Veníamos con miedo. Muchísimo miedo de cómo podría haber salido esta película. Retrasos, rumores, cambios en la plantilla… Nada apuntaba en una buena dirección en este flashback en la historia de uno de los protagonistas de la saga. Pero mira tú por donde, tal y como os diremos en la critica de Han Solo: Una Historia de Star Wars, casi lo han bordado.
Si tuviésemos que compararla con algo, desde luego no serían las películas numeradas. Más bien sería el otro spin off, Rogue One. Y si ponemos una al lado de la otra, en casi todo (menos el final) sale ganando Han Solo.
Vamos a diseccionarla, sin spoilers, un poco más.
Han Solo nos cuenta la historia de Han Solo. Ni más ni menos. Y en ese sentido está genial. No busca ser la epicidad en película como un Episodio VIII o un Infinity War. Para nada. Su objetivo es contarnos de dónde sale este pilluelo y qué circunstancias le rodean en esos momentos. Y cumple.
Quitando un poco del principio, donde el ritmo flojea y hay situaciones bastante forzadas, el resto de la película consigue mantenerte atento a ella. La historia tiene sentido. No se trata de un cúmulo de situaciones que no llevan a ningún sitio. Todo está hilado y no hay (en exceso) elementos que se vean forzados en ella.
Además, las escenas de acción son realmente espectaculares y con una duración aceptable. No cansan y no sobran.
En definitiva, que pese a todos los problemas que han tenido, Han Solo consigue lo que no esperábamos. Hacernos pasar un rato más que entretenido y dejarnos con muchas ganas de más. Y todo ello, con una historia que no es ni de Jedi, ni de Skywalkers ni de nada por el estilo. Es, simplemente, una historia de aventuras.
A diferencia de Rogue One, Han Solo ha conseguido traernos a la pantalla unos personajes creibles. Tienen sus aspiraciones, su trasfondo y su carisma. No son meros monigotes con un par de habildiades que aparecen y desaparecen.
Por encima de todos destaca Lando Calrissian (Donald Glover). El personaje transmite lo que tiene que transmitir y, literalmente, se come la pantalla cada vez que aparece. No es el protagonista, pero porque así no lo requiere el guión. Porque por actuación, desde luego es el mejor.
Han Solo (Alden Ehrenreich) consigue hacer un papel bastante decente. Nos lo creemos muchas veces como si realmente fuese un pequeño Harrison Ford. Sin embargo, aún le queda bastante para verlo al cien por cien como tal. Sin embargo, después de todo lo que ha pasado con el rodaje hay que admitir que cumple con todo lo que se le pide.
Las poses, la actitud y los gestos coinciden y se asemejan a los de su predecesor. No rompe el ritmo y no deshace el personaje, que era lo que más temíamos. Así que, ha sido una grata sorpresa para todos.
Casi todos los secundarios que aparecen (especial mención a L3) también consiguen llenar la pantalla con su carisma. No se hacen pesados ni parece que estén para rellenar hueco. Los que tienen que estar, están. Sin embargo, sí que me flojea un poco es el personaje de Paul Bettany. Es el único que podríamos decir que chirría en todo el engranaje de Han Solo.
Es un malo demasiado al uso que rompe con todos los demás. Al menos en esquema. No se entiende qué hace ahí ni tampoco llega a darle ese toque interesante y de maldad. Cosa que, casi al final, sí que consiguen otros personajes.
Entre que ya conocemos a la mayoría de los personajes que aparecen (Solo, Lando y algunos más) y que el argumento es realmente simple, Han Solo no destaca por sus giros argumentales. Quizás alguna que otra sopresa puedas llevarte en la recta final de la película. Pero nada que no se huela desde los primeros minutos o desde determinadas frases lapidarias.
Sí que es cierto que, como habrás leído por ahí ya, hay una sorpresa muy espectacular y que te puede dejar algo descolocado.
Precisamente por esa aparición y por cómo termina la película, quizás la mayor sorpresa de todas es que podemos encontrarnos frente a un inicio de serie. Es decir, lo más seguro es que sepamos más de este joven Solo o de algunos de los personajes que aparecen en esta historia.
Y, a diferencia de en otras ocasiones, hay que reconocer que tenemos ganas de verlos. Hay muchos personajes con fuerza y con mucho interés que nos han dejado un poco en ascuas. Se ve que no han cerrado su ciclo en Star Wars.
No creo que tengan un recorrido o una gran importancia en la saga principal, pero sí que pueden tener su hueco en nuestros corazones. Sobre todo si lo hacen bien.
Si te gusta Star Wars, tienes que ir a verla. No es una gran película, como los episodios numerados, pero sí que consigue saciar todas las ganas que teníamos de verla.
Los personajes son carismáticos, la historia tiene su hilo argumental fuerza, sin ser excesivamente épico. El ritmo es muy bueno y todo encaja a la perfección con el universo de las películas, el canon.
Así que, si me preguntáis qué os recomiendo, mi respuesta es id a verla.
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