Si tuviera que elegir un favorito de entre todos los juegos rarunos que han podido pasar por Mega Drive, me sería muy difícil elegir, pero sin duda, uno de los posibles elegidos sería DecapAttack.
En esta aventura protagonizada por Chuck D. Head deberemos de superar todos los niveles que nos pongan por delante al más puro estilo plataformero.
El argumento nos presenta una isla con forma de esqueleto que ha sido tomada y separada por el malo malísimo de turno. Afortunadamente, el científico loco, el Dr. Frank S. Tein es todo un filántropo y enviará a Chuck D. Head a salvar la situación.
Hasta aquí todo normal, ¿no? Pues va a ser que no. Básicamente porque Chuck D. Head es una creación del científico loco, y no sólo eso, si no que en realidad es una momia descabezada con la cara en el pecho. Su diseño, sólo me atrevo a definirlo como siniéstramente encantador.
Y es que, como es lógico, el diseño del juego, tanto en personajes, escenarios y enemigos, tiene un cierto toque tenebroso. Pero al estilo de dibujos animados. Un estilo gráfico muy típico de la época, como caricaturizando a monstruos.
La jugabilidad aunque sea un típico plataformas, tiene algunas diferencias que logra darle una personalidad propia al juego. En primer lugar, aunque todas las fases siguen la dinámica estándar de “ve del punto A al B, y termina enfrentándote al final boss de turno”, digamos que tenían un factor “abierto”, y es que del punto A al B, no sólo se llegaba en línea recta, si no que podíamos elegir (o descubrir) distintos caminos para llegar al final de cada fase.
Por otro lado, el manejo del personaje también tiene cierto encanta. Que si de un lado al otro, que si el saltito de turno, que si ahora te ataco… ¡espera! ¿cómo ataca Chuck D. Head? Pues muy sencillo, “estirando” la cara. La cara, que tenemos en el torso, se estira para atacar a los enemigos. Además, también disponemos de otro tipo de ataque gracias a que somos un ser descabezado. En todas las fases, podremos recoger una calaveras que podremos usar de cabeza y de arma arrojadiza, la cual además, tiene un efecto boomerang que permite que termine volviendo a nosotros.
La dificultad del juego, aunque no es que se muy difícil precisamente, es bastante decente. Al menos, lo suficiente como que no vayamos a lo loco durante el juego y perder alguna vida tontamente.
En cada pantalla nos encontraremos con una cantidad bastante elevada de enemigos, que nos pondrán en más de una situación delicada. En los final bosses la dificultad es inherente, pero siendo suficientemente hábiles y aprendiéndonos sus modus operandi, podremos acabar con ellos.
Eso sí, cada vez que morimos, a pesar de que la dificultad no sea excesiva (pero sí progresiva), volvemos a empezar de nuevo la pantalla desde el principio. Así que cuidadito con dejarse matar fácilmente.
Sé que siempre suelo terminar los BitBack resumiendo que el juego es muy bueno y alabándolo mucho. En este caso, aunque puede que no sea uno de los juegos que perdure en la memoria colectiva, pero desde luego, estoy convencido de que este juego no merecía caer en el pseudo-olvido en el que se encuentra. Es divertido, resultón y nos tendrá entretenidos durante un buen tiempo, ¿qué más se le puede pedir?
Por cierto, como curiosidad, DecapAttack es una conversión del juego japonés Magical Hat. Ese juego estaba basado en un anime japonés que por tema de licencias y similares no podía salir de las fronteras niponas. Así que SEGA le dio un lavado de cara tan radical que terminanos recibiendo al siniestramente cómico Chuk D. Head en lugar de a un jovenzuelo con un turbante mágico.
