Nacido en las salas recreativas de las manos de la mismísima SEGA, hoy comenzamos un especial sobre una de esas sagas que tras su conversión doméstica quedó ligada a una consola en particular. En este caso nos referimos a Golden Axe, uno de esos juegos que al oír su nombre irremediablemente lo asociamos con la gran Mega Drive.
Espero que a nadie le haya supuesto sorpresa alguna el hecho de que Golden Axe naciese como un arcade, pero por si acaso os comento un poco sobre ello. Para el desarrollo de este juego se contó con la batuta del estudio interno AM1 por su trabajo especializado en máquinas recreativas y quienes realizaron el juego bajo el sistema System 16, arquitectura propia de SEGA para las salas arcade.
Ahora vendría la pregunta del millón, ¿por qué Golden Axe en este momento y no en otro? ¿o por qué no hacemos un especial sobre otro juego? Pues por raro que os parezca lo que me inspiró para escribir fue Juego de Tronos… y antes de que digáis nada, sí, sé que soy raro. El tema es que siempre que se refieren a la serie como una historia con tintes fantástico-medievales no puedo evitar estar de acuerdo, pero tampoco puedo evitar recordar otras cosas que también entran dentro de esa descripción: Conan, Dungeons & Dragons y como no, el “hacha dorada” que nos ocupa hoy. Y ya vale de rollos, que me descentro con cierta facilidad y luego me cuesta bajar de las ramas a las que me subo.
A pesar de que algunas de estas versiones hubiera convenido pulirlas un poco más antes de ponerlas a la venta la versión de 16 bits consiguió ser todo un éxito de ventas que otorgó una posición aventajada a SEGA frente a sus competidores.
Con el paso del tiempo se fueron sucediendo distintas secuelas que en su mayoría mantenían la esencia principal del título original. A partir de este momento el desarrollo de cada nuevo capítulo se centró básicamente en casi todos los sistemas domésticos propios aunque hubo excepciones en las que se tuvo en cuenta el origen de la saga y aun pudimos disfrutar alguna que otra ocasión en las salas recreativas con Golden Axe: The Revenge of Death Adder. Junto con la “trilogía oficial” son los juegos que más parecidos son entre sí, no porque no haya variedad o mejora de uno a otro si no porque son los que mantienen la jugabilidad y esencia beat’em up, lo que viene siendo un “yo contra el barrio”.
El resto de juegos seguían manteniendo alguno de los personajes principales y la ambientación a pesar de que todos ellos cambiaban radicalmente el concepto jugable. Golden Axe Warrior fue la segunda entrega aparecida en Master System y lo hizo en forma del RPG más clásico que os podáis imaginar, con un aspecto similar al de los primeros Final Fantasy o incluso a The Legend of Zelda. La “devorapilas” por excelencia, más conocida como Game Gear también tuvo su ración rolera con Ax Battler: A Legend of Golden Axe (o simplemente Ax Battler), aunque en este caso no se trataba de un juego de un corte tan “clásico” como el Warrior.
Y si pensabais que ya lo habíais visto es que no habéis oído hablar de Golden Axe: The Duel, una suerte de juego que toma los personajes y el universo de la saga y nos los presenta bajo la forma de juego de lucha 1 vs. 1. Este fue el último título publicado en formato arcade y el primero (y también último) en SEGA Saturn.
Hablar de una de una de las sagas más representativas de la época dorada de los 16 bits hace que me resulte bastante ridículo tener que hablar de uno de los más tristes finales (por ahora) que haya podido recibir videojuego alguno. Sí, me refiero a ese esperpento llamado Golden Axe: Beast Riders que únicamente se aprovechó del concepto de los bichejos sobre los que podíamos montarnos durante el juego. En su día jugaron con nuestra nostalgia y demostraron no estar a la altura de las expectativas, ni de las que se propusieron ni de las que esperábamos. Pero olvidémonos de este capítulo que tuvo lugar en PlayStation 3 y Xbox 360 y preparémonos para disfrutar del verdadero Golden Axe, tras el salto de página os encontraréis con todos los detalles que lo convirtieron en la gran saga que fue.
Como ya os he comentado al principio, Golden Axe nació de la mano de SEGA en las salas recreativas pero en cosa de un año dio el salto a nuestras casas con varias versiones domésticas entre las caben destacar la de Master System y como no podía ser de otro modo, la de Mega Drive.
Seamos sinceros, el hecho de que el juego fuese publicado bajo el sistema arcade System 16 hizo que la versión de Mega Drive partiese con una ventaja bastante importante debido a que sus especificaciones técnicas eran bastante similares. Aún teniendo en cuenta las más que lógicas diferencias casi podríamos decir que se trataba de un port directo de la versión recreativa.
Y gracias a esas especificaciones técnicas nos encontrábamos con una inmensa paleta de colores a la que no le temblaba el pulso a la hora de mostrar todo su pontencial a la hora de mostrar tétricos lugares como bosques, aldeas asediadas, fortalezas… y demás escenarios típicos de cualquier obra ambientada en un universo fantástico-bárbaro-medieval. Si ese concepto no existe, me la acabo de inventar.
