¿Se te están atragantando los jefes de Blasphemous? Pues os mostramos cómo derrotarlos a todos. Las mejores técnicas, sus movimientos, puntos vitales y todo lo que necesitas saber.
Blasphemous es un videojuego «Metroidvania». Siendo un juego español, reconoceréis muchas cosas de nuestra cultura.
Como no podía ser de otra forma, el juego no se basa solo en ir de plataforma en plataforma matando enemigos. También tenemos jefes de Blasphemous que están situados en cada una de las zonas, aunque algunos se nos pueden pasar por alto y otros salen por sorpresa sin esperarlo.
Guardián del Lamento Mudo
Blasphemous empieza de una forma que AMO EN LOS VIDEOJUEGOS: Con apenas un tutorial y acto seguido un jefe. Ese es el Guardián del Lamento Mudo. Lo veremos al fondo del escenario y rápidamente se pondrá a darnos golpes muy violentos que tendremos que esquivar.
Apenas tenemos vida y poder. Menos todavía combos para darle más de tres golpes. Pero al ser el primero es algo fácil y os lo podréis pasar a la primera.
Ten Piedad
Empieza lo ‘chido’ en cuanto a jefes de Blasphemous. Ten Piedad es el primer jefe… el primer jefe serio. Ya hemos descubierto varias zonas del juego, nos conocemos los movimientos del penitente y somos algo más poderosos.
Pero hay que tener cuidado con Ten Piedad. Cuando ataque con el brazo esquivad en la dirección contraria para que no os golpee. Después si veis que os va a dar un pisotón, es momento de cambiar de lado utilizando el botón de vanish. Si siempre nos mantenemos en el mismo sitio nos puede acorralar.
Otro de sus ataques es dejar trozos de hierba por ahí y hacer crecer cepas. A medida que le vamos quitando vida hace crecer más. Lo ideal es esquivar y aprovechar después para golpearle.
Perpetua
Perpetua sale de GRATIS en el juego a lo loco cuando nadie la espera. Al principio puede ser un dolor de cabeza, pero sus rayos son fáciles de esquivar, pues antes del impacto de uno en el suelo aparecen partículas de luz por donde caerá.
El problema de Perpetua es que vuela, así que cuidado y golpead cuando podáis. Una vez derrotada os dará un objeto que os protegerá un poco de los ataques eléctricos. Perfecto para algunas situaciones en el juego.
Nuestra Señora de la Faz Denegrida
La Señora de la Faz Denegrida es un enorme enemigo con un punto débil. Punto débil que encontraréis en su frente y que podréis golpear de distintas formas.
Sus ataques de rayos, bolas y demás se pueden esquivar perfectamente, incluso uno de sus ataques se puede devolver para causarle daño. Su cabeza irá apareciendo y desapareciendo, situándose algunas veces más alta o más baja.
A medida que le quitáis más vida sus ataques se vuelven más locos, así que cuidado con tanto rayo. Podéis utilizar a la mujer que hay cerca de los enfrentamientos para que os ayude. Pero también tenéis que tener en cuenta que se va haciendo vieja con cada ayuda.
Tres Angustias
Este es uno de los jefes de Blasphemous que el escenario complica las cosas. Las Tres Angustias son tres enemigos que os atacarán de distinta forma. Tendréis que tener cuidado con sus ataques mientras el escenario se va consumiendo por las llamas.
Una vez les hayamos quitado bastante vida, las Tres Angustias se juntarán para hacer una de gran tamaño que dispara unos rayos enormes. Os podéis acercar a ella para atacar, pero huid rápido cuando veáis las primeras partículas de luz antes de su ataque demoledor.
Esdras, de la Legión Ungida
El hermano de Perpetua aparecerá en varios diálogos antes de darnos caza. Sus ataques son de rayo. No puede volar como Perpetua, pero cuidado con sus embestidas y sus ataques con el báculo.
Una vez le hayamos quitado bastante vida, por sorpresa aparecerá Perpetua para decirnos buenos días. Así que tendremos que pelear al mismo tiempo contra los dos hermanos.
