Con lo que ha ocurrido con el censo electoral de Cataluña, no he podido evitar pensar en lo mal representada que estaba la ciberseguridad en Deus Ex: Mankind Divided.
Desde hace unas semanas hay demasiada infoxicación, ya sea en la televisión o en la prensa. Se emite tanto, se graba tanto y se publica tanto que al final todo acaba siendo ruido. Y en mitad del ruido constante, casi parece que quien más grita se lleva la atención. Pero, al mismo tiempo, le he estado dando muchas vueltas al tema de la ciberseguridad en Deus Ex: Mankind Divided.
A pesar de que no ser mal juego, la segunda entrega moderna de Deus Ex pecó de varios errores. Y eso le ha costado irse a la nevera durante varios años. Al menos, hasta que Eidos decida plantear una secuela que pueda hacer pasta de verdad. Pero aún así plantea constantemente temas interesantes: la representación del poder, la ética hacker, qué es lo que nos hace humanos, etc.
Precisamente por esa multidisciplinariedad en sus temas, se puede recurrir a él en muchas ocasiones sin salirnos de la actualidad. Y eso es lo que he me ha pasado. Estos días ha salido en varios periódicos (en papel y digitales) que para poder replicar aquella famosa web que indicaba a los catalanes dónde votar en el referéndum del 1-O y superar los bloqueos judiciales a sus URL, habían expuesto los datos personales de todos los censados en Cataluña.
Criptografía y ciberseguridad en Deus Ex: Mankind Divided
No soy experto en criptografía, pero tras leer a varias personas que sí lo son, parece que lo que ha ocurrido es más o menos simple. Si el encriptado y la seguridad de la web fueran demasiado complejos, no se podría replicar tan fácilmente por lo que, para mantenerla online constantemente, renunciaron a ese nivel de seguridad que se debería exigir siempre que se traten datos personales. Por ello, cualquier interesado con un ordenador lo bastante potente y malas intenciones, podía acceder a los datos personales de millones de ciudadanos.
Y eso me ha recordado a Deus Ex: Mankind Divided. En él, la ciberseguridad se plantea como un minijuego simple. Todas las complejidades de la criptografía, de los códigos y de todo aquello que compone el mundo digital acaba reducido casi a un juego de mesa. Solo tienes que valorar la posibilidad de que te descubran y el tiempo que te queda para avanzar. Es casi un insulto para cualquiera que se dedique al mundo de la ciberseguridad y el software de seguridad.
Supongo que, por hacerlo «más videojuego» se optó por esa decisión. Pero no deja de ser, cuanto menos, extraño que precisamente gente que está tan en contacto con la programación le tenga tan poco apego a algo relacionado con su campo.