Crítica de Boruto: Naruto Next Generation 29

La saga se va enfilando hacia su final en Boruto: Naruto Next Generation 29. Pero lo hace de una forma un tanto… simplona.

Parece que la saga de la Niebla se encamina hacia la parte de las batallas individuales. Y lo está haciendo de una forma bastante burda y simple. Boruto: Naruto Next Generation 29 no llega a darnos la misma sensación de profundidad que la saga de Sarada. Y lo que es peor, pone soluciones sobre la mesa que no convencen demasiado.

Además, el estilo de dibujo sigue siendo muy sencillo y los diálogos y escenas muy clichés. Vamos, que hay poco que destacar en este episodio que precede a los combates. La saga prometía bastante, pero al final se está yendo por caminos que no esperábamos. A ver si las batallas, al menos, son interesantes.

Esto me suena a algo…

Si seguís las críticas de Boruto de GuiltyBit no será ninguna sorpresa que esta saga me empezó llamando la atención pero que, ahora mismo, me está decepcionando por todos los lados. Y es que me da la sensación, cada vez más, de que intentan repetir elementos de Naruto… aunque con muy poco éxito.

¿Os acordáis de la primera gran saga que nos enganchó a casi todos al anime? La de Zabuza y Haku. Pues esto huele a intento de recrear algo parecido a esa gran saga. Tenemos muchos de los elementos repetidos en esta trama.

Por un lado, un viaje inofensivo, que sería el símil a la misión de bajo rango a la que fueron Kakashi y el equipo 7. Y hablando de ellos, aquí tenemos a Boruto, Sarada y Mitsuki, mientras que entonces tuvimos a Naruto, Sasuke y Sakura. Luego, un enemigo con una espada de la niebla, Zabuza. En esta ocasión nos vamos a encontrar con siete nuevos espadachines. Uno de ellos sigue al líder sin pensar demasiado aunque tiene un buen corazón, como fue Haku o es  Kagura. Y por último, un adulto mucho más poderoso que el resto. Ahora es el Mizukage, que es muy superior al en su momento Kakashi, pero es que también tienen delante a 7 enemigos, no a dos.

Como veis, no es que sea un calco, pero creo que tampoco me paso de paranoico comparando todos estos elementos de Boruto con los de Naruto. Esta saga creo que busca sentar los precedentes del nuevo equipo de Boruto, Sarada y Mitsuki y su relación estrecha con la aldea de la niebla. Pero la forma de hacerlo me está pareciendo realmente mala.

Los siete espadachines sin carisma

No me diréis que podemos comparar a alguno de estos espadachines de la niebla con alguno de los que ya conocimos en su momento. Zabuza aún perdura en nuestra memoria, pese a todo el tiempo que ha pasado. Por no hablar de Kisame. ¡La que dio Kisame con su espadita de marras!

Con esos elementos, entre otros, tan carismáticos, presentarnos casi de la nada a siete individuos más trillados que el merchandising de Pikachu no hace sino plasmar aún más las diferencias entre los dos arcos argumentales. Además, que estos mindundis no tienen lo que hay que tener, leñes.

No nos han enseñado sus motivaciones. Y ni falta que hace. No llegan a conectar con nosotros como sí lo hicieron esos otros. Es que ni si quiera Kagura o el Mizukage alcanzan un nivel digno de interés. Y todo ello es porque se ha presentado todo de una forma muy típica y sin apenas ganas. Al final, eso es lo que me da la sensación: que no ha habido ganas a la hora de hacer la trama de este arco.

Me los imagino sentados en una mesa en plan «¿oye, y si sacamos nuevos espadachines de la niebla que quieren otra vez la guerra?». Y a otro diciendo «¡gran idea! ¡Súper Novedosa!».

Pero os recuerdo que la saga del Ghost, la de Sarada y Sasuke y millones de otras giraban sobre lo mismo: la paz y la guerra y esas cosas.

Mitsuki… el que se salva

Por suerte para nosotros, dentro de toda esta espiral de despropósitos y copieteos varios de anime, hay un elemento que destaca entre los demás. Y vuelve a ser Mitsuki. No es ningún secreto (o si eres avispado no debería de serlo) de dónde ha salido. Pero su encuentro con Suigetsu lo deja aún más claro.

Los misterios que rodean a este chico son interesantes. Realmente es un personaje más fuerte que Boruto y que Sarada. Tiene muchas más tablas y los puede sacar de muchos problemas. Además, su personalidad es algo que no hemos visto en la anterior serie. Bueno, quizás se parezca un poco a Sai.

Por todo ello, cada vez que Mitsuki sale o empieza a ser protagonista de algo la serie gana enteros. Al menos para mi. ¿Qué va a pasar ahora con Shikadai y compañía? Saben que algo se trae entre manos. Es más. Sabe que tiene asuntos turbios con gente que tiene relaciones con la aldea de la Niebla.

Y la pregunta del millón. ¿Qué quiere el que está detrás de Mitsuki? ¿Ayudar o eliminar?

Conclusiones

En definitiva, culpables. Que no me está gustando nada esta saga. Todo apunta a que tras ella vendrá alguna otra que forme, por fin, el equipo de Boruto, Sarada y Mitsuki. Más que nada porque la parte en la que se narran los acontecimientos de la película ya tiene a este grupo formado.

En estos capítulos veremos cómo se crean esos vínculos y cómo descubren que pueden pelear y confiar en ellos. O al menos un primer paso. Tras esto, si no hay más relleno absurdo, veremos la saga de la formación de equipos. Y acto seguido, o misiones varias o la película.

Esperemos que, al menos, sean capaces de darle más originalidad al asunto. Que me veo de aquí a poco un Gaara de la vida o a alguien de la Arena intentando invadir Konoha y haciéndose amigo de Boruto. Al ritmo que vamos, no es imposible.