La ambientación espacial ha vuelto a cubrir una importante cuota en la gran pantalla. Gravity e Interstellar nos devolvió el interés por el espacio. Con La llegada hemos vuelto a preocuparnos por los invasores del espacio. ¿Existe la vida en otros planetas? Life (Vida) responde a esa pregunta.
Este año tenemos en la agenda varias citas con aventuras espaciales. La más obvia es la continuación de Star Wars, pero también pasaremos por la mira de Guardianes de la Galaxia. Ambas son fantasías de aventuras, aunque en el género del terror no podemos pasar por alto la vuelta de Alien. Con Ridley Scott. Al menos a priori. El nuevo trabajo del director Daniel Espinosa no puede negar que bebe de la misma fuente que el octavo pasajero. Nos ofrece una nueva odisea espacial de arquetipo clásico, pero sin darnos demasiado. Esta en nuestra crítica de Life (Vida).
En la cinta, una expedición espacial rescata unas muestras de tierra recogidas en Marte. En ellas encuentran un asombroso hallazgo que cambia la concepción de la vida en la Tierra y responde a la eterna pregunta, una vez más en el cine, de si estamos solos en la galaxia. Evidentemente, no.
Un pequeño organismo, aparentemente inofensivo, centrará toda la atención mundial. Incluso tenemos la osadía de ponerle un nombre en plan mascota doméstica o de Juegos Olímpicos. Pronto la ‘mascota’ dejará de ser un tierno momento para convertirse en una auténtica pesadilla para los astronautas de la estación espacial.
Life (Vida) no rompe estéticamente con lo estipulado en decenas de películas espaciales. En casi todo su desarrollo predominan los planos cerrados para potenciar la angustia de los protagonistas y crear la tensión necesaria. Tanto la dirección como la fotografía consiguen su cometido con cierto dominio, pero falla lo principal: el guion del filme se despedaza en trozos bien empezada la cinta. Es muy llamativa la presentación de los personajes, con la cámara siguiendo las diferentes estancias de la estación en la que se encuentran, pero entre ellos su relación parece demasiado artificial.
Crítica de Life: una nueva cinta para mayores de 18
La película sigue la cada vez más extendida norma de la calificación R (mayores de 18 años), con la que supuestamente se pierde espectadores masivos para ganar calidad entre la audiencia. La cinta no logra un resultado óptimo, y hasta da la sensación de haber desaprovechado la ocasión. La calificación para mayores no es lo único que te deja un poco frío.
La oportunidad de mostrar a un grupo de personas combatiendo una amenaza también se pierde. Sí, existe un pequeño grupo de astronautas, pero a la hora de la verdad no se unen contra el extraterrestre, y cada uno hace la guerra por su cuenta, como si pidieran la vez.
Al menos los protagonistas cuentan con momentos de mayor o menor peso según el momento. Alguno de ellos esconden su real protagonismo al inicio de la cinta, y son otros los que aparentan mayor fuerza dentro de la trama. Espinosa logra sacarse ese pequeño as de la manga que justifica, por poco, el visionado de la cinta.
Crítica de Life (Vida), conclusiones
La clara inspiración de Alien no beneficia en nada la película. Daniel Espinosa logra un trabajo notable detrás de las cámaras y el grupo que forma el elenco responden con acierto. Sin embargo, Life (Vida) transcurre de forma anodina con resultado predecible. No da nada al espectador. Es una odisea espacial más sin una pizca de sal que la aderece.