Bravely Second, guía para encontrar a los pecados del Yokai

El último de los trabajos que conseguiremos en Bravely Second: End Layer es el del Yokai, que hace bastantes más cosas que darnos simples habilidades.

Lo  conseguiremos casi al final del juego, antes de enfilarnos hacia la fase final y pese a que se trata de un trabajo que se consigue de forma secundaria, es decir, que no tendremos que cogerlo si no queremos, sí que os recomiendo encarecidamente que os deis un garbeo por la Mansión del Vapiro antes de ir a la Vía Celeste.

La particularidad de este trabajo es que, al igual que el invocador, tiene sus habilidades distribuidas por todo el mundo, y para poder usarlas, tendremos que derrotar a una serie de demonios llamados «Pecados». En esta mini guía os vamos a enseñar dónde están, en qué orden matarlos y qué particularidad tiene cada uno de ellos.

El asterisco del Yokai

Lo primero que tendremos que hacer para conseguir el trabajo es, cómo no, obtener el asterisco del Yokai. Y éste está en posesión de Yoko. ¿Os acordáis de ese personaje que aparece por ahí en medio y que nos deja con ganas de más tras pegarle una paliza a Alternis? Pues ese.

Lo encontraremos en el Castillo Vampiro, pero solamente al final del juego, justo cuando derrotemos al Ba’al que se encuentra al norte de Caldisla y hablemos con el rey de aquel lugar. En ese momento, Yoko irá al castillo y lo abrirá para nosotros y para darnos un par de lecciones de historia sobre la casa Geneolgia y sus fundadores.

Derrotarla no será precisamente una de las batallas más complicadas del juego, así que disfrutad, sobre todo de la música, porque seguramente será la única vez que podáis escuchar esta melodía en el juego.

Una vez la derrotemos entenderemos de qué va esto del Yokai. Tendremos que ir por el mundo encontrando los monolitos donde hay encerrado un monstruo, un demonio, un Pecado Capital. Cuando le derrotemos, tendremos acceso a las habilidades que custodia, así que habrá que coger el barco y ponernos manos a la obra.

Pero cuidado, esta es una misión secundaria, por lo que es bastante, pero bastante más chunga que todas las de historia. Es muy complicado derrotar a los enemigos si no tenemos un mínimo de nivel. En modo difícil y en nivel 85 aún me ha costado bastante derrotar a algunos que eran capaces de matar a casi todo el grupo con solo un ataque.

Las habilidades del Yokai

Es muy importante conocer las habilidades del Yokai y el orden en el que podremos usarlas para determinar por qué Pecado Capital vamos a ir primero ya que si derrotamos al que nos da las habilidades de nivel 5 ó 6, no podremos usarlas si no tenemos el nivel apropiado del Yokai.

Pero la más jugosa de todas es, sin duda, la de nivel 2: Despertar. Esta habilidad, una vez equipada, nos permite llevar el trabajo que sea al nivel 11, dándonos la habilidad más poderosa de todas las que tiene. Y algunas merecen la pena, así que, todo el grupo con el Yokai al nivel 2.

Por desgracia para todos, la traducción de este trabajo está mal hecha, ya que en el mismo trabajo nos da nombres que no son en realidad e incluso, en el nivel de diablura 3 y 4 no distingue entre Megapiro y Megahielo. Muy mal por parte de Nintendo. Y esta no es la única pifia del juego…

Os dejo la descripción de las habilidades que se obtienen con este trabajo, pero las de verdad, las buenas:

Diablura 1: lo otorga Asmodeo.

Lujuria (Deseo): probabilidad del 50% de afectar con Embrujo a todos los enemigos.

Megaelectro: ataque mágico de rayo a todos los enemigos con gran potencia. No se puede reflejar.

Diablura 2: lo otorga Belcebú.

Gula: todos (aliados y enemigos) entran en estado Gula (todo cura, pero si nos curamos al 100% quedaremos K.O.)

Aliento Ácido: ataque físico a todos los enemigos que reduce la Defensa Física y Mágica al 75% si acierta.

Diablura 3: lo otorga Ydrassill

Avaricia: absorbe los PB de todos los enemigos.

Megahielo:  ataque mágico de agua a todos los enemigos con gran potencia. No se puede reflejar.

Diablura 4: lo otorga Belfegor.

Desidia (Pereza): cancela los efectos de apoyo Revitalia, Paro, Espejo y Autolázaro, así como aquellos que anulan estados alterados, aumentan o reducen estadísticas, anulan suavizan elementos o debilitan objetivos y absorben daño. Además, causa debilidad a los elementos. Todos los objetivos.

Megapiro: ataque mágico de fuego a todos los enemigos con gran potencia. No se puede reflejar.

Diablura 5: lo otorga Satán.

Ira:  probabilidad del 75% de afectar con Furia a todos los enemigos.

Tres Filos: ataque a todos los enemigos con la probabilidad del 50% de infligir un daño de hasta la mitad de los PS máximo del objetivo.

Diablura 6:  lo otorga Leviatán.

