Cuando hace una semana el jefe me propuso analizar Borderlands: The Pre-Sequel para GuiltyBit, me hizo especial ilusión. El juego es un shooter en primera persona, género que me ha gustado mucho desde adolescente pero que aún no había tenido la oportunidad de echarle el guante. Además, el título incluye también elementos de rol y sandbox, y junto a las buenas críticas de la prensa especializada y la excelente opinión de varios amigos, no pude negarme a la tarea de meterme en su universo, valorar por mi mismo sus características y plasmaros en este artículo mi experiencia e impresiones.
Borderlands: The Pre-Sequel se caracteriza, al igual que las entregas anteriores, por mostrarnos su aventura usando gráficos con tecnología cel shading que, si bien vuelve a caer en los mismos fallos observados en los juegos que han utilizado esta misma técnica en la pasada generación, está repleto de detalles muy bien cuidados en sus escenarios y le sienta como anillo al dedo a la propuesta.
La trama nos sitúa en un momento intermedio de la historia expuesta, después de la primera entrega y antes de la segunda, y nos pone en la piel de cuatro mercenarios, aquí llamados buscacámaras, que acuden a la llamada de auxilio de Jack El Guapo y no dudarán en asistirle buscando la satisfacción de los diferentes motivos de cada uno, y porque un buen caza recompensas nunca deja pasar una buena aventura que le lleve a botín suculento.
Partiendo de aquí, la trama nos llevará a través de un historia principal liviana. No tendremos que comernos mucho el coco para comprender qué está pasando, ya que deberemos mantener las neuronas atentas a lo que nos vayan hablando los personajes con los que coincidiremos y por radio. Aquí encontraremos un montón de chistes y comentarios irreverentes que nos pintarán una sonrisilla en la cara y, de vez en cuando, soltar alguna carcajada. Apoyada en este hilo principal, el juego pone a nuestra disposición multitud de misiones secundarias paralelas, los típicos encargos de este tipo de aventuras, en las que encontraremos personajes muy peculiares con los que pasaremos un buen rato y que a veces nos sorprenderán con una recompensa bastante jugosa.
Con todo lo expuesto hasta ahora, no me extrañaría que los enemigos de Marte en Destiny se entretengan leyendo los cómics de Borderlands mientras sueltan lastre, como nosotros con los de Mortadelo y Filemón, o en sus ratos muertos antes de salir a un enfrentamiento con el aguerrido Guardián de turno.
El escenario de nuestras hazañas es Elpis, la luna de Pandora, con sus coloridos ríos de hielo y lava, y sustento de numerosas infraestructuras, que tiene un protagonismo esencial en el desarrollo del juego puesto que deberemos tener en cuenta que no existe oxígeno en su superficie y que posee distinta gravedad. Estos elementos son muy importantes, ya que deberemos hacer un buen uso de ello durante un combate para ponerlos a nuestro favor porque nuestros adversarios harán lo propio para ponerlo de su parte. Aprovechar la nula gravedad para alcanzar posiciones ventajosas en una pelea o apreciar en qué zonas nuestras armas con elementos de fuego harán más daño por la presencia del oxígeno se convertirá en algo fundamental para nuestra supervivencia. Y es que si la física y la química no son importantes en una aventura espacial, ¿dónde si no?
Los cuatro personajes principales son otro de los atractivos del juego. Cada uno se caracteriza por los atributos de una clase distinta de armas y por tener un árbol de desarrollo diferenciado. Además, cada uno contará con una habilidad especial a desatar en los momentos que nos veamos con el agua al cuello. Deberemos comprender y aprender a manejar esta habilidad especial como la alarma de nuestro despertador, puesto que acudiremos a ella en muchas ocasiones y nos jugamos nuestro valioso trasero si no lo hacemos bien.
Los indicadores en pantalla son los de un juego shooter clásico, esto es que dispondremos de una barra de vida que repondremos con medicina, por lo que deberemos prestar atención y poner la vista en modo Fernando Trueba, para controlarla y atender a la acción todo a la vez; y una barra de escudo o armadura, que se recargará cuando pasemos un tiempo sin dañados. Se incluye también el indicador de oxígeno que se gastará cuando respiremos a «campo abierto» sobre la superficie de Elpis, y cuando lo usemos para propulsarnos, tanto a modo de jet pack para llegar más lejos en un salto, comoo para atacar descendiendo rápidamente. Veremos también el indicador de la habilidad especial que lucirá en verde cuando se encuentre disponible.
El toque rolero del juego se implementa gracias a las subidas de nivel, los ópalos y los puntos de cabronazo. Podrían haber sido más finos y llamarlos puntos de cabrito pero, ¿para qué vamos a quitarnos años?. Con las subidas de nivel mejoraremos distintos aspectos de la clase de nuestro personaje, como la velocidad de recarga, el daño de las armas, y tal, Pascual.
