Como sabemos que sois muy de hacer el mono, nosotros los primeros, no podíamos dejar escapar la oportunidad de hacernos eco de una de las recreativas más monas del mercado. ¡Qué bien hilado me ha quedado!
Super Monkey Ball Ticket Blitz es una de las recreativas más diferentes que podemos encontrarnos. No es que sea la novedad hecha recreativa, pero sí que tiene unos detalles que la diferencian bastante del resto de máquinas.
El sistema del juego es el ya visto en anteriores entregas de Monkey Ball, es decir, deberemos guiar al monete de turno (AiAi en este caso, y cuya película favorita es El chico de la burbuja) a través de laberínticos escenarios recolectando todos los plátanos que podamos. Y así, en este par de líneas queda más que resumido el “argumento” del juego.
Los gráficos, como viene siendo típico en la saga, están diseñados de un modo muy infantiloide. A ver, que no lo crítico, este tipo de diseños tienen su encanto. Es precisamente ese estilo el que conjuga perfectamente con el colorido de los escenarios, que en su mayoría representan entornos selváticos, ruinas antiguas y similares. La zona de acción en la que nos podemos mover está claramente delimitada por las plataformas que nos guían durante cada pantalla.
Esta delimitación es una parte fundamental de la jugabilidad. Y precisamente es a partir de ahora donde vienen las novedades de esta máquina. Nuestra premisa principal en el juego es recolectar plátanos, nada más. Cuantos más, mejor. Para ello, disponemos de un tiempo limitado, en el cual, debemos llegar hasta el anillo que marca el final de la pantalla antes de que el cronómetro marque cero. Si no llegamos a tiempo, perderemos la vida. Sí, así es, la vida. Sólo disponemos de una vida por partida.
Debemos evitar caernos de los límites de las plataformas. Si caemos, en este caso no perdemos la vida, pero sí que se pierde tiempo hasta que AiAi vuelve a estar en el escenario para ser manejado.
Aunque parezca extraño, durante la partida, no nos encontraremos con ningún enemigo, aunque sí que habrá obstáculos que además de entorpecernos, podrán echarnos fuera de las plataformas. Sea como sea, nos harán perder tiempo.
Supongo que como a mí, estos detalles le habrán extrañado a alguien más. Vale que las recreativas están pensadas para jugar de un modo rápido y directo, pero el sistema de juego de Super Monkey Ball Ticket Blitz parece ser demasiado rápido (por no decir breve) incluso para un arcade.
Esto se debe al sobrenombre de la máquina, Ticket Blitz, literalmente “bombardeo de tickets”. Y es que, el verdadero motivo de recoger plátanos y plátanos como si no hubiera mañana se debe a que cuantos más recojamos, más tickets recibiremos al acabar la partida. Incluso en las fases de bonus en lugar de notificarte que has conseguido X puntos extra, te informa sobre los tickets adicionales que acumulas tras superarlas.
Quiero suponer que en EEUU o Japón será más típico lo de recompensar con estos tickets que puedes cambiar por premios, seguramente lo tendrán más implantado. Pero por estos lares no creo que fuese muy atractivo este concepto de juego. Más que nada que igual consigues 10.000 tickets y de premio te dan a elegir entre un bigote postizo o un peine para bigotes.
A pesar de este detalle, os puedo asegurar que yo sería uno de los que correría como loco a echarse unas partidas a esta máquina. ¿Por los tickets? No, por lo particular de sus controladores. En la cabina de la máquina tan sólo disponemos de un botón que sólo sirve para comenzar la partida, y un único y particular controlador.
Ni joystick, ni botones de acción, nada de lo típico. Para controlar a AiAi disponemos de una gran bola, a modo de trackball pero de un tamaño considerable, que deberemos ir girando. Este esférico controlador detecta tanto la dirección a la que estamos “apuntando” como la velocidad a la que lo hacemos, así que nada de darle a lo loco o terminaremos cayendo al vacío. Por si vais muy deprisa, la bola también nos permite frenar si giramos en dirección contraria a la que estamos yendo. Básicamente, los señores de SEGA han pensado en todo para esta simplificación de controles.
Y oye, si aun con esto no os convence, siempre podéis empezar a girar la bola a lo loco y haceros pasar por la bruja Lola.