El comienzo de la saga de Wano parece llegar a un punto más tranquilo. Uno en el que nos van a contar, por fin, algo más de los misterios que oculta el país. Y las bases las sienta el manga de One Piece 918.
Después del lío que ha montado Luffy, rememorando la hostia que le dio al tenryuubito en Shabaody, parece que la cosa se calma un poco. El manga de One Piece 918 hace un pequeño parón para cerrar el «pago» de Luffy a los cuidados de Tama. Pero, por desgracia para los Mugiwara, abre la veda a la aparición, ya mismo, del emperador Kaidou. Y esto sí que puede ser una locura.
No sé qué pensaréis vosotros, culpables. Pero no veo, aún, a Luffy preparado para enfrentarse a un Yonkou.
El sufrimiento del país de Wano
Todas las sagas de One Piece tienen una crítica a algo que pasa en el mundo. El nuestro. Que si el gobierno en las sombras, que si las mafias, que si los abusos familiares, que si el racismo… Hay muchas críticas que se plantean. Pero la de ahora queda bastante clara: el hambre y el despotismo de los que se creen con el derecho a tener algo tan básico como agua y comienda mientras el resto solo tiene las sobras o se muere de hambre.
Ya lo ha ido mostrando poco a poco durante la presentación. Pero en este capítulo ha ido un paso más allá y ha dejado viñetas realmente duras. Hay una, en concreto, en la que parece que una madre está a punto de matar a su hijo para que no muera de hambre.
Sin duda alguna, es uno de los dibujos más duros que nos vamos a encontrar en el manga de los piratas. No es una imagen principal, pero desde luego, sí que es toda una crítica y una muestra del dolor que sufre, en este caso, Wano. Pero en realidad, lo que pasan muchas personas en el mundo, y por culpa nuestra.
Luffy y Ace
El hecho de que Ace haya muerto hace mucho tiempo parece que no ha hecho que Oda se olvide de él. Ni si quiera, que lo quite de un plumazo de la historia principal. Ya vimos cómo usaba el «legado» de puño de fuego para atraer a los Mugiwara a Dressrosa y ahora parece que será algo importante en la vida de Tama y en la saga de Wano.
No es la primera vez que Tama hace referencia al hermano de Luffy y a su parecido. Pero por si quedaba alguna duda, la muchacha ha visto ahora mucho más en el capitán de los Mugiwara.
Entre la hostia que le mete a Holden y la frase que le dice a la muchacha, queda claro que los dos compartían el mismo corazón y el mismo ideal. La pregunta ahora es cuándo se revelará el vínculo entre la chica y Ace.
La trama de Wano
Toda llegada a una nueva isla esconde, siempre, una trama. A veces es más oscura, a veces es más simple. La de Arabasta resultó ser mucho más complicada de lo que parecía en un principio. Y la de Dressrosa realmente tenía un trasfondo muy siniestro y cruel. Sin embargo, Skypiea era algo bastante más simplón, al igual que la de Thriller Bark.
En este caso, parece que las cosas se complicarán mucho. Hay demasiadas cosas en el aire, y hemos visto fragmentos de Wano desde hace mucho tiempo. Recordad, que el primer contacto con un samurái fue en Punk Hazard. Allí conocimos a Kinemon y a Momonosuke. Y a ambos los hemos ido arrastrando durante los arcos de Dressrosa, Zou y, en segundo plano, Whole Cake Island.
Evidentemente, la historia de la familia de Momonosuke es muy importante, ya que aspira a convertirse en el líder de Wano (algo así como Vivi en su momento). Pero parece que no es lo único. Posiblemente, conozcamos algo acerca de esta parte de la historia con los fantasmas de los que habla Law. Pero no creo que sea algo tan simple.
Tampoco nos podemos olvidar de que Law quiere derrocar a Kaidou, y no sabemos exactamente el motivo. Para deshacerse de él ha perdido su título de Shichibukai al aliarse con Luffy, se ha enfrentado a DoFlamingo y toda su familia y ha ayudado a los samuráis en Zou y ahora en Wano. ¿Qué hay tan importante en la mente de este pirata para que sea capaz de llegar tan lejos?
Como digo, son muchas cosas que nos tienen aún explicación. Y si a eso le sumamos la más que inminente llegada de Kaidou y de Big Mom (y espero que la de Shanks para equilibrar las cosas), las cosas se pueden poner muy, pero que muy chungas.