El eterno estreno ha llegado. Tras pasar por diferentes manos, el Caballero Oscuro ha encontrado su nuevo hueco en la gran pantalla. Os contamos qué encontraréis en nuestra crítica de ‘The Batman’.
Títulos como ‘Seven’ o ‘Zodiac’ son mencionados para hablar de ‘The Batman’. Para hacer honor a la verdad, no se equivoca el tiro. La nueva cinta del Caballero Oscuro tiene más de ellas que de otras propuestas del propio personaje. Aunque también es cierto que es una comparación un tanto light.
La película dirigida por Matt Reeves tiene más de thriller policíaco que de fanfarria superheroica. Es la oscuridad que buscaba Zack Snyder en sus filmes y que no supo encontrar. Es la otra manera de hacer películas basadas en cómics que tan bien funcionó con ‘Joker’.
‘The Batman’ es un ejercicio inmaculado a la hora de llevar un cómic a la gran pantalla. Hacerlo no implica ralentizar una imagen ni calcar viñetas con kilos de CGI. Implica contar una historia en un medio distinto al de las páginas. Y eso la película lo hace sobradamente.
Decía que quedaba un poco light en esas comparaciones tan recurrentes. El motivo es simple: ‘The Batman’, al final, está dirigida a un público mayoritario. Es imposible calcar la atmósfera de aquellas cintas, más adultas, sin que penalice la calificación por edades. Warner no lo tuvo en cuenta para ‘Joker’, pero sí para el oscuro héroe de Gotham.
También decía que Reeves cuenta una historia de manera sobrada. Es cierto, en parte. La adaptación del personaje es fantástica, aunque la narración se hace en ocasiones tediosa, fruto de la excesiva longitud de su metraje.
Nos encontramos en una Gotham más similar a una gran ciudad como Nueva York. Atrás quedaron los diseños góticos de antaño y el artificio de Snyder. La similitud más acertada se encuentra en la trilogía de Christopher Nolan. Batman lleva tan solo dos años combatiendo el crimen. Es, por lo tanto, un novato y, como tal, asumimos que va a cometer errores de principiante.
Enigma, desquiciado
Su principal lucha es contra Enigma, villano elegido para la ocasión, aunque otros habituales maleantes de Gotham también tienen su cuota de protagonismo. Falcone y Pingüino son parte importante de la trama. Al igual que lo son Catwoman y Jim Gordon.
En este punto tengo que reconocer que no sé qué pensar del Enigma de Paul Dano. En ocasiones me parece brillante. Su presencia es intimidante: no le hace falta un físico imponente para dar auténtico terror. Dano clava los momentos más espeluznantes y la puesta en pantalla es extraordinaria.
Sin embargo, el punto negativo se encuentra en la propia trama del personaje. Los puzles y enigmas no son excesivamente complicados. Reeves ha tratado de mostrar la monstruosa locura del personaje en pantalla y se ha olvidado de la parte más importante del mismo. Me gusta este Enigma desquiciado, pero esperaba mucho más de las adivinanzas y no una búsqueda vulgar en Google.
La simpleza de los enigmas repercute también en Batman. El mejor detective del mundo tiene problemas para resolver alguna de ellas, por lo que la trama da vueltas sin sentido mientras que el espectador grita la respuesta desde su butaca. Asumimos en este punto lo dicho con anterioridad: Batman está comenzando su lucha contra el crimen —aunque curiosamente tiene controlado lo de repartir a los villanos—.
Y si hablamos de dar vueltas sin sentido tenemos que hacer referencia también a Catwoman. Es otro de los personajes que está espléndido y en pantalla su presencia es incluso relajante. Tanto que se tiene la impresión de que su trama interrumpe la principal y es el motivo de la duración excesiva del filme.
Reeves consigue algo muy complicado: querer al personaje y al mismo tiempo desear que no salga más. Es difícil de explicar, pero te levantas de la butaca con esa amarga sensación.
Un magnífico Batman
Si habéis llegado a estas alturas de la crítica, seguro que estáis esperando a que resuelva la duda: ¿es Robert Pattinson un buen Batman? Pattinson es un Batman excelente, y Reeves le da una fuerza espeluznante.

Si alguien tenía dudas con la elección del actor —como yo al principio—, que se las vaya quitando. Pattinson le da un aire de tristeza absoluta a su Bruce Wayne. Da igual que vaya vestido de traje y corbata o con el disfraz de héroe. Bruce es Batman y Batman es Bruce. El orden no altera el producto: Pattinson es Batman.
El intérprete genera un personaje distante y distinto a otras versiones. Triste. Destrozado por dentro. A muchos os parecerá una tontería, pero que —por fin— se elimine el fallo de racord al quitarse la máscara —y se deje ver el maquillaje negro en los ojos— es una solución brillantísima para mostrar más si cabe su tortura interna.
Sus pasos, su fuerza desmedida, su rabia. Y su redención. Porque al final la película trata de la redención. De cómo Batman pasa de una búsqueda inicial a convertirse en todo lo contrario antes de los créditos. Estamos, sin duda, ante el nacimiento del personaje. La fuerza de la película radica ahí. Todo gira en torno a Batman y el trabajo es realmente magnífico.
‘The Batman’ es, en definitiva, una de las mejores encarnaciones del personaje en pantalla. No es perfecta, quizá ni busque serlo, como el personaje. Hay que tener en cuenta a la hora de verla que no es una película de acción pura. No esperéis ver una sucesión tras otra de set pieces. Las hay, evidentemente, y están rodadas con gusto exquisito —el nuevo Batmóvil es alucinante—, pero es una cinta policíaca y hay que tenerlo muy claro antes de sentarse en la butaca. No obstante, si de verdad eres fan del personaje, la película da todo lo necesario para disfrutar de lo lindo.