Boku no Hero Academia 2×14 me ha parecido un capítulo soberbio. No hay grandes combates o similares, pero marca la pauta del anime con un genial ritmo. Y para qué engañarnos, es una pauta que me encanta.
Lo primero que me ha sorprendido de Boku no Hero Academia 2×14 es su nueva intro. En realidad es un síntoma importante de lo que le ha ocurrido al anime. La semana pasada hubo un parón y en los anteriores episodios ya se ha visto el camino que iba a seguir la serie. Pero es ahora cuando ha terminado de adoptar un nuevo tono. Uno más maduro, centrado, propio y carismático.
Este capítulo ofrece pequeñas píldoras de acción entre mucha reflexión y avance. No se limita a presentar al extravagante maestro de All Might, que es una mezcla del señor Miyagi y Muten Roshi, sino que introduce ligeramente a otros héroes y muestra a Stain. Todo lo que ocurre obedece a ese cambio de tono.
Héroes, pero novatos
Midoriya empieza a entrenarse para ser el mejor que habrá jamás, como en cualquier buen shonen. El viaje del héroe del protagonista está empañado por otro buen montón de personajes interesantes. Todoroki decide aliarse con su padre mientras se desmarca de él; decide enfrentarse a sus raíces. Bakugo se topa con un héroe tremendamente formal que le hará madurar a marchas forzadas y sin ninguna piedad. Kirishima y Tetsutetsu aprenderán a ser personas honorables más allá de su gran habilidad…
El episodio es un primer paso hacia lo que aspira a ser la serie. Sin olvidarse de su género y de lo que la hace importante dentro de este género, quiere crecer. De ahí el “enfrentamiento” entre Stain y Shigaraki. Shigaraki es un niñato que actúa por capricho mientras que Stain es un villano mucho más maduro y complejo con ambiciones. Todos los personajes principales, héroes o villanos, tienen ahora un nuevo inicio. A la par que la propia serie. Menos el imbécil de Mineta, que ya se podría pasar la semana de entrenamiento limpiando.
Madurez
Aunque la aspiración de la serie parece que es mucho mayor y va a más, el protagonismo ha ido para Midoriya. Gana con la cabeza el perreno que pierde por la habilidad y empieza a comprender la importancia de One For All. Empieza a manejarla como una peculiaridad porque sabe que es lo que le toca si quiere ser un gran héroe algún día; no puede limitarse a soltar smash mientras se rompe los dedos como un loco. Debe convivir con ella para poder sacar todo su potencial más allá de un crujido. Y gracias al maestro y a su personalidad, lo está consiguiendo.
Este protagonismo no lastra el ritmo del capítulo, que es soberbio. Se toma tiempo para todos los personajes sin desviarse de lo principal, que es el aprendizaje de Midoriya. No pierde más minutos de los necesarios con bromas de Gran Torino, ni con el terror de Stain ni con el drama de Iida. Hay de todo en su justa medida para que el anime avance y evolucione en todas las direcciones. Aderezado con una genial animación por momentos (el pseudo Super Saiyan de Midoriya es genial) y una fantástica música como siempre.
En Boku no Hero Academia 2×14 no habrá acción ni combates. Creo que las interacciones de los héroes novatos con los profesionales define muy bien este capítulo. Se explica lo que es un héroe, no un estudiante de héroe. Hasta en esos momentos se molesta más en abrir las puertas del camino que seguirá el anime a partir de ahora. Uno que, al igual que sus personajes, le llevará a crecer mucho más.