Los ópalos son una especie de preciado mineral que nos servirán para adquirir determinados artículos y personalizar nuestro armamento. Y los puntos de cabronazo los gastaremos en las mejoras de nuestro árbol de habilidades, que afectan a características de la habilidad especial, la salud total o el tiempo de recarga del escudo. A lo largo de nuestro trayecto encontraremos también dinero contante y sonante, que invertiremos en comprar los artículos que nos llamen la atención y que volará cada vez que caigamos en combate y reaparezcamos.
La presencia del armamento en el juego es otro de sus alicientes. El título dispone para nosotros un abanico enorme de metralletas, pistolas, escopetas, rifles de precisión, lanzacohetes, granadas,… que estarán clasificadas por colores según su nivel de rareza. Este tinte de bizarrería lo aporta el daño adicional que produce su munición, como el fuego, la electricidad o los explosivos. Si alguna vez piensas que a tu trabuco le está entrando la «pitopausia» porque ya no se ventila a los enemigos como antes, analiza el entorno donde lo estés utilizando, quizá no haya la química apropiada para ello…
Otro elemento que nos ayudará a desplazarnos por el mapa y superar los desafíos que se nos interpongan son los vehículos. En un primer lugar accederemos a un Buggy armado con rayos y misiles, que podremos personalizar y cambiar su aspecto gracias a los elementos que compremos o que suelten nuestros adversarios caídos. Otro elemento de transporte que encontraremos será la Mantarraya, una especie de moto sideral al estilo de los colibrís en el mundo de Destiny.
La última gran protagonista que me queda por presentar de Borderlands: The Pre-Sequel es la ciudad de Concordia. Una gran urbe liderada por el Alcaldiff, que será como nuestro campamento base y que pone a nuestra disposición, además de eventos de la comunidad y misiones para conseguir códigos Shift si tenemos nuestra consola conectada a internet, un montón de elementos para diversos propósitos. En Concordia podremos guardar los artículos que nos sobren en el Bancos y compartirlos con nuestros compañeros, comprar armas y escudos en Tiendas, probar suerte con las Máquinas Tragaperras, mejorar nuestro arsenal… además, será el gran lugar de presentación para las máquinas expendedoras en la aventura. Una vez te percatas de su funcionamiento es prácticamente imposible no acordarse de Bioshock.
Es aquí cuando caemos en el detalle de que también hay gran variedad de cajas y cofres que podemos abrir para recolectar distintos artículos, que existen repartidas por todas las localizaciones grabadoras con aspecto futurista que nos irán contando detalles de la vida en Elpis por parte de sus habitantes, que el comportamiento de los enemigos comunes no es muy distinto a los de los Splicers en Rapture,… gran variedad de detalles que nos recuerdan que el equipo detrás de Borderlands: The Pre-Sequel también puso sus esfuerzos en la saga Bioshock. Eso sí, la profundidad argumental expuesta tanto en las profundidades submarinas como los cielos de Columbia dista mucho de la historieta de tebeo que nos propone Borderlands en esta ocasión.
Para ir terminando con esta grata experiencia llamada Borderlands: The Pre-Sequel, he de decir que contamos con dos modos de juego, el individual y el cooperativo. El individual, como hemos visto, es el típico expuesto en el género; sin embargo el cooperativo es la salsilla del título que le da un plus de diversión a la propuesta. Podremos afrontar las misiones de nuestra aventura en forma cooperativa, tanto localmente a pantalla dividida, como en línea con jugadores que podrán entrar y salir de nuestra partida a libertad, o nosotros participar de la de otros ususarios. Además, Borderlands: The Pre-Sequel es un juego que si te preocupas de explorar bien Elpis y de completar los desafíos secundarios que te planteen, con el objetivo de hallar la recompensa más preciada, a cambio obtendrás una duración muy amplia en tus partidas. Esta duración puede estar perfectamente rondando las treintas horas y pico como mínimo.
En definitiva, Borderlands: The Pre-Sequel es un juego que si eres aficionado al género y quieres volver a darle un buen tiento a tu consola de pasada generación, te merecerá la pena hacerte con él. Si ya encima has jugado a las entregas anteriores, mucho mejor, ya que la historia cuenta con multitud de cameos de personajes vistos en otros episodios y, si entras en el menú de contenidos extras, serás premiado con las llamadas recompensas de lealtad, que te darán por ello armas exclusivas, modelos, ópalos y puntos de cabronazo extra para tu aventura. No dejes pasar la oportunidad de disfrutar del «cómic que leen en Destiny» o del «Bioshock Espacial» y ¡que tengas un recompensa a la altura de tu aventura, culpable!
Gráficos: 76
Sonidos: 82
Jugabilidad: 79
Modos de juego: 80
TOTAL: 80