A nadie se le escapa el hecho de que se está produciendo un fuerte resurgir del gusto por lo retro en casi todos los ámbitos culturales; y los videojuegos desde luego no iban a escapar de esta moda.
Al fin y al cabo, no hay nada más propio de la condición humana que el sentir nostalgia o añoranza por aquello que en otro tiempo nos fue tan querido. De esta manera, quienes vivimos con la inocencia de la niñez o el entusiasmo de la adolescencia la maravillosa década de los 90, nos encontramos, en mayor o menor medida, con el corazón dividido entre la más rabiosa actualidad del mundillo y ese sentimiento de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Pero si nos paramos a analizar un poco esta corriente “retro-revival”, uno se da cuenta que unos juegos clásicos han salido mucho mejor parados que otros. No hay más que echar un vistazo a las secciones retro de las webs y publicaciones del sector para ver que al final casi todos acaban hablando de los mismos juegos y sagas.
Y oye, me parece perfecto que títulos que han sentado cátedra dentro de la historia del videojuego reciban el reconocimiento que se merecen. Sin embargo, esta mitificación llevada al extremo está provocando, en mi opinión, que otros muchos buenos juegos hayan quedado relegados a ser conocidos solo dentro de círculos muy especializados.
Por esto, aplicando a los juegos clásicos el espíritu de aquella sección que se llamó Condenados al Olvido, vamos a dedicar una serie de reportajes especiales a recordar algunos de esos juegos que quizá no puedan competir con los grandes nombres que todos conocemos, pero que merecen también pasar a la posteridad.
Y qué mejor forma de comenzar que con Mega Drive, una de las consolas más queridas por todos los culpables y que, a pesar de no tener un catálogo PAL demasiado extenso (aproximadamente 530 juegos), cuenta con varias joyas esperando a ser redescubiertas.
BIOHAZARD BATTLE
Si de algo iba bien cargado el catálogo de Mega Drive era de buenos matamarcianos. Aunque los juegos de la serie Thunder Force hayan acaparadola mayor parte de la gloria, la 16 bits de Sega contaba con otros Shmups de gran calidad que, a pesar de no haber alcanzado ni de lejos la fama de la saga de TechnoSoft, permanecerán siempre en la memoria de los amantes del género.
Especialmente injusto me parece el caso de BioHazard Battle, un juego que, en mi opinión, no tenía mucho que envidiar a otras grandes “vacas sagradas” del Shoot’em up pero que, por razones que no alcanzo a entender, no tuvo apenas repercusión; siendo aún hoy poco conocido.
Lanzado por la propia Sega en 1992, la principal seña de identidad de BioHard Battle estaba precisamente en su carácter “biólogico”. Y es que la historia va de un planeta en que debido al uso masivo de un retrovirus toda su fauna y flora muta en criaturas monstruosas. De esta manera, olvidaros de las típicas naves espaciales, robots y otros “cacharros” mecánicos porque aquí os las tendréis que ver con un variado (y nauseabundo) ejército de “bichos” y otros engendros abominables. Incluso las cuatro bio-naves que podemos escoger tienen una apariencia totalmente insectoide.
Tanto jugable como técnicamente, BioHazard Battle presenta un acabado sobresaliente en todos sus apartados, aunque sin llegar al nivel del portentoso Thunder Force IV. A reseñar también que cada una de sus fases contaba con una ambientación bien diferenciada, destacando en este sentido la excelente banda sonora. Cada tema musical se adapta como un guante a su escenario, logrando transmitir la opresión, el dinamismo o la repulsión de lo que vemos en pantalla.
Para redondear el conjunto, BioHazard Battle permitía juego cooperativo a dos jugadores, algo que no era tan común en aquellos días como pudiera pensarse.
No dejéis que su estética tan “peculiar” de peli de Serie B os eche para atrás. Si no lo habíais probado hasta ahora, en BioHazard Battle encontraréis un matamarcianos dinámico, variado, con un sistema de armas y power ups bastante currado, algunos detalles gráficos increíbles, y, sobre todo, muy, muy divertido.
ALIEN SOLDIER
¿Cómo es posible que un juego que está sin lugar a dudas entre el Top Ten de Mega Drive sea a su vez uno de sus títulos más desconocidos y olvidados? Pues aunque parezca increíble es así.
