Sonic R es uno de esos juegos que hace que te plantees qué narices se han tomado los desarrolladores pero que igualmente es una genialidad hecha videojuego. Traveller’s Tales fueron los encargados junto al Sonic Team de traernos este particular juego de carreras ambientado en el universo Sonic a nuestras ya lejanas Sega Saturn.
A pesar de que hoy en día podríamos calificar al juego de tener una calidad gráfica mediocre por el tamaño de los píxeles de los personajes y escenarios, os puedo asegurar que tanto en su época como actualmente el juego desprende un acabado técnico más que notable. Cierto que los gráficos no son la panacea y ya en la época había juegos con un mejor aprovechamiento de los polígonos o efectos de luces, pero no podemos dejar de reconocer que ese aspecto gráfico es el más adecuado para la estética colorista del universo Sonic.
De hecho nos encontraremos con cinco escenarios (uno de ellos desbloqueable) que a pesar de estar adaptados al concepto de las carreras están tomados directa o indirectamente de escenarios que ya conocemos. Unas ruinas “egipcias”, una ciudad, una isla/selva tropical… viejos conceptos de la franquicia pero renovados para la ocasión.
¿Cinco escenarios? ¿Sólo cinco? ¡Ay, ilusos! Nunca “sólo” cinco escenarios habían dado para tanto, os lo puedo asegurar. Lógicamente nuestra meta en el juego es llegar a la meta haciendo podio (toma juego de conceptos), pero no se queda ahí la cosa ya que nos encontraremos (o no, ya que habrá que buscarlos concienzudamente) con ciertos objetos fundamentales para avanzar en el juego y desbloquear extras.
El objeto por excelencia de Sonic no podía faltar, los anillos, aunque su uso es algo distinto al habitual. Nos servirán como una especie de moneda de cambio para usar los aceleradores (a excepción de los que haya en loopings o los que sirvan para saltar alturas, que se usan automáticamente) que nos encontremos repartidos por los escenarios. También servirán para abrir determinadas puertas que hacen de las veces de accesos a atajos o zonas secretas en las que poder dar con determinados objetos.
Los más comunes serán los que esconden power-ups de diferentes tipos. Unas zapatillas que nos otorgarán velocidad extra durante un tiempo determinado, un rayo que nos “magnetizará” para poder recolectar anillos sin tener que tocarlos, “el agua” que nos permitirá correr sobre el líquido elemento hasta que volvamos a tocar tierra seca y como no podía faltar, el escudo protector.
Otros objetos sin embargo serán algo más complejos de conseguir. El primero de ellos son los cinco tokens o monedas Sonic que habrá repartidos en cada escenario y que desbloquean al personaje oculto del escenario. Una vez recolectemos los cinco tokens deberemos acabar la carrera entre los tres primeros para ser retados por el personaje oculto. Si vencemos en esa carrera 1 vs. 1 dicho personaje pasará a ser seleccionable.
El otro objeto de difícil acceso son las siempre presentes esmeraldas del caos. Una vez que encontremos la esmeralda del escenario (tarea bastante laboriosa) deberemos acabar la carrera en primera posición para que nos cuente como tal. Si se consiguen todas la recompensa nos llega en forma de personaje, Super Sonic.
A lo tonto hay bastante que hacer y mucho que desbloquear, ¿pero con cuantos personajes contamos? Al arrancar el juego por primera vez dispondremos de un cuarteto protagonista formado por Sonic, Tails, Amy Rose y Knuckles. A estos cuatro iniciales hay que sumarles los siguientes siempre y cuando seamos suficientemente habilidosos como para desbloquearlos: Dr. Eggman, Metal Sonic, Tails Doll (ejem, ejem), Metal Knuckles, Eggrobo y como ya he dicho antes, Super Sonic.
A excepción de Amy Rose que participa en coche y del Dr. Eggman que lo hace un su típica nave o aerodeslizador (no sé como llamarlo pero ya sabéis a qué me refiero), el resto de personajes correrán ellos mismos sin hacer uso de vehículo alguno. Y es que si Sonic es la personificación (o “ericificación”, no estoy seguro) de la velocidad, ¿qué necesidad hay de ponerlo a los mandos de un deportivo como ocurre en Sonic All-Star Racing?
A pesar de esto hay que ser realista y confesar que se puede llegar a desbloquear todos los secretos del juego (si lo hice yo que soy un patán en los juegos de carreras, lo puede conseguir cualquiera), eso sí, os llevará vuestro buen tiempo y llegará a desesperaros bastante. Aunque también es cierto que yo lo jugué en la versión de PC y os puedo asegurar que jugar a Sonic R con teclado no es una de las mejores experiencias de juego que haya experimentado.
Y por ir terminando, supongo que muchos sabréis por qué he elegido este juego siendo que tan reciente está todavía Halloween, la noche de brujas, la víspera de Todos los Santos o como lo queráis llamar y sobre todo, por qué he “tosido” cuando he nombrado a Tails Doll.
Colorido y alegre por todos los lados pero con un lado oscuro, así podríamos resumir el “concepto” de Sonic R y la leyenda negra que arrastra desde hace años, se le atribuye de la muerte de un niño en Los Angeles.
Una muerte (oficialmente por ahogamiento por epilepsia) acompañada de los compases de ‘Can you feel the sunshine?’ hubiera quedado en una simple anécdota de no ser porque el amigo del fallecido al que donaron la consola y el juego descubrió que lo último que había registrado era el desbloqueo de Tails Doll. A partir de ese momento se empezó a relacionar directamente a dicho personaje con historias negras y leyendas absurdas que como suele pasar en el mundo del videojuego, terminaron sirviendo para que los detractores habituales volviesen a cargar contra un sector muy fácil de atacar irracionalmente.
En otros casos la leyenda va más allá afirmando que anteriormente existía una historia en la que un ser demasiado parecido a Tails Doll, es una representación maligna o demoníaca. Sea como sea, lo único que sabemos a ciencia cierta es que el debut de tan “adorable” personaje supuso también su despedida ya que SEGA jamás ha vuelto a hacer uso de él. Si queréis saber más cosas de este curioso ser, los chicos del podcast ya hicieron un amplio repaso por su historia.