Dentro de lo que cabe, Boruto 07 no ha sido un capítulo tan de relleno como esperábamos. Avanza en trama, de forma muy lenta, y nos promete un próximo capítulo cargado de información.
La semana pasada todo parecía apuntar a que el capítulo de Boruto 07 iba a ser casi de relleno. Y aunque no es que haya sido lo contrario, sí que ha avanzando más en trama de lo que cabría esperar.
Tal y como esperábamos la protagonista ha sido Chouchou y su amor por las patatas. Y de paso ha tenido al lado a Sarada, Boruto, y compañía. Aunque más bien en un papel secundario.
Toda la trama del episodio de esta semana ha girado entorno a los misterios del extraño halo liláceo que envuelve a la gente que se vuelve loca. Pero sobre todo al cómo se puede eliminar y cómo afecta a aquellos a los que envuelve.
No es que se haya resuelto el principal misterio de este inicio de la serie, pero hay que admitir que ya tenemos más datos. Para empezar, es evidente que Mitsuki está envuelto en el asunto. Pero ¿cómo y para quién? Lo más lógico sería pensar en el maestro de las serpientes, pero podría ser otro. Quién sabe.
Lo segundo es que parece que este estado hace que se consuma el chakra. Y hay una pequeña epidemia de la que Naruto y Shikamaru están metidos. Pero más allá de esto no hay nada nuevo.
Punto adicional para el capítulo la animación. Sobre todo al final. Ha sido un poco rara, pero me ha gustado, la verdad. El movimiento que han hecho de los escenarios y la fluidez de algunos de los ataques la verdad me ha sorprendido. Lástima que haya sido un cutre combate.
La maldita manía de los japoneses con los acosadores
Lo que sí que me ha molestado del capítulo es esta manía que tienen los japoneses de justificar el acoso a chicas. No hay una puñetera serie (o casi ninguna) en la que en algún momento de la vida un tío no acose a una chica o un grupo de chicas porque es tímido. Pero ¿esto es una excusa?
Es decir, se hace invisible, la persigue y la acosa. Literalmente. Y encima la excusa que da es, cuanto menos, loca. «Quiero respiras el mismo aire». Pero vamos a ver, si estuviese afectado por la niebla de la locura esta, posiblemente tendría un pase. Lo que pasa es que en esos momentos estaba siendo él mismo.
Aún así, Chouchou le da una oportunidad y le propone ser valiente. Evidentemente es una forma de enseñar a los niños que la solución no es acosar y esconderse. Pero me sigue pareciendo algo de lo más espeluznante. Sobre todo porque refleja demasiado de lo que los japoneses piensan al respecto. Y de cómo es su sociedad en este sentido.
Por cierto, ¿de verdad en la Academia de ninjas ni un solo profesor es capaz de pillar a este energúmeno? ¿En serio?
La semana que viene pinta mejor
Pero dejando de lado este tema, volvamos a Boruto 07. Sigo diciendo que el anime está yendo más lento que el de One Piece. Y ya es decir. No pasa apenas nada, y eso que llevamos ya más de mes y medio.
Me vuelvo a repetir. No partimos de cero con Boruto. Tenemos una serie larguísima de Naruto detrás. También tenemos películas que nos han mostrado a estos chicos. No os olvidéis de las novelas cortas de Naruto donde se han mostrado algunas cosas de estas. Y para más inri tenemos además juegos con la nueva generación.
Con todo esto, creo que ir tan lento solo puede hacer que la gente pierda el interés en el anime. Mete más ritmo, ve más rápido y cuenta más cosas. Es lo que queremos. No queremos más relleno. Pero por desgracia, este inicio de Boruto: Naruto Next Generation, es relleno a más no poder.
Si es que, es muy difícil cambiar las costumbres…