El diseño y ambientación de los escenarios atiende a que el argumento del juego nos sitúa en un mundo fantástico en el que el malvado Death Adder (curioso nombre teniendo en cuenta que podemos traducirlo como el Sumador de Muertes o la Serpiente Mortal) ha sometido todo el reino bajo su poder secuestrando a la princesa y al rey del mismo. Para rescatarlos podremos tomar el rol de uno de los tres valientes que se embarcaron en esta peligrosa aventura para salvar al mundo:
Gilius Thunderhead: El enano que no puede faltar en cualquier historia de este corte. También se une a la batalla buscando venganza ya que su hermano murió también a manos del ejército de Death Adder.
Tyris Flare: Si tenemos en cuenta que es el único personaje femenino y que los otros dos son un bárbaro y un enano, sería lógico pensar que a Tyris le tocaría ser una elfo, ¿no? Pues no, en este caso se trata de una amazona que ¡oh, sorpresa! también busca venganza después de que toda su familia fuese asesinado por las fuerzas de Death Adder. De los tres personajes es la que mejor uso puede hacer de los ataques mágicos.
Los tres personajes tienen en común sus respectivas ansias de venganza, no es lo más noble pero cualquiera les lleva la contraria.
Como ya hemos comentado respecto de la jugabilidad, el juego es un clásico de los “yo contra el barrio” o dicho de manera fina y oficial, un beat’em up. Como viene siendo típico en estos juegos los escenarios se van desarrollando con scroll horizontal en el que el punto de vista no llega a ser totalmente lateral. Esta característica es la que nos permite ver más anchura del camino permitiéndonos mover también a lo ancho y no sólo hacia delante y hacia atrás.
Según vayamos avanzando distintos tipo de enemigos irán haciendo acto de presencia para intentar derrotarnos y como viene siendo habitual, hasta que no derrotemos a todos los enemigos que se nos pongan por delante no podremos seguir avanzando por el escenario.
La mayoría de los enemigos que nos encontraremos durante la aventura son soldados del ejército de Death Adder (tanto hombre como mujeres) y esqueletos. Según avancemos se irán volviendo más poderosos y también nos iremos encontrando con otros enemigos que para poder derrotarlos necesitaremos la ayuda de los bichejos sobre los que podemos cabalgar o del poder mágico.
¿Bichejos que podemos cabalgar? Si no conocéis este detalle es que nunca habéis jugado a Golden Axe. Cuando aparecía alguno de estos bichejos todos corríamos a montarnos sobre ellos y así poder usar su poder. Incluso jugando a dobles con algún amigo se abandonaba a este a su suerte frente a una horda de enemigos para asegurarnos ser quien conseguía hacerse con la bestia.
En esta primera entrega nos encontrábamos básicamente con dos tipos de seres que poder usar como montura. El más habitual y básico era una especial de reptil con pico de loro cuyo ataque principal consistía en atacar con la cola al enemigo. De un modo no tan habitual también podíamos llegar a encontrarnos dragones, de los que había dos tipos, uno de ellos que lanzaba una llamarada hacia el suelo y el otro que la lanzaba hacia adelante. Si por la bestia más común había piques por ver quien conseguía montarla, os podéis imaginar que por los dragones había bastante más piques para hacerse con ellos.
A esto hay que sumarle que también podían mejorar algunos de nuestros ataques básicos. Además de las distintas combinaciones que podíamos hacer con los botones de acción y salto uno de nuestros ataques básicos consistía en hacer placajes pulsando dos veces muy rápido hacia la derecha o hacia la izquierda. Montado sobre alguna de las bestias seguíamos manteniendo esta habilidad con la particularidad de que las embestidas producían más daño a los enemigos.
Además de las monturas también había otros elementos que podían levantar discordia jugando a dobles, los items que podíamos ir recogiendo. Por un lado tenemos los típicos objetos que nos permiten recuperar vida y que cuando hacían acto de presencia no había amistad que valiese. Pero había otro objeto que sí que era deseo de cualquier jugador, o más bien personaje. En ciertas etapas aparecía una especie de duendes con un saco que al ser golpeados dejaban caer una especie de frascos azules que servían para rellenar nuestra “barra de magia”. Cuando más frascos tuviésemos en nuestro contador más poderoso podría llegar a ser nuestro ataque mágico. Lanzar este tipo de ataque podía suponer la eliminación de todos los personajes en pantalla siempre y cuando fuesen de los básicos, contra final-bosses conseguíamos reducir drásticamente su vida pero no perecían en el momento.
Aunque todos corríamos como locos para coger estos frascos, hay que reconocer que en estos casos había que tener un poco de cabeza. Si jugábamos a dobles y algún jugador había seleccionado a Tyris no era una mala opción dejar que cogiera la mayoría por el gran poder mágico del personaje femenino. Tal era ese poder, que al coger el máximo de frascos posibles la amazona era capaz de invocar a un enorme dragón que prendía fuego todo lo que hubiese en pantalla.
Esto se debe a que cada personaje tenía un máximo de capacidad mágica distinta a la de los demás. Mientras que la amazona podía recoger hasta seis frascos al mismo tiempo (momento en el que podía invocar al dragón), el bárbaro y el enano eran personajes más hábiles en el cuerpo a cuerpo y su capacidad máxima para recoger frascos era más limitada, aunque en el caso del enano los ataques mágicos eran más efectivos que los del bárbaro.
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