Envidia: cancela los efectos de apoyo Revitalia, Paro, Espejo y Autolázaro, así como aquellos que anulan estados alterados, aumentan o reducen estadísticas, anulan suavizan elementos o debilitan objetivos y absorben daño. Además, reduce un 25% el Ataque y Defensa, tanto física como mágica de los enemigos. Todos los objetivos.

Consumir Vida: Ataca cuatro veces a enemigos aleatorios. Cada impacto tiene una probabilidad del 50% de causar muerte en el acto.

Diablura 7: lo otorga Lucifer.

Soberbia: cancela los efectos de apoyo Revitalia, Paro, Espejo y Autolázaro, así como aquellos que anulan estados alterados, aumentan o reducen estadísticas, anulan suavizan elementos o debilitan objetivos y absorben daño. Además, aumenta un 25% el Ataque y Defensa, tanto física como mágica propia. Todos los objetivos.

Megaaero: ataque mágico de viento a todos los enemigos con gran potencia. No se puede reflejar.

Diablura 8: lo otorga Lucifer.

Disfraz:  Asume el trabajo del objetivo elegido, incluído el acceso a todas sus acciones.

Habilidades pasivas

Despertar: aumenta el nivel máximo de trabajo máximo del 10 al 11.

Eco: Al lanzar un hechizo hay un 25% de probabilidad de volver a lanzarlo sin coste de PM o PB.

Eliminación: Provoca la muerte instantáne al inicio del combate a los objetivos que tengan 20 niveles al menos or debajo del tuyo. Las recompensas del combate incluyen dinero, experiente , objetos y PT, pero si derrotamos a algún enemigo de esta forma, no habrá cadenas.

A la búsqueda de los Pecados Capitalesç

Una vez que derrotemos a Yoko, tendremos que ir por el mundo buscando los monolitos que hay por ahí desperdigados. Una vez estemos en ellos empezará el combate.

Son bastante duros, y aunque no es que tengan un orden determinado, sí que os recomiendo que empecéis por aquellos que os dan las habilidades de diablura iniciales, sobre todo para poder usarlas posteriormente contra los restantes Pecados Capitales, ya que algunos van a ser muy duros de roer. Os los pongo en el orden que considero correcto y con algunas ideas para combatirlos.

Asmodeo, el pecado de la Lujuria

Asmodeo se encuentra en el baluarte que hay al norte de la aldea oculta de Villatragón, como veis en el mapa que os adjuntamos:

Asmodeo hará uso de todas sus habilidades, como son Deseo, que os embrujarán casi seguro, y Picadura Venenosa que, lejos de lo que parece, además de envenenar pone morfeo, parálisis, ceguera, mutis, confusión e incluso paro. Ojito con esta habilidad.

Sin embargo su especialidad es «Atraparnos en el Mundo Oscuro», un ataque que coge a uno de nuestros aliados y lo lleva a otro mundo, dejándolo fuera de combate. Ojo que puede ir cogiendo uno a uno a todos.

Cómo liberarse de este encierro, sinceramente no estoy seguro al 100% pero si no lo hice del todo mal, cada vez que usaba una habilidad para curar, soltaba a uno de mis aliados, más que haciéndole daño.

Belcebú, el pecado de la Gula

Mira que hay demonios feos, pero este desde luego se lleva la palma. ¿A quién se le ocurre usar la cabeza de un muñeco y pegársela a un pulpo entrado en años? En fin, dejando de lado las torturas de los creadores del magnífico diseño, encontraremos e Gula en el monolito que hay al sureste de Al-Khampis.

 

Este enemigo no es de los más fuertes que nos encontraremos, pero puede echarnos Gula, lo que hará que todo lo que hagamos nos cure, ya sea ataque físico, mágico o lo que sea, y durante seis turnos. Sin embargo, si nos curamos al máximo, quedaremos K.O.

Pero esto se aplica también a él, aunque no morirá, sino que recibirá mucho daño. Lo que pasa es que solo podremos hacerlo una vez, y si hace este ataque al principio del turno. Si no, mejor aguantar un poco, reservar turnos y atacarle cuando pase el tiempo establecido.

Eso sí, cuidado porque al séptimo turno hará un nuevo ataque Aliento Ácido, que más allá de hacer daño, también baja defensas. Luego tendrá Octolátigo, que mete unos golpetazos brutales a ocho personajes aleatorios. Vamos, curioso.

Lo dicho, usa todo tu arsenal después de que él use Aliento Ácito y si además le unes un Bravely Second seguramente lo dejarás listo en unos cuantos turnos.

Ydrassil, el pecado de la avaricia

El tercer enemigo a por el que deber de ir es envidia, encarnado e Ydrasill y lo encontraremos al norte de Florem, rodeando el río y el prado de flores.

Cuidado con este enemigo porque te las puede hacer pasar canutas si no llevas a personajes que quiten potenciadores al enemigo, ya que Ydrasill es una experta en petarse mientras te reduce tus defensas para luego meterte de leches como le da la gana.

Yo usé tanto al Cocinero como al Pirata de apoyo mientras que los magos (Mago Negro y Mago del Tiempo) se dedicaban a hacerle daño a espuertas.

