Una nueva película española. Un nuevo atraco. Un nuevo thriller. Y Luis Tosar de protagonista. ¿No parece todo igual últimamente? Os lo contamos en nuestra crítica de Plan de Fuga.
El cine español está inundado de thrillers. Afortunadamente, nos ha dado magníficas películas con las que sentirnos orgullosos fuera del otro cine que se hacía no hace tanto tiempo. Pero hace un par de propuestas que comienza a dar signos evidentes de cansancio. Incluso de agotamiento. La crítica de Plan de Fuga os va a contar precisamente eso. ¿Te acuerdas la película en la que salía Luis Tosar de atracos de bancos? Sí… ¿pero cuál de ellas?
Plan de Fuga está dirigida por Iñaki Dorronsoro y protagonizada por Alain Hernández, Javier Gutiérrez, Alba Galocha,Itziar Atienda y uno de los rostros más utilizados por nuestro cine, Luis Tosar. Que Tosar esté en todas tiene un aspecto positivo, demuestra en cada minuto de metraje lo bueno que es, pero cuenta con otro negativo: el espectador acaba por desubicarse en películas de corte semejante en la que sale el brillante actor… y más si está acompañado por Javier Gutiérrez.
Quizá el problema en la repetición de rostros no sea precisamente esa. Pero en Plan de Fuga también tenemos que ni guion ni puesta en escena es efectiva. El personaje principal, interpretado por Alain Hernández, se encuentra confundido y no sabe por dónde salir. Igual que el filme. La base general es que nos encontramos con un thriller policiaco más. Sin embargo, Dorronsoro se equivoca gravemente en la mezcla de géneros y los giros de guion no son creíbles.
En lugar de adaptar la historia y centrarla en recorrer un camino en concreto, las vías en las que se divide el camino hace no saber cuál tomar. Las relaciones de amistad tienen más presencia incluso que el propio atraco a cometer, pero luego también tenemos una investigación y una familia que atender. Toca todos los palos pero no termina de enganchar ninguno de ellos.
Crítica de Plan de Fuga: Luis Tosar y Javier Gutiérrez, como siempre
Las interpretaciones de Tosar y Gutiérrez vuelven a ser magistrales. Muy atentos a la transformación en yonki sin remedio del segundo. Pero Hernández da la sensación de no saber qué hacer en ningún momento, aunque en los primeros minutos da otra impresión. Peor están las intérpretes femeninas, las cuales ni están ni se las esperan. La culpa no es de ellas, sino de un libreto que las trata sin importancia alguna y que solo aparecen para “alegrar” el momento al protagonista principal y plantearle una pequeña duda. No tienen trasfondo alguno dentro de la película.
El atraco al banco, eje principal de Plan de Fuga, comienza interesante, pero al igual que todo lo demás acaba diluyéndose en el cajón de las cosas sin importancia. Sobre todo tras un desenlace cercano a lo estúpido.
En definitiva, Plan de Fuga no logra su cometido de entretener en todo su metraje. El filme empieza con fuerza, pero a medida que pasan los minutos la atención del espectador pasa a centrarse en su muñeca en busca del reloj para entonar la pregunta fatídica: ¿falta mucho?