El eterno sueño de surcar los aires cual pájaro es algo que siempre ha estado muy presente en los videojuegos, y si no que se lo digan a Namco y su saga Ace Combat. Y precisamente de la mano del conglomerado Namco Bandai llegó a los salones recreativos un arcade llamado Mach Storm, la máquina definitiva para surcar los cielos.
No esperéis encontraros con un calmado simulador de vuelo con el que admirar el paisaje a vista de pájaro porque lo que nos espera es acción a raudales a bordo de un caza cargado con todo tipo de munición.
Tomaremos el control de un piloto de aviones (a que no os lo esperabais) que al principio de cada misión despegará desde un portaaviones siguiendo las indicaciones que nos den para cumplir la misión que se nos haya asignado. En total son cinco las misiones disponibles y cada una se desarrolla en una ciudad real (vamos, que son emplazamientos reales, no es que todas las misiones se desarrollen en Ciudad Real). La dificultad del juego no se elige de la manera habitual ya que cada una de las misiones tiene un dificultad preestablecida. Así que no elijáis misión a lo loco y fijaros bien con qué nivel de dificultad está catalogada cada una.
El nivel gráfico del juego es simplemente abrumador, sobre todo si lo comparamos con otros títulos del mismo género en los que estamos habituados a encontrarnos con espacios abiertos decentemente detallados pero que al acercarnos a una zona urbana el nivel de detalle es prácticamente nulo, por no decir que da un asquete exagerado. El desarrollo del juego nos obligará en determinados momentos a dejar de sobrevolar la ciudad y descender prácticamente hasta sus calles y poder volar entre sus rascacielos. No nos engañemos, cuanto más alto estemos mayor será el nivel de detalle en el escenario, pero la pérdida de calidad gráfica de los edificios, calles y rascacielos mientras estemos “dentro de la ciudad” es prácticamente inapreciable.
Los controles del juego están centralizados en su mayoría en el joystick, consiguiendo de este modo una jugabilidad totalmente rápida y sencilla. Moviéndolo hacia adelante y hacia atrás conseguiremos ganar altura o descender respectivamente, y hacia los lados haremos cambiar la dirección de nuestro avión. Por supuesto podremos combinar estas cuatro direcciones de maniobra principales para poder hacer todo tipo de cabriolas en el aire para esquivar a nuestros enemigos o atajar en nuestro acecho hacia alguno de ellos. La aceleración la realizaremos a través de un pedal independiente mientras que los botones de disparo estarán integrados en el propio joystick como si se tratase de los controles reales de un avión de combate.
A todo esto hay que sumarle ciertos detalles que nos permitirán una total inmersión en el juego. Sonido envolvente distribuido en distintos altavoces por toda la cabina, retroalimentación del joystick que nos ofrecerá la misma resistencia que si controlásemos un avión de verdad, distintos grados de vibración en el asiento cada vez que abatamos un enemigo o se produzca una explosión cerca de nosotros e incluso cañones de aire para simular la velocidad que lleguemos a alcanzar.
Las misiones, siguiendo con el aspecto jugable, siguen una estructura predeterminada que consiste en despegar, alcanzar y abatir a nuestros enemigos y poco más. Aunque no os esperéis que los aviones enemigos estén en mitad del cielo esperando vuestros disparos, la IA de la máquina (altamente condicionada a la dificultad de cada misión) hará que nuestros enemigos no sólo nos esquiven si no que también emprenderán emboscadas y contraataques para derrotarnos.
No es suficiente con ser de gatillo fácil para hacer frente a las amenazas que se nos pongan por delante, nuestra habilidad a los mandos del avión es fundamental sobre todo si tenemos en cuenta que las armas con mayor capacidad de ataque tienen munición limitada. Acción pura y dura sí, pero con algo de cabeza si queremos salir victoriosos en nuestra misión.
La verdad es que no nos vamos a engañar, cierto que incluye detalles muy interesantes pero al final no deja de ser lo mismo de siempre, ¿no? Pues no, porque el atractivo de esta máquina reside en la estructura general de su mueble o más bien de la propia pantalla de juego.
No es que la pantalla sea grande, que lo es. No es que la pantalla nos muestre gráficos en alta definición, que los muestra. Lo verdaderamente interesante es que la pantalla está abovedada permitiéndonos tener un campo de visión de casi 180º, básicamente podremos ver en pantalla lo mismo que veríamos con nuestros propios ojos si estuviésemos a los mandos de un caza.
¿Preparados para surcar los cielos culpables? Vuestros enemigos sí que lo están.