Llegó el episodio clave para entender lo que está ocurriendo. Algo que veremos a fondo en esta crítica de Bruja Escarlata y Visión 1×04.
Si ya en el tercer episodio (cuya reseña y opinión podéis encontrar aquí) vimos cómo Wanda estaba empezando a mostrar la verdadera naturaleza de esta sitcom, es ahora cuando verdaderamente podemos corroborarlo. Y es que en esta crítica de Bruja Escarlata y Visión 1×04 muchas dudas serán resueltas. Ah, y también nacen infinidad de preguntas y teorías. Por supuesto, si no has visto la serie o no puedes pero en un futuro lo harás, vete de aquí YA, porque está cargadito de spoilers.
Dónde está Westview, a ver que yo lo vea
Olvídate de los homenajes-parodia de las sitcom de los 50s, 60s y 70s (80s aún no, Isaac del pasado). En este episodio volvemos a la “actualidad”. Entre comillas ya que es el momento en el que regresan todos aquellos que fueron evaporados por Thanos durante el chasquido (llamado “el lapso” en Spiderman: Lejos de casa). De esta manera vemos a Monica Rambeau (Geraldine, que no Christine Isaac del pasado) regresar a la vida en una escena sencillamente sublime. Esto responde a esa duda de cómo fue el regreso de aquellos que desaparecieron (básicamente traumático para todos).
Así, conocemos que Maria Rambeau ha fallecido debido al cáncer dos años después del chasquido. Para aquellos que no os acordéis, Maria es la amiga de Capitana Marvel, la cual descubrimos que fundó S.W.O.R.D después de los acontecimientos de la película. Monica vuelve a las instalaciones de la organización, en la que le mandan investigar un caso de desapariciones. Antes de eso vemos una placa en conmemoración a su madre, con el apelativo “Fotón”. Interesante este matiz, ya que aunque el avión de Maria tenía ese nombre, también se conoce a la versión cómic de Monica como tal.
Vamos a ir un poco más rápido porque no nos va a dar en una entrada con todo lo que acontece en el capítulo. Monica se encuentra con el agente Woo (viejo conocido del UCM por su aparición en Ant-Man y la Avispa), con el cual interroga a un par de sheriffs sobre el pueblo de Westview. Esta escena es divertida a la par de misteriosa, ya que uno de ellos niega categóricamente la existencia del pueblo. Algo increíble. ya que justo detrás está el cártel de bienvenida al mismo.
Aquí es donde verificamos la procedencia del helicóptero del primer capítulo, siendo un dron que manda Monica. Después de la desaparición del mismo, es el turno de la muchacha de ser absorbida por este campo de fuerza misterioso. A partir de aquí las fuerzas del gobierno empiezan a movilizar una cantidad de recursos impresionante para descubrir qué ocurre. Es en este momento en el que aparece la doctora Darcy Lewis, otra vieja conocida (y con importancia en el capítulo).
Es precisamente la amiga de Jane Foster la que descubre lo que está ocurriendo en Westview. Calibrando las ondas de radiación que se están generando en la zona consigue captar la sitcom que Wanda y Visión están protagonizando. A partir de entonces comprobamos los esfuerzos de todos para dar nombre a los desaparecidos del pueblo, los cuales son personajes de la serie de Wanda. Además, vemos los intentos de acceder al pueblo y de comunicarse. Por ejemplo, el apicultor es un soldado que accede por la alcantarilla y el mensaje de radio es debido a un experimento de Woo y Lewis.
La parte final del episodio, en la que ambos están visualizando la sitcom, coincide con el momento del tercer capítulo en el que Monica habla con Wanda acerca de Ultrón, en el que la Bruja Escarlata descubre las intenciones de la agente. Además de que en la sitcom se censura la parte (todas más bien) que no le interesa a Wanda, podemos ver qué ocurre realmente en ese momento.
La vengadora utiliza sus poderes para atacar a Monica y mandarla fuera de esa realidad, que está creada por ella misma. Para acabar, comprobamos que Visión verdaderamente esta muerto (oh sorpresa), dando a entender que Wanda está usando el cadáver de marioneta, dotándolo de “vida”. El capítulo termina con el descubrimiento de Monica, confirmando que todo es obra de la Bruja Escarlata, y sobre todo con esa sobrecogedora frase de la misma: “Lo tengo todo controlado”.
Y aquí empieza lo chido
Lo primero que pensé al terminar de ver este episodio fue “Marvel vuelve a su esencia”. Los primeros capítulos, además de parodiar las comedias de los años 50, 60 y 70, eran más introductorios que otra cosa. Por supuesto, generan esa sensación de “algo no va bien”. También recordé a algunos que se quejaban de que esta serie “no es Marvel”, algo que no tiene mucho sentido. Si el UCM ofrece algo nuevo pero que no coincide, por algo será. Es ahora, en este cuarto capítulo, en el que empieza todo lo bueno.
Y eso que estamos hablando de un episodio conector, los cuales suelen ser algo más flojos en líneas generales. En cambio Marvel consigue implementar un ritmo perfecto para mostrar y resolver no ya dudas dentro de la propia serie, sino del universo en sí. La parte del regreso de los desaparecidos es sublime, mostrando tanto la incredulidad de los que no sufrieron ese destino como del shock de aquellos que vuelven a la vida. A partir de ahí el capítulo no tiene ni una parte de relleno. Todo es indispensable y fundamental tanto para entender su conjunto como para el futuro.
La forma de mostrar lo que está ocurriendo con los desaparecidos del pueblo es impactante. Esa escena, aunque dotada de cierta comedia, nos enseña algo desgarrador: Wanda está jugando, literalmente, con los recuerdos de todos los habitantes y de aquellos allegados. Todo para generar esa sitcom en la que convive con un cadáver de Visión.
La introducción a la serie de antiguos personajes del UCM dota de homogeneidad a la misma, además con papeles importantes. Jimmy Woo y Darcy Lewis forman una pareja estupenda en el capítulo, descubriendo poco a poco lo que se está cociendo en Westview. Y la imagen de Wanda es aterradora, ya que nos hace preguntarnos cuáles son los límites para salvaguardar su bienestar.
En definitiva, estamos ante el mejor capítulo de la serie hasta el momento, que regresa a lo que Marvel nos tiene acostumbrados y con muchísimas teorías por delante, las cuales seguramente veamos en otra entrada distinta. Otro motivo más para desear que llegue el viernes.