El ministerio del tiempo abre de nuevo sus puertas a otras épocas con el estreno de la tercera temporada. El nuevo capítulo abraza a los más cinéfilos con un homenaje en toda regla al maestro del suspense Alfred Hitchcock.
Los ‘ministéricos‘ están de enhorabuena. Esta frase abrirá con casi total seguridad multitud de artículos con el título crítica de El ministerio del tiempo 3×01. O similar. Pero es que es tan cierta que es imposible no hacerlo. La serie, probablemente lo mejor que ha dado Televisión Española en los últimos tiempos, paradójicamente estaba en la cuerda floja. Muy cerca de su cancelación. La aparición de una nueva temporada hay que celebrarlo.
Los brazos de Netflix acudieron al rescate. La inyección presupuestaria de la plataforma no solo sirvió para crear una tercera temporada, sino que además ha ayudado a crear una producción más sobria en todos los aspectos. La escena inicial del primer episodio de la tercera temporada visualmente supera todo lo visto en las dos temporadas anteriores. No es una casualidad.
La secuencia inicial además es clave para el devenir de la nueva temporada. Aunque la serie estaba en el aire, Televisión Española no otorgó un final a la ficción en la anterior tanda de capítulos. Simplemente acabó el episodio sin un motivo claro por el que continuar y sin cerrar nada. Un error que afortunadamente se ha subsanado con su vuelta.
Teruel es testigo de una conclusión tan esperada como desacertada. En esta crítica de El ministerio del tiempo 3×01 voy a intentar no adelantar ningún aspecto de la trama, pero baste decir que hay un cambio trascendental en la patrulla original. Un cambio que además tendrá un impacto negativo por su especial significado.
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El dinero de Netflix, bien utilizado
El dinero de Netflix también hará que la serie mire más fuera de nuestras fronteras. La plataforma de vídeo bajo demanda estrenará los capítulos en todo el mundo cuando concluya la emisión en la televisión pública española, por lo que los guionistas han abierto su radar e incluirán más personajes internacionales en sus viajes a España para motivar al espectador no español. El primero de ellos es el maestro del suspense, el director de cine Alfred Hitchcock. El cineasta visitó San Sebastián para el estreno de su película Vértigo. De su presencia en territorio español se construyen los primeros pasos de la tercera temporada.
La magnífica filmografía de Hitchcock aparece homenajeada en múltiples escenas. La propia Vértigo lo hace en varias ocasiones, pero también Psicosis, Con la muerte en los talones o Los pájaros, entre otras. Lo mejor del capítulo son estas referencias al cine del director. Aunque a veces se dan situaciones demasiado forzadas.
Si en temporadas anteriores los principales villanos llegaban de Estados Unidos, en la tercera la patrulla del ministerio tendrá que luchar con unos nuevos adversarios, esta vez procedentes del frío ruso, o soviético. Se han presentado las bases de los nuevos enemigos, e incluso una nueva villana descubrirá su presencia. Una villana que de momento queda lejos del nivel mostrado por la «querida» Lola Mendieta. Habrá que esperar acontecimientos.
Crítica de El ministerio del tiempo 3×01, conclusiones
El nuevo capítulo de El ministerio del tiempo regresa tal y como se fue. Esa es la realidad, por lo que el nivel sigue siendo el mismo. Para lo bueno y para lo malo. Sin embargo, la resolución tomada en la escena inicial puede terminar pesando en el futuro. Estamos en una serie de ficción, por lo que todo tiene arreglo con un poco de maquillaje. Pero para evitar giros de guion incomprensibles se podían haber ahorrado ciertos detalles.
No obstante, sigue siendo un ejemplo a seguir. Los escenarios y vestuarios continúan brillando, al mismo tiempo que las actuaciones de casi todo el reparto. El aumento de presupuesto se nota en momentos puntuales con una mayor presencia de escenarios y una fotografía inmejorable, superando lo que ya era excelente.