Cincuenta recreativas llevamos ya revisitadas, descubiertas y destripadas en estas cincuenta ediciones de Bit’em Up. Algunas nos han hecho recordar tiempo pasados, otras han desatado nuestra envidia porque jamás llegaremos a verlas y otras han hecho que tuviésemos que exclamar ¡pero esto qué es! Y a pesar de todo creo que hoy vamos a acercarnos a uno de los arcades más “rarunos” que jamás podamos llegar a ver, Flappy Bird.
Por si sois de los pocos que no lo aborrecisteis cuando era el número uno de los videojuegos para móviles seguramente estaréis de enhorabuena, si no es así a sanjoderse los sentimos mucho pero parece inevitable. Aunque seguro que habrá más de uno que agradecerá algo que normalmente es bastante desagrable, el hecho de que muchos arcades no hacen acto de presencia en territorio europeo en general ni en español en particular.
Antes de entrar en materia hagamos un pequeño repaso de historia para los más despistados. Dong Nguyen, un chaval hasta entonces desconocido consiguió el éxito más absoluto con un juego simple hasta el absurdo. Un pájaro y elementos “inspirados” en Super Mario Bros. fue todo lo que necesitó para crear un juego en el que controlábamos los “saltos” de ese pájaro al que debíamos guiar a través del escenario esquivando todo tipo de obstáculos. La dificultad residía en que el avance del pájaro era automático, así que debíamos ser extremadamente hábiles con los “saltos” para esquivar todo aquello que se nos pusiese por delante.
Esos obstáculos eran principalmente tuberías (sí, igualicas que las de Super Mario Bros.) y recibíamos puntos cada vez que pasábamos una. Siendo sinceros hay que reconocer que el juego en sí mismo no ofrece gran cosa ya que lo único que podíamos hacer era intentar superar nuestro propio récord.
Pero triunfó, tanto que el dichoso jueguecito llegó a generar ingresos de unos 50.000 $ al creador del mismo. Y como se suele decir, el resto ya es historia, Dong Nguyen se cansó y retiró en juego de Google Play y de la App Store alegando que el juego generaba adicción, que si su vida ya no era tan cómoda… Causa y efecto. Causa: retirada de Flappy Bird. Efecto: sobre todo dos, la venta de móviles con el juego instalado por cantidades importes exageradísimos y el surgimiento de miles de clones que querían repetir el mismo éxito que el juego del pajarillo.
Pues bien, después de este “breve” repaso vamos al tema que nos ocupa, la recreativa de Flappy Bird. Al parecer Bay Tek Games serán los encargados de dar forma a este peculiar arcade que antes de su estreno me atrevo a afirmar que no vaciará pocos bolsillos precisamente. Esto no supone que Don Nguyen no esté “detrás de todo esto”, ya que es él mismo quien ha vendido los derechos del juego para que se pueda llevar a cabo semejante… esto… cómo decirlo… esperpento sí, no hay otra manera de llamarlo.
La cabina de juego contará con una pantalla de grandes dimensiones cuya distribución será vertical para aprovechar la esencia original del juego, los móviles. La jugabilidad tiene pinta de que no incluirá ningún tipo de añadido o novedad y que no dejará de ser lo mismo que ya hemos visto en nuestros smartphones, el tiempo dirá si esto último es una decisión correcta o no. Tan simple es (y será en este arcade) la jugabilidad que en el panel de botones tan sólo dispondremos de un único botón de acción que únicamente no servirá para hacer dar “saltitos”, básicamente igual que la versión para móviles.
La única novedad que incluirá (o al menos esa parece) será el típico sistema de puntos en el que recibiremos una serie de tickets en función de nuestra puntuación. Ya sabéis a qué tickets me refiero, esos que después de conseguir cientos de ellos puedes cambiarlos por un peine o un posavasos.
Ahora tan sólo nos queda esperar para averiguar en qué queda todo esto, ¿conseguirá esta recreativa el mismo éxito que el original o acabará convirtiéndose en un acumulador de polvo?