A comer que son dos días. Y ya luego si eso peleamos un poco en One Piece 791. Para qué avanzar en trama cuando puedes pasarte medio capítulo comiendo dulces.
Tras el subidón del capítulo de la semana pasada, One Piece 791 vuelve a la tónica general: a comer. Y a comer dulces, que es lo que están haciendo los Sombrero de Paja últimamente. No sé cómo se las apañan. Cuando me como un par de galletas ya acabo saturado. Por no hablar de un vaso de zumoe.
Pero bueno. La cosa es que este capítulo es un preámbulo de lo que viene. Sin más pretensiones que entretener y sacarnos una sonrisa. Hasta la animación es bastante floja, por no decir prácticamente nula.
Nos vamos a encontrar con más de medio capítulo en el que no pasa absolutamente nada. Bueno, nada más allá de ver cómo Luffy y compañía se vuelven locos comiendo dulces. Caramelos, zumos, merengue, pastel, piruletas… Y sigo sin saber cómo narices se las apañan para que no haya hormigas. Bueno, en el mar las había… pero aquí no. Qué sitio más raro.
Luffy vs Luffy
Lo que que queda claro en todo One Piece 791 es que algo va mal. Sanji no debería huir de sus compañeros. Explicarle las cosas, vale. Negarse a ir con ellos, vale. Pero no simplemente llevarlos por ahí a lo que, posiblemente, sea una trampa. Y que Nami sea la única en darse cuenta de «algo»… Esto siempre me fastidia. A ver, llevan un montón de cosas vividas. ¿De verdad no tienen idea de cómo van las cosas?
Están en territorio de Big Mom. En su propio castillo casi. Y aún así están tan despreocupados. Vale que Luffy tenga el cerebro de goma, pero el resto no.
La trampa ya se termina de confirmar cuando aparece el otro Luffy que, como dice Chopper, es un reflejo del original. ¿De dónde sale y cómo aguanta las hostias del capitán? Lo que podría haberse resuelto en este capítulo solamente ha empezado un poco. Lo dicho, 90% de comer dulces y un 10% de trama.
Al menos esperemos que la parte de Brook y Pedro sea más interesante. Ellos van a hacer un tipo de misión que no suelen hacer en One Piece: la infiltración. Y precisamente por eso no llevan a Luffy con ellos. ¡Algo sensato por dios!
Una trampa para la semana que viene
Así pues, nos quedará por ver la trampa en la que han caído los chicos. Pero eso no será hasta la semana que viene. ¿Quién andará detrás de estos «dobles», «ilusiones» o lo que sea?
Y sobre todo ¿cuándo llegará Jimbei a salvar el día?