Crítica de Boruto: Naruto Next Generation 61

El capítulo de esta semana prometía. Y pese a no ser la batalla más épica de todos los tiempos, Boruto: Naruto Next Generation 61 nos ha dejado un buen sabor de boca.

Al final han remontado. Han conseguido que este último combate entre Boruto, Sarada y Shinki ha sido bastante más espectacular de lo que esperábamos. Así pues, esta «salida de lo que conocíamos» hace que Boruto: Naruto Next Generation 61 haya sido de lo mejor de esta saga. Aunque tampoco era muy difícil sobrepasar lo visto.

El dilema de Boruto

Boruto ha hecho trampas. Eso lo sabemos todos. Lo ha hecho porque quería el reconocimiento de su padre, sobre todo. Pero también el de sus amigos.

Realmente, en la cabeza del ninja (o ex ninja) de Konoha se ha visto cómo el muchacho lo hacía por sus amigos. Necesitaba no dejar que los pisoteasen. Lo que pasa es que para conseguirlo, al final, ha pisoteado todo por lo que pelean los ninjas.

Y lo que es peor, el hecho de que haya pisoteado el trabajo de los demás ninjas. Sus amigos, sobre todo. Esto es lo que parece que no ha tenido en cuenta Boruto.

Incluso cuando se le pilla en medio de la trampa,él le echa la culpa a Naruto. Que sí, que puede que no haya estado al lado de su familia lo suficiente. Pero al final, la decisión de usarlo ha sido suya, no de su padre.

¿Cómo harán que se dé cuenta de esto? Sobre todo porque ahora el mal que ha hecho es mucho mayor que el de la película.

Volvemos a la historia original

Desde el primero de los combates que disputaba Boruto las cosas han cambiado mucho. En la película original, ese era el momento en el que el ninja de Konoha era descubierto por su padre haciendo trampas. Sin embargo, para hacer algo más entretenido este arco, los chicos han intentado extenderlo un poco y presentar algo más a los personajes.

Por desgracia, ese intento ha quedado en poco ya que no han hecho nada interesante. Solamente este pequeño comnbate entre Sarada, Boruto y Shinki ha sobrepasado algo nuestras expectativas. Menos mal que uno lo consiguió.

Sin embargo, con el final de este combate, las cosas han vuelto a su cauce original. Naruto ha descubierto a su hijo (por fin) y sus trampas han quedado al descubierto. Y encima, el clan de Ootsuki ya está en el escenario.

 

Lo que pasa es que no todo está cerrado ahora mismo en este sentido. Para empezar, Shikadai ha visto cómo su mejor amigo hacía trampas contra él. Y esto no pasaba en la película.

¿Cómo van a hacer que el muchacho consiga el perdón de sus compañeros. Una cosa es usar esas armas contra «enemigos». Pero otra muy distinta es hacerlo contra amigos. Y a Shikadai esto le va a doler particularmente.

El momento punta del arco

Tras estos combates, y pese a las trampas de Boruto, la cosa se pone más que interesante. Los Ootsuki han aparecido y el momento de las grandes peleas se acerca.

Vamos a ver a los Kages pelear en serio. Y sobre todo vamos a ver cómo Boruto intenta resarcirse de todo lo que ha hecho. Frente a Naruto, a Sasuke y, sobre todo, a sus amigos.

 

Esperemos que esta nueva parte del anime nos muestre una mejor animación. Y si quieren extender un poco las peleas que hicieron en la película, por mi genial. Pero que lo hagan bien. Con cabeza y con una buena dosis de acción.

Nada de enseñarnos peleas cutres como las que vimos en las sagas anteriores o el examend e chuunin. Que llevamos mucho tiempo esperando esto. Demasiado como para que nos vuelvan a dar una leche en las narices.