Ah, que os pensábais, ¿que os íbais a encontrar un sandbox-RPG?. Pues parece que Dragon Age: Inquisition estará lejos de eso. Que sí, que tendrá muchas zonas para explorar, pero de ahí a considerarlo mundo abierto, dice Mike Laidlaw, de Bioware, que no nos flipemos:
«Mundo abierto» es una expresión demasiado amplia, porque todo el mundo piensa inmediatamente en Skyrim, y asume que será necesariamente como Skyrim. En este caso, lo que hay son amplias áreas para visitar. Digamos que es un juego «multiregión», en el que usas un mapa del mundo para viajar. Viajas por cada zona del contienente en el que transcurre el juego, y cada zona tiene un propósito, tiene una razón por la que has ido allí.
Eso no quiere decir que tengan siempre que ver con la historia, porque una historia guiada es la antítesis del descubrimiento, ¿verdad?. Pero cuando tu descubres cosas, deberías tener la sensación de que tienen sentido, no de que están ahí aleatoriamente. Podría decir que hay elementos de mundo abierto, pero es algo más como en Baldur´s Gate o en DA: Origins, aún cuando hay áreas más grandes y la oportunidad de dar una vuelta alrededor y ver una gran variedad de lugares y personajes distintos.
Y con esto acuñamos el término «multiregión». Ha quedado claro que el que esperara un nuevo Skyrim puede ir quitándoselo de la cabeza. Veremos que da de sí este Dragon Age: Inquisition, que saldrá el año que viene en PlayStation 4, Xbox One y PC.
Vía RPS