Tienes que tener cuidado con los ataques Avaricia, que roba todos los PB del grupo, y sobre todo Sanguijuega, que te deja a la mitad de tus defensas pero se potencia ella misma. Luego te mete Garra Letal y te hace 9999 de daño sin despeinarse.

Asegúrate de ponerte unas buenas defensas cuando ella te las quite y, sobre todo, de bajarle los ataques. De esta forma, su Garra Letal hará apenas unos cientos de puntos de daño en vez de la brutalidad de antes.

Belfegor, el pecado de la pereza

Sin duda alguna, el pecado más puñetero de todos a los que me enfrenté. Odioso a más no poder, y eso que simplemente está sentado en su trono. Lo encontrarás en una isla al este de Caldisla.

Belfegor tiene una peculiaridad, y es que todo le cura. Todo menos el elemento al que es débil. La gracia del asunto es que esta debilidad cambia con cada daño que recibe. Pero tranquilo, no hay que estar eternamente haciendo lupa o libra a ver qué es el bicho este, ya que sigue un patrón.

Pereza será primero débil al agua, luego al rayo, luego al fuego y vuelta a empezar. Si no pierdes el ritmo, no te costará demasiado vencerle.

Sus ataques son de todo tipo, físicos, mágicos (usa todos los pega) y, cómo no, Pereza, el ataque que elimina todas las mejores, le potencia sus ataques y nos baja las defensas a todos los elementos.

Mi estrategia para este enemigo, que te puede joder la tarde en dos ataques, fue simple. Guardián protegiendo físicamente al Mago Negro (es a por el que va) que es el único que ataque siguiendo la secuencia en sí, y mientras tanto, Astrólogo poniendo las defensas a los elementos para que no nos haga ningún daño.

Tranquilo si usa Esfera e invoca más enemigos, ya que con un simple ataque del Mago Negro a «todos» les eliminará. No te preocupes si la primera vez curas a las esferas, tú ataca en el orden que te he dicho y al segundo o tercer turno las has eliminado sin problemas y sin que estallen en tu cara.

Satán: el pecado de la ira

 

Encontrarás al quinto pecado capital al oeste de Starkfort y es un enemigo principalmente físico que no debería de poner demasiada resistencia.

Satán es un enemigo relativamente sencillo de vencer. Hace mucho daño físico, pero a parte de ello, no hay demasiado por lo que preocuparse.

Defiende bien a tus magos, que serán los que más daño le hagan ya que tiene un ataque que irá directo a por el personaje con menos vida en esos momentos.

Además tiene Ira, el ataque más problemático, ya que produce el estado Furia en todos, y eso nos puede complicar mucho la existencia. Luego usará los ataques de Dos Filos, Tres Filos y Cuatro Filos. El primero hace daño a todo el grupo, el segundo nos quitará a todos la mitad de la vida máxima que tengamos y el tercero encima duplicará todo el daño que ya nos hayan causado. Una brutalidad.

Mi recomendación: Autolázaro a todo el grupo, subiendo las defensas y si puedes usar al guardián para imponer el Espejo Físico a tus magos (que puedan resucitar) mejor que mejor. Leviatán, el pecado de la Envidia

Leviatán es el sexto pecado capital y es, quizás, el segundo más puñetero que nos vamos a cruzar, sobre todo por su manía de cambiar de defensas. Lo encontraremos en una isla al lado de la Cuna de los Ba’als.

Este enemigo tendrá dos formas. La primera de ella es Gran Altura, que será como nos lo encontraremos desde el principio. En esta forma, cualquier ataque físico falla automáticamente, y solamente podremos dañarle con magia. Al cabo de los turnos cambiará de posición y pasará a Antimagia, que es exactamente lo contrario a lo anterior. Cualquier magia le hará daño 0 y cualquier ataque físico sí que le herirá.

A partir de aquí, la estrategia es bastante sencilla, ¿no? Un poco de todo y sobre todo cuidado con Envidia, que nos roba las mejoras y se potencia él.

Luego tiene un ataque muy problemático que es Consumir Vida. Con este ataque hará 4 golpes que pueden matar K.O. directo, por lo que un accesorio que anule este efecto nos va a salvar la vida y hará esta batalla un camino bastante sencillo.

Lucifer, el pecado de la soberbia

El último de los pecados capitales, Lucifer, es el que nos dará las habilidades más poderosas del Yokai y, aunque no es el enemigo más fuerte de todos, sí que conviene que le enfrentemos al final de nuestras andaduras, para poder usar contra él sus propios ataques.

Podremos llegar a él desde Eternia, simplemente andando hacia el oeste.Lucifer no es un enemigo particularmente peligroso. Fue el primero al que me enfrenté y quitando la primera muerte que me pilló desprevenido, no tuve que repetirlo más.

Este enemigo es capaz de anular nuestras mejoras y hacer ataques muy poderosos a todo el grupo pero, como os digo, con un poco de defensa y magia de ataque la cosa no os resultará muy difícil. Y si tenéis habilidades del Yokai para debilitarle, aún menos.

En verdad es casi el más sencillo de los siete.

Espero que os haya servido esta pequeña guía sobre los pecados capitales de Bravely Second y el Yokai.