Expósito, Vástago de la Abjuración
Bueno, el «neneo» que todos hemos visto en los vídeos y tráileres de Blasphemous. Este jefe se complica por sus dos puntos débiles. Al niño no lo tenemos que tocar para nada. Pero eso si, mucho cuidado con su ataque. Es una muerte instantánea. Si veis en el suelo un círculo que se va cerrando, huid de ahí rápidamente. Si nos coge vamos a morir partidos por a mitad.
Los dos puntos débiles de este jefe están en la cabeza de la ¿serpiente? y en la mitad. Una de sus partes es más clara. Ahí también podemos golpearla.
El problema es que sus movimientos son muy imprevisibles. Se mueve muy raro y (a falta de un buen parche) hay veces que al darle a la cabeza nuestro Penitente falla.
Quirce, el devuelto por las Llamas
Podemos llegar a la final y habernos olvidado de pelear contra Quirce. Es un jefe que tiene una habitación pequeña para luchar. Sus ataques son muy previsibles y fáciles de esquivar en comparación con otros jefes de Blasphemous.
¡PROBLEMA! A día de hoy (9 de septiembre de 2019) tiene un bug que si nos da uno de sus picados y después la llama nos matará. Recibido un golpe, el Penitente no podrá levantarse y se comerá todos los ataques hasta morir.
Melquíades, El Arzobispo Exhumado
A Melquíades solo le falta un puro y coñac para el enfrentamiento. Este Arzobispo se pasa todo el rato tumbado mientras varias manos le hacen el trabajo sucio.
Tendemos que golpear las manos que lo sostienen mientras esquivamos otras que nos quieren golpear. También tiene ataques de rayos que podemos esquivar fácilmente. Lo que sí es fácil comerse es un bastonazo de Melquíades. Si nos entretenemos atacando este jefe nos dará con su enorme bastón.
Crisanta de la Agonía Vendada
La cosa se complica con Crisanta. A medida que le quitamos se hace más y más poderosa. Podemos hacer parry (contraatacar) a sus ataques, pero el parry en Blasphemous también funciona un poco a lo loco.
Así que lo mejor será esquivar. Esperad su ataque, esquivad y atacad. Cuando salte cuidado. Esquivad, esperad a que haga su particular voltereta y atacad. Después aparecerá y desaparecerá. Ataca dos veces por abajo, una en diagonal que podremos esquivar con el vanish y después aparece.
Cuando le quitemos mucha vida, Crisanta aumentará el número de ataques al desaparecer. Atacará primero por abajo, luego en diagonal, dos veces más por abajo, en diagonal y aparecerá. Ahora después de la voltereta hay que tener cuidado, pues la muy cabrona hace un ataque por el suelo.
Su Santidad Escribar
Llegamos a la parte final del juego. Después de un enfrentamiento contra Crisanta, nos toca enfrentarnos contra la Santidad Escribar.
Este enfrentamiento cuenta con dos partes. En la primera Escribar tendrá forma de Papa y nos atacará de cuatro formas diferentes. Los colores son importantes a la hora de saber que hacer cuando nos ataque. Por ejemplo. Cuando veamos el color azul, caerán rayos. El amarillo son bolas de fuego que tendremos que esquivar, el violeta/morado nos atacará con rayos que van en horizontal. Estos los tendremos que esquivar saltando y agachándonos.
El cuarto ataque es de color verde. Las burbujas de color verde pueden ser golpeadas y las podemos utilizar en su contra. La vida de su Santidad Escribar no dura mucho si lo hacemos bien. Además nada más empezar el combate, podemos hacer un vanish y estocada con el botón de ataque. Después de su diálogo, veremos como le hemos quitado un poco de vida.
El Hijo del Milagro
Ahora es cuando viene lo difícil. Equiparos con la habilidad que os permite golpear más rápido. Ahora su Santidad Escribar os hará casi todos los ataques que hemos visto en el juego. Además la cosas se complica porque tendremos que darle tres golpes al ojo de una espada para poder abrir su careta y darle al único punto débil que tiene.
No llegaremos de un salto, así que tendremos que ir subiendo plataformas de hielo que van apareciendo y desapareciendo mientras en el enemigo no deja de atacar. Tened paciencia y al final caerá.
Ahora, después de pasarnos el último de los jefes de Blasphemous, tendremos ante nosotros un final bueno o malo.