Humanos con ADN de dinosaurios y otras cosas locas nos esperaban en Jurassic Park 4, sin embargo la serie se mantuvo conservadora.
Tras el estreno de la irregular Jurassic Park III en 2001, la famosa saga jurásica de Steven Spielberg cayó en un hiato que duró 14 años hasta el estreno de Jurassic World. Pero lo que mucha gente desconoce es que hubo diferentes tentativas para rodar Jurassic Park 4, una cuarta parte que nunca se hizo realidad y que planteaba varias ideas de lo más inverosímiles, desde humanos con poderes aumentados a híbridos entre humanos y Velociraptores conocidos como Raptorman; una auténtica locura. Y coincidiendo con el estreno de Jurassic World Dominion, queremos hacernos eco de una historia que no dejará indiferente a ningún fan.
Así, tras el final “abierto” de Jurassic Park III, se decidió seguir con otra historia centrada en los experimentos fallidos de los humanos con los dinosaurios; tanto es así, que incluso William Monahan (infiltrados) escribió un primer borrador que dejó atónito al propio Sam Neill, el actor que da vida al Doctor Alan Grant: “Steven me dejó alucinado con la historia. Algo alarmante está pasando con esos dinosaurios que no presagia nada bueno para los humanos. Los científicos nunca aprenden…”, aseguró el actor tras hablar con Spielberg y la historia que se traían entre manos. Esto era solo el principio…
Y es que pronto el guion cambió por completo para plantear una historia de lo más loca con terroristas o híbridos de dinosaurios con humanos (el citado Raptorman), solo con el ya desaparecido Richard Attenborough de las anteriores películas, de nuevo, en el papel de John Hammond. Y sí, existen artes conceptuales; desde luego, la historia no tiene desperdicio. Tanto es así, y a grandes rasgos, Hammond encarga a un ex-marine que recupere varios dinosaurios que quedaron sueltos, todo ello a través de una nueva especie de humanos con poderes aumentados que crearía el propio filántropo.
El caso es que los archivos del proyecto, por alguna razón, siguen en el bote de crema de afeitar que Nedry pierde en la película original, con lo que el ex-marine debe regresar a la Isla Nublar para recuperarlo. Aunque todo sale mal y es capturado, despertando en los alpes suizos en los aposentos del Barón Von Drax, cuyos experimentos genéticos han dado a luz un híbrido entre humano, perro y Velociraptor.
Por alguna otra extraña razón, el ex-marine es capaz de dominar a los híbridos con ¡chalecos antibalas! (¿os suena al control de los Raptores en Jurassic World?) y cuya misión ahora es rescatar a una niña secuestrada por unos terroristas en Tánger. Tras su exitosa misión, los híbridos finalmente se rebelarían en contra de sus amos, llegando al final de la historia. Por suerte, Steven Spielberg no dio luz verde a este auténtico disparate para dejar la franquicia en reposo hasta el “reboot” de Jurassic World y el más reciente crossover entre ambas sagas con Dominion.
Fuente: Collider