Twin Peaks ha vuelto en plena forma. David Lynch no ha tardado demasiado en dejarnos con cara de lelos sin saber lo que ocurre. Os lo contamos en nuestra crítica de Twin Peaks 3×01 y 3×02.
25 años no son nada. O son mucho. Showtime, David Lynch y Mark Frost han recuperado la serie que cambió la forma de hacer televisión para nuestro bien. Ya hemos podido verla y esta es nuestra crítica de Twin Peaks 3×01 y 3×02, los dos primeros episodios de la nueva temporada. No nos han defraudado.
La serie ha cambiado. Eso no se puede negar. No solo han envejecido los personajes, sino que su planteamiento es muy distinto a lo que se nos presentó en 1990. Aunque la esencia principal sigue presente.
La nueva temporada no es para paladares delicados desde luego. Comienza tal y donde la dejamos hace cinco lustros, pero pronto uno se da cuenta que su salida inmediata de las fronteras que limitan el pequeño pueblo. Literalmente además. Twin Peaks ya no tiene lugar solo en la localidad que le da nombre, sino que, por sorpresa, se expande a otros lugares, como la ciudad de Nueva York, donde una misteriosa caja de cristal parece tener obnubilado a un nuevo personaje.
El primer episodio causa una brillante confusión. Empieza en la Logia Negra con sus correspondientes escenas rodadas al revés. El gigante da inicio al capítulo junto con el agente Cooper. Sin embargo, pronto la historia se aleja de lo conocido y se adentra en un sinfín de nuevos personajes y situaciones absurdas marca de la casa. En ocasiones aparecen personajes clásicos para recordarnos que estamos viendo Twin Peaks, pero la mayoría del tiempo necesitaremos unos segundos para situarnos.
Crítica de Twin Peaks 3×01 y 3×02: bendita locura
A medida que pasan los minutos, la situación se aclara, más o menos. Todo lo que ocurre parece que tiene que ver con el agente especial Cooper y Bob, el siniestro espíritu que ya hizo de las suyas en el caso Laura Palmer. No obstante, falta mucho por conocer de todo lo mostrado en el episodio uno. Situar a todos los nuevos personajes se nos antoja lo primero a realizar.
El segundo episodio recupera en parte la esencia de Twin Peaks. La mayor parte del tiempo transcurre en la Logia Negra y nos da alguna «explicación» de lo que ocurre allí, por qué está cierto personaje dentro y cuál es la llave de su salida. Aclaran por fin una de las incógnitas clásicas de la serie, aunque abren otras quinientas y su forma de hacerlo no conduce por un camino liso.
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Crítica de Twin Peaks 3×01 y 3×02: ¿hay diferencias entre 1990 y 2017?
Las diferencias entre la anterior temporada y la nueva son evidentes. Lynch intenta unir ambas con los personajes que todos conocemos y con localizaciones familiares. Sin embargo, la aparición de la nueva historia no se percibe en un primer momento. ¿A qué nos enfrentamos en la nueva Twin Peaks? Por el momento, se desconoce.
En 1990 teníamos claro que el asesinato de Laura Palmer iba a mover los hilos de la serie, pero en 2017 no hay un transcurrir claro de los acontecimientos. Si es que eso puede existir en Twin Peaks. Sorprende en un primer momento que se salte a una ciudad como Nueva York y otras localizaciones. Los nuevos personajes dejan una sensación extraña y el apartado sonoro de la serie también difiere. Anteriormente, la música no dejaba de sonar. En los nuevos capítulos, los silencios imperan en gran parte del metraje. Muy de agradecer por mucho que Angelo Badalamenti sea un maestro.
En definitiva, el regreso de Twin Peaks nos ha gustado. Hay momentos en los que no se entiende lo que ocurre, pero ya contábamos con ellos. Descolocan los nuevos personajes y la historia se desconoce por donde va a tirar, pero no parece perder la identidad en ningún momento. Hay además momentos sobrecogedores, de auténtico pavor utilizando lo mínimo. El comienzo de la nueva Twin Peaks es una maldita locura. Y no podemos estar más felices por ello.
¿Qué te ha parecido la vuelta de la serie de Lynch y Frost? Esperamos tu crítica de Twin Peaks 3×01 y 3×02.