Si hay algo que siempre me ha gustado del cine y el teatro es cuando el personaje de turno rompe la cuarta pared, esa ficticia pared que le separa de los espectadores. Los medios más típicos en los que solemos ver este recurso es en cine y teatro, y alguna vez en cómic, donde el máximo exponente es Deadpool, pero en muy pocas ocasiones lo hemos visto en videojuegos. Pero entonces, llegó Comix Zone dispuesto a comerse el mundo.
Al encender nuestra Mega Drive, nos poníamos en la piel de Turner, un dibujante de cómics inmerso en la creación de su nueva obra, The Comix Zone. Pero un accidente cambió el devenir de los acontecimientos (¡uy! que fisno me ha quedado). Un rayo cae sobre el edificio en el que está trabajando Turner, impactando directamente contra su obra. Este hecho provoca que Mortus, el villano del cómic, consiga cruzar esa cuarta pared, materializándose en la realidad. Y haciendo que Turner se convierta en un personaje de cómic. Para conseguir convertirse en un ser de carne y hueso, Mortus debe acabar con Turner en el cómic. Y os puedo asegurar que lo intentará destarudamente.
El juego nos presenta un desarrollo y jugabilidad 100% arcade y directa. El juego es pura acción. Algunos dirán que es un beat’em up, otros que una especie de brawler, sin embargo, por su frescura y dinamismo, habría que definir un estilo propio.
Simplificándolo mucho, es un juego de acción, simplemente perfecto. En el que tenemos que avanzar en cada pantalla, derrotando enemigos hasta alcanzar al final boss de turno y pasar a la siguiente pantalla. Pero he aquí la principal diferencia de Comix Zone con otros juegos. Las pantallas, son hojas de cómic. Hojas, con sus respectivas viñetas.
Esta característica nos brinda una gran alternativa a lo conocido hasta entonces. Los espacios en blanco entre las viñetas, en muchísimas ocasiones, nos permitirán interactuar con ellos. Y es que, de normal, actuarán de barreras, teniendo que averiguar cómo (e incluso cuando) romperlas para poder seguir avanzando.
En muchos casos, la manera de poder atravesar esos espacios en blanco será abalanzando a un enemigo, tras golpearlo varias veces, que al chocar contra el espacio en blanco lo romperá. O simplemente, golpeándolo dicho espacio. Aunque en la mayoría de los casos, deberemos usar distintos objetos del entorno (o mejor dicho, de la viñeta) en que nos encontremos, y así, poder destruir ese espacio en blanco y seguir avanzando.
A pesar de ser acción pura y dura, el juego también bebe bastante de los juegos de plataformas. Algo lógico en cualquier juego en el que tengamos que saltar precipicios, salvar obstáculos… y entre mamporros y saltitos, también nos encontraremos con una buena ración de puzzles. No es que sean especialmente numerosos o difíciles, pero los tendremos presentes en su justa medida. Y lo más importante, que aunque no sean difíciles, su mala resolución puede llegar a dejarnos más que vendidos. De hecho, hay un par que si no los resuelves bien, ya no puedes seguir avanzando, por lo tanto, la única solución que te queda es darle al RESET y volver a empezar.
Pero, ¡tranquíiilos! Que no todo van a ser dificultades. Durante el juego, dispondremos de la ayuda de la fémina de turno, Alissa, la cual nos irá dando pistas y ayuda para poder seguir avanzando en nuestra aventura, ya sea diciéndonos como coger atajos o como enfrentarnos a un reto o