Televisión Española manda al banquillo una temporada su serie sobre viajes en el tiempo. Un banquillo que además estará más concurrido cuando se decida a devolver la emisión a los fans.
Con la crítica de El ministerio del tiempo 3×06 me toca despedirme durante unos meses de la serie de ficción. A mí y a todos los seguidores. Televisión Española tiene la exasperante tradición de trocear las temporadas de sus producciones y emitirlas a gusto. Los viajes en el tiempo no han sido los únicos perjudicados, a bote pronto se me ocurre Águila Roja.
El ente público tampoco ha sido muy afortunado al seleccionar el hashtag para seguir el capítulo en las redes sociales. El lumbreras encargado ha destrozado la historia del episodio. Un rótulo impreso durante toda la emisión ha ido dejando claro que algo iba a ocurrir con uno de los personajes o alrededor de ellos. Un spoiler de muy mal gusto para todo aquel que se haya percatado.
Crítica de El ministerio del tiempo 3×06, a pesar de todo es fantástico
La inoportuna selección para las cada vez más invasivas redes no ha podido llegar en peor momento. El sexto episodio ha sido un capítulo fantástico, en el que se han mezclado emociones en varios frentes. Ha sido además el que más centrado ha estado en los personajes principales, dejando de lado la historia de nuestro país.
El capítulo se ha desarrollado en 1881, en pleno reinado de Alfonso XII. Un atentado está cerca de acabar con la vida del Rey, con lo que la patrulla tendrá que volver a intentar solventar la papeleta. El racismo de la época es el protagonismo en parte del capítulo, pero simplemente ha sido un contexto histórico en lugar de ser el principal motor. El capítulo está construido para uno de los protagonistas. Una historia tan bien escrita como de costumbre con un componente de emoción que, aunque ya lo hemos vivido con anterioridad, sumergerá a los fans en un sentimiento de tristeza.
El ministerio tendrá que continuar pese a lo sucedido en este último capítulo. En realidad ha sido una forma muy elegante de tratar en la ficción un problema que viene de lejos. Televisión Española no tiene un trato exquisito con su propia obra. El ministerio del tiempo ha sufrido y sufre un maltrato brutal por parte de la “tele de todos”. Los propios creadores de la serie se han quejado en más de una ocasión de todo lo que han tenido que soportar. Dilatan hasta el último momento la decisión de renovar y, cuando finalmente la toman, los directores tienen que rodar capítulos de una hora de duración en tiempo récord. Con todo lo que ello supone para los miembros del equipo y del reparto. Un sinsentido que por fuerza se tiene que notar en la propia historia.
Crítica de El ministerio del tiempo 3×06, conclusiones
En definitiva, nos vamos a un descanso forzado con la incógnita de conocer qué ocurrirá en el futuro. El camino se deja entrever, tampoco hay que ser muy listo para ello, por lo que habrá capítulos e historia suficiente para rellenar cualquier hueco, por muy grande que sea. Se espera que llegue la normalidad más adelante, pero habrá que rezar porque la calidad de la serie no decaiga tras los últimos acontecimientos. La gestión de tve tiene mucho decir al respecto.
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Con la crítica de El ministerio del tiempo 3×06 tenemos que decir adiós por una temporada a la ficción española. La tercera temporada está dejando un halo de pesadumbre en los aficionados, que esperaban unos capítulos con menos incidentes y más similar a sus propias raíces. La trama se sitúa más a menudo en territorio internacional, o con personajes extranjeros, e incluso se permite en ocasiones cambiar la historia.
No obstante, las tramas siguen siendo interesantes. Han aparecido nuevos villanos y personajes antiguos con nuevo rostro y motivaciones. Lola Mendieta, de joven, tiene un futuro asegurado dentro de la serie. Sus matices y sus fechorías pasadas (futuras) mantendrán en vilo a los jefes y compañeros del ministerio.
En Guiltybit hemos seguido con atención la tercera temporada, y lo seguiremos haciendo cuando vuelva. Por el momento, os dejamos los enlaces de las críticas que hemos realizado.