Bit’em Up (IX): Super Puzzle Fighter II Turbo

Todos conocemos las ansias de CAPCOM y que, esas ansias se traducen en la mayor sobre-explotación de una de las más insignes franquicias del videojuego.
Pero en esta ocasión, CAPCOM supo hacerlo perfectamente, aprovechándose del tirón del nombre de Street Fighter II, pero asegurándonos montones de diversión.

Desde luego, el primer detalle de CAPCOM fue el de ponerle el nombre del mejorStreet Fighter, como no, el Super Street Fighter II Turbo. Aunque más bien, podría ser que sabían que con ese nombre, caeríamos rendidos ante los mandos de este arcade.
Como su propio nombre indica, Super Puzzle Fighter II Turbo, es un juego de puzzle. ¿Qué quiere decir esto? Pues que en el fondo, aunque divertido, no deja de ser la misma fórmula de siempre, pero con un lavado de cara.

La mecánica del juego, es bastante sencilla. Al principio del juego, debemos elegir entre uno de los personajes seleccionables (más adelante os detallaré un poco más). Aunque las fichas de puzzle son comunes para todos los personajes, cada uno de ellos, tiene un patrón distinto. Las diferencias de estos patrones son, sobre todo, sobre el número de fichas de cada color de las que dispondremos durante la partida.
Según van cayendo las fichas, debemos ir agrupándolas por colores. A diferencia de otros puzzles, en este juego, las fichas no desaparecen al juntar 3 ó 4 fichas del mismo color en una misma línea o diagonal. Junto con las fichas, también caerán los detonadores, que no son más que una bolas que al entrar en contacto con una ficha de su mismo color, harán explotar todas las fichas de ese color que estén en contacto.

Otra novedad en el sistema de puzzle es que, según vas juntando fichas del mismo color, estas, se reagrupan en bloques de mayor tamaño. No sé si me he explicado muy bien, así que os lo cuento de otra manera. Cada ficha es como si fuera un bloque de 1×1. Juntando varias fichas podemos hacer bloques cuadrado o rectangulares. Es decir, si juntamos cuatro fichas rojas, haciendo una forma de cuadrado, tendremos un bloque de 2×2, el cual, pasará a ser, por decirlo de algún modo, indivisible. Si a ese bloque, la añadimos a su parte superior, dos bloques rojos más, en horizontal, pasaremos a tener un bloque indivisible de 3×2.
¿Cual es la gracia de esto? Pues bien, al hacer explotar fichas, las que hayan quedado, caerán en vertical por el hueco que ha quedado. Y he aquí la gracia, por ejemplo, el bloque anterior, de 3×2. En su base, está compuesta de dos fichas. Si sólo destruimos una de las fichas que haya debajo del bloque de 3×2, este, no bajará, puesto que todavía ha una ficha que le impide caer. Esto hará que nos queden huequecillos que nos entorpecerán para conseguir combos.
Porque, por supuesto, la gracia, los puntos y la gloria, se consigue a través de combinar una explosión tras otra.

Cuantas más combinaciones logremos hacer, más entorpeceremos a nuestro rival. Y viceversa. Por cada combinación múltiple que consigamos, sobre la pantalla de nuestro enemigo caerán fichas cronómetro. Tienen una duración de cinco segundos, con cuenta hacia atrás. Mientras están con la cuenta atrás es más sencillo eliminarlas. Pero cuando llegan a cero, se convierten en la ficha del color que ya fuesen.
También dispondremos de una especie de power-up en forma de diamante que hará explotar todas las fichas de un mismo color

Hasta aquí, parece todo normal, pero es que este juego, no bebe de Street Fighter sólo en el nombre, si no también en los personajes.
Los personajes a los que podremos seleccionar son distintos personajes de las distintas líneas de Street Fighter y de Darkstalkers, lo cual, hace que sea un plantel más que impresionante, Ryu, Ken, Felicia, Donovan… además de algún personaje secreto como Akuma , Dan (de la serie Alpha) y Devilot (del juego Cyberbots).
Todos los personajes están diseñados con una estética super-deformed que le da cierto encanto al juego.
Y la gracia del juego es la siguiente. Entre las dos pantallas de cada jugador, donde irán cayendo las fichas, estarán presentes los personajes que estén jugando. Es decir, el que hayamos elegido, y el de la CPU o segundo jugador. Los personajes presentes durante el juego, pelearán “en tiempo real” según lo que vayamos haciendo en el juego.
De hecho, cuando derrotemos a un enemigo, o nos derroten a nosotros, el personaje del jugador ganador ejecutará su ataque más poderoso para humillar al contrincante. Simplemente, genial.

Y por hoy, me despido, eso sí, no sin recomendaros que si tenéis oportunidad, si os encontráis este juego en sus versiones domésticas o en alguna tienda virtual, no dudéis, y haceros con él. La diversión está asegurada.