Bit’em Up (XXXIX): Cruis’n USA

Tranquilos que no me he equivocado. A pesar de que sé perfectamente que Cruis’n USA es bastante conocido por ser uno de los juegos de referencia de Nintendo 64 tengo que hablar de él en esta sección porque esta obra de Midway fue publicada en salones recreativos antes que en la 64 bits.

Id soltando los leones porque a más de uno no le va a gustar lo que voy a decir: visto un juego de coches, vistos todos. A pesar de que estar afirmación es bastante simplista hay que reconocer que salvando diferencias gráficas, de gadgets, vehículos disponibles y otros detalles, la mecánica de los videojuegos de conducción ha variado muy poco a lo largo del tiempo. Y oye, que yo no soy nadie para decir que esto sea malo, si algo funciona por qué has de cambiarlo.

Actualmente me atrevería a afirmar que no es un género que esté atravesando una de sus mejores etapas pero siguen teniendo algo, incluso aquellos que cumplen con la afirmación de ser más de lo mismo. Los juegos de carreras nos brindan la oportunidad de ponernos a los mandos de deportivos de infarto y de imposibles bólidos que desafían las leyes de la física, nos permiten alcanzar vertiginosas velocidades en mundos virtuales sin que ello nos suponga la retirada del carnet, y como no, nos dan la posibilidad de correr en cualquier parte del mundo a cambio de una miserable moneda y sin salir de la sala arcade.

Cruis’n USA tiene bastante de eso como habréis intuido por su nombre ya que supongo que lo podríamos traducir como “Viaje por los EEUU”. Así que dicho y hecho, haced la maleta y llenad el depósito de gasolina que nos vamos a los U, S, A. Todos y cada uno de los escenarios van a ser recreaciones más o menos fieles o van a estar inspirados en algunos de los lugares más emblemáticos de la geografía estadounidense. Nuestras andaduras (o rodaduras según se mire) tendrán lugar en sitios como San Franciso o Whasington D.C. encontrándonos entre medias escenarios basados en Beverly Hills, el Gran Cañón de Colorado o Chicago entre otros emplazamientos.

La jugabilidad es el máximo exponente de la simplicidad. Volante, pedal de acelerador, pedal de freno y para los más puristas del motor, cambio de marchas. Ni gadgets imposibles, ni turbos que nos provoquen mareos… aquí se trata de conducir. Tal vez esta simpleza jugable pueda ser considerada un lastre, pero hay que tener en cuenta que la jugabilidad no depende sólo de cómo podemos conducir, si no también del entorno en el que tenemos que hacerlo.

La mayoría de los escenarios van a ser urbanos y aunque no lo sean el desarrollo de las carreras se realiza a través de carreteras perfectamente señalizadas, lo que implica que sí o sí nos encontraremos con “tráfico real” cuya IA nos lo hará pasar francamente mal, y no precisamente porque sean excesivamente espabilados y vayan en nuestra contra, si no porque aunque nos vean llegar de frente no se apartarán, ni frenarán o acelerarán… hacen su papel a la perfección, estorbar.

A estos vehículos hay que sumarle el resto que competirá con nosotros durante la carrera y de los que no tenemos que preocuparnos menos precisamente. No sólo intentarán adelantarnos para quedar los primeros, y que para conseguirlo no dudarán en embestirnos para sacarnos del circuito o para hacernos perder tiempo lanzándonos contra alguno de los cientos de obstáculos que tenemos repartidos por cada escenario.

Lo bueno es que nosotros también podemos ser algo cabroncetes y embestirles a ellos porque nuestro vehículo no se verá dañado ni estética ni funcionalmente, aunque claro, el de los contrincantes tampoco, pero conseguiremos dejarlos atrás.

También tenemos que tener en cuenta que esta jugabilidad dependerá en todo momento de la dificultad del escenario que seleccionemos. Desde el principio tenemos una amplia variedad de escenarios entre los que elegir, incluidos los de una mayor dificultad, así que la elección de correr en uno u otro dependerá de lo valientes y osados que nos sintamos al dejar caer la moneda de cinco duros por la ranura de la máquina.

Por el contrario, la variedad de vehículos entre los que podremos elegir para poder recorrer estos magníficos circuitos es bastante limitada, cuatro en total. En este tema siempre me ha gustado pensar que Midway se centró en ofrecernos una limitada variedad de vehículos de altísimo acabado técnico en lugar de ofrecernos docenas y docenas de chatarrina. Y es que esos pocos vehículos son auténticos clásicos de las cuatro ruedas de entre los cuales me vais a permitir “quedarme” con el Ferrari Testarossa por los recuerdos que me trae a otro arcade clásico… seguro que sabéis a cual me refiero…

Pero por muchas virtudes (o incluso defectos) que podamos llegar a enumerar sobre Cruis’n USA, aquello que lo hizo destacar fueron su aspectos gráfico y sonoro. La recreación musical, de ruido ambiente, motor del vehículo y similares fue más que notable. Respecto del tema gráfico no seáis gañanes y empecéis a decir que no es para tanto, tened en cuenta que estamos hablando de un juego publicado en 1994 y que en aquel entonces supuso toda una revolución gráfica.

El elevado nivel de detalle de los escenarios se veía acompañado por unos excelentes “fondos” en los que nos podíamos encontrar bancos de nubes de un aspecto bastante realista o detalles más logrados como aviones cruzando el horizonte y dejando una estela a su paso, la verdad es que esos pequeños matices estaban muy conseguidos. El nivel de detalle de nuestros vehículos o de los contrarios estaba muy por encima de la media de la época, contrastando con un menor detalle en los vehículos que formaban parte del “tráfico real”.

Y a pesar de este alto nivel gráfico no nos librábamos de pequeños bugs como por ejemplo cuando otro vehículo nos venía por detrás y al acercarse se superponía a nosotros. Y no me refiero a que nos arrollase, si no a que sus polígonos y sprites se superponían a los

Pero como en toda historia que se precie tiene que haber una parte negativa, no podemos evitar hablar de la conversión realizada para Nintendo 64 que prometía ser todo un éxito y que no llegó a ser ni la mitad del reflejo del original. Y a pesar de ello consiguió convertirse en un referente en la consola. Y como a día de hoy me da que es algo complicado poder echar una partidilla al arcade original siempre podremos echar mano a la versión de la Consola Virtual, idéntica a la de Nintendo 64.