Pues la explicación es la siguiente: Alien Soldier fue lanzado en 1995, con Mega Drive a punto de ser jubilada por la malograda Saturn y con la primera PlayStation iniciando sus planes de dominar el mundo. Esto causó que el juego no fuera comercializado en Estados Unidos y que en Europa tuviera una distribución mínima, lo cual ha provocado que Alien Soldier se haya convertido en la actualidad en una rara, y extremadamente cara, joya de coleccionista.
Alien Soldier es un run & gun de scroll lateral desarrollado por esos magos del pixel llamados Treasure. Haciendo evolucionar la fórmula de Gunstar Heroes y explotando el procesador Motorola 68000 de la Mega Drive hasta límite inimaginables, Alien Soldier derrocha toneladas de la filosofía “marca de la casa”, es decir, JUGABILIDAD con mayúsculas y acción en estado puro.
Como suele ocurrir con la mayoría de juegos de Treasure, Alien Soldier presenta un argumento bastante elaborado para ser un arcade. Controlamos a Epsilon-Eagle, miembro de una raza creada genéticamente y líder de una organización terrorista llamada Scarlet cuyo objetivo es dominar a los humanos. A pesar de estos malévolos antecedentes, nuestro plumífero protagonista iniciará, a raíz un dramático suceso, un camino de redención luchando contra Xi-Tiger, el que fuera su segundo al mando en Scarlet.
Si los combates contra final bosses siempre han sido un ingrediente vital en todo arcade que se precie, Alien Soldier lleva este concepto al extremo, hasta el punto que podríamos calificarlo como un frenético boss rush que apenas nos dejará unos instantes libres para tomar aliento.
Nadie puede considerarse un verdadero amante de los juegos clásicos si no ha jugado a esta obra maestra. Y aquí no vale la excusa de que el cartucho original tiene un precio desorbitado porque Alien Soldier también está disponible en la Consola Virtual de Wii desde 2007. Y si prefieres algo más “físico”, Alien Soldier está también incluido junto con otros iconos de la consola en el volumen 4 de la recopilación para PC Sega Mega Drive Classic Collection.
KID CHAMELEON
Si decimos plataformas y Mega Drive, a todos se nos vienen enseguida a la mente juegazos como los Sonic, Aladdin, Mickey Mania, Dynamite Headdy y un largo etcétera, pero seguro que pocos recuerdan a Kid Chamaleon. Y es que con algunos de los mejores plataformas de todos los tiempos en su haber, era difícil que Kid Chamaleon ocupara un lugar destacado entre los highlights de Mega Drive.
Hay que reconocer que Kid Chameleon no era gráficamente ninguna joya para ser un juego de 16 bits. Tampoco tenía una banda sonora digna de pasar a la historia precisamente (de hecho a veces casi le entran a uno ganas de jugar sin sonido) pero daba de sobra la talla en lo que respecta a diversión, jugabilidad y duración.
El aspecto más característico de Kid Chameleon estaba en sus transformaciones. El protagonista (“un muchacho difícil de superar” según la intro) puede transformarse en varias personajes distintintos (algunos bastante bizarros, como por ejemplo Jason de Viernes 13), contando cada uno con habilidades específicas que resultaban imprescindibles para superar ciertas zonas. Estos trajes tienen también una función protectora, pues si nos golpean mientras los llevamos equipados volveremos a la forma original de Kid en lugar de morir.
Recuerdo que Sega le dio bastante publicidad en su momento. Incluso llegó a ocupar la portada de un número de Hobby Consolas. Sin embargo, su pobre aspecto visual y el haber sido lanzado poco antes de grandes mitos plataformeros como Sonic 2 o World of Illusion hicieron que quedara rápidamente relegado a un segundo plano y olvidado de cara a la posteridad.
Sin embargo, como digo, si pasamos por alto el handicap técnico, en Kid Chamelon tenemos un grandísimo plataformas de la vieja escuela; largo, difícil, plagado de secretos y rutas alternativas y con un buen punto de originalidad gracias a las transformaciones del protagonista.
RANGER X
Es imposible hacer un reportaje sobre joyas ocultas de Mega Drive y no hablar de Ranger X o EX-Ranza, como se le conoció en Japón.
