dragon Ball Super. Importante pero, sobre todo, nuevo, ya que es una historia que, al igual que el Torneo de los Universos 6 y 7 cuenta con una historia original y que no se ha contado aún. Al menos hasta que a Toriyama le dé por abrir la boca de nuevo.
La historia de Trunks del Futuro y el misterioso Black se presenta bastante bien y cumple con todos los requisitos para tenernos en vilo, al menos unos cuantos días. Por una parte, volvemos a ver el destrozado futuro en el que viven Trunks, Mai y Bulma (yo me sigo preguntando por qué no se van al pasado todos y a tomar por saco) y por otra veremos al supuesto malo de esta saga: Black.
Por el momento se sabe bastante poco de este individuo pero para una frase que tiene en todo el capítulo, parece bastante reveladora. Black llama a Trunks «saiyajin» y, qué queréis que os diga, me ha recordado (otra vez) a Baby y su odio por la raza en sí.
Sin embargo, dejando de lado esta sensación, todo apunta a que, evidentemente, Black no es Goku, o al menos el Goku que todos conocemos. Pero claro, teniendo ahora como tenemos la teoría del multiverso en Dragon Ball Super, pues puede ser cualquier cosa: un Goku de otro universo del futuro, Bardock… Aunque yo no apuesto por ello, ya que parece de trata despectivamente a los de su raza.
En contra de esto, hay que decir que ver a Black haciendo un kame demuestra que tiene, al menos, el conocimiento de las técnicas de Goku, lo cual lo hace, cuanto menos, aún más misterioso.
Más detalles de este Black que podemos sacar y que puede que sean útiles en algún momento de la vida: solamente lleva un pendiente pothala (llamémoslo así por el momento). Todos los Kaio-shin que hemos visto llevan dos, y Vegeku/Vegetto también necesitó el otro par para fusionarse, por lo que, más allá de la estética, algo tendrá que ver con toda la trama.
Por cierto, tiene la misma voz que el Goku que conocemos y hay que decir que no le queda demasiado bien hacer de malo… Nada bien.
Nos queda también la incógnita del personaje que aparece en el opening nuevo y que no hemos visto aún en la serie. Esa especie de Kaio-shin de color verde y que aparece en plan diva deprimida, cayendo del infinito y mirando por la ventana. Perdonad la burla, pero me ha resultado muy cómico y gracioso. ¡Leñes! Que se supone que es un dios… o al menos lo parece.
Con todos estos elementos, parece que por fin se prepara una saga larga, con trama y con historia. Hay muchas cosas que contar y que resolver y esperemos que las cosas sean más interesantes que las que hemos visto hasta el momento.Y podrían haber empezado por el capítulo de hoy en el que Trunks ni se transforma para enfrentarse a Black. A lo mejor es para no perder el nuevo tinte que se ha puesto y que le cambia el color del pelo de lila a turquesa. No hay quien entienda a estos saiyajins…
Al menos, las partes menos intensas del capítulo vuelven a ser graciosas, y ver, por un lado, a Goku y Piccolo pelear por recolectar la cose cha y, por otro, a los dos saiyans y a Bills y Wiss comer en plan picnic mientras explican el poder de Zeno, no tiene desperdicio.
Ahora toca esperar a la semana que viene que, por lo que hemos visto, promete. Trunks llegará al pasado y se va a encontrar con el Trunks de este tiempo, y parece que al pequeño no le va a sentar demasiado bien esa paradoja temporal. Más allá de eso, a ver cómo reaccionan los personajes poderosos en esta trama, como nuestro dios de la destrucción Bills, o nuestro Patrullero Intergaláctico, Jako.