Creado en 1993 por la desconocidísima Gau Entertainment, Ranger X es un gran exponente del género de acción de temática mecha que tanto gustaba a los amigos nipones en los años 80-90. Pero es imposible considerar a Ranger X como “uno más”. Estamos ante uno de esos juegos que tienen ese “algo” especial que los convierte en únicos a pesar de no ser tampoco un derroche de originalidad.
Para empezar, estamos ante un juego con tal preciosismo gráfico que aún hoy en día es capaz de dejar a cualquiera con la boca abierta. Nuestro mecha, los enemigos, los escenarios… todos los elementos que se muestran en pantalla cuentan con un diseño realmente exquisito y muy, muy japonés.
Pero si su estética ya enamora de por sí, Ranger X resulta más sorprendente aún en lo técnico. Yo no sé qué clase de genios serían estos chicos de Gau Entertainment, pero lo cierto que lograron hacer auténtica “magia” con el hardware de Mega Drive; y no lo digo en sentido figurado. Intros a base de gráficos poligonales (muy primitivos, eso sí), efectos 3D en los fondos o el impresionante tamaño de los sprites de los jefes finales son solo algunos de sus alardes.
No obstante, la guinda del pastel estaba sin duda en la “imposible” paleta de colores. Imposible porque aunque el hardware de Mega Drive estaba limitado a solo 64 colores simultáneos en pantalla (de entre una paleta de 512 creo recordar), este estudio consiguió mediante software que se mostraran 128 colores simultáneos.
En lo jugable, Ranger X también tenía sus detalles. El mecha cuenta con una variedad de armas considerable y además está equipado con un jet pack que nos permite volar durante un tiempo limitado. Además, dependiendo de la fase, vamos acompañados de una moto o de una nave que nos apoyan ofensivamente y en las que el mecha puede acoplarse. Como detalle curioso, si se contaba con un mando de seis botones, podíamos manejar la moto de forma independiente.
En pocas palabras, si crees conocer a la perfección las capacidades de Mega Drive y no has jugado a Ranger X, solo te puedo decir una cosa: No sabes nada culpable.
LANDSTALKER: THE TREASURES OF KING NOLE
Otro juegazo de Mega Drive prácticamente desconocido por estos lares. Y gran culpa de su anonimato se debe a que nunca fue distribuido oficialmente en España, aunque sí que vio la luz en países como Reino Unido, Francia o Alemania.
Tomándonos ciertas licencias, podríamos calificar a Landstalker como el “Zelda megadrivero”. Y es que exceptuando el uso de la perspectiva isométrica, Landstalker es un Action RPG que recuerda considerablemente en su desarrollo al clásico A Link to the Past de SuperNes; si bien Landstalker hace más hincapié en el uso de los puzles y tiene un componente rolero algo más profundo.
Landstalker nos cuenta la historia de Nigel, un elfo cazatesoros un tanto pícaro que tras terminar una de sus aventuras, se topa por casualidad con el hada Friday, quien está siendo perseguida por la malvada Kayla y sus dos secuaces. A cambio de rescatarla, Friday promete a Nigel ayudarle a encontrar el legendario tesoro del rey Nole, del que tiene ciertas pistas sobre su paradero.
A partir de ahí recorreremos de cabo a rabo la isla Mercator en una aventura en la que visitaremos montones de pueblos y ciudades, nos adentraremos en cuevas y mazmorras, resolveremos puzles de dificultad creciente y hablaremos con muchísimos personajes.
Otra de las señas de identidad de Landstalker estaba en su componente plataformero que, por desgracia, es de lo que sale peor parado de todo el juego ya que la perspectiva isométrica unida al hecho de que el personaje carecía de sombra dificultaban considerablemente atinar con los saltos.
Landstalker es, en definitiva, un excelente Action RPG que, con el permiso de The Story of Thor o Light Crusader, desmonta por completo la extendida creencia de que Super Nintendo era muy superior a Mega Drive en lo que a juegos de rol se refiere.
Conseguir el juego original os va a ser complicado si no vais muy sobrados de pasta pero, al igual que comentado Alien Soldier, Landstalker está también incluido en el volumen 4 del recopilatorio Sega Mega Drive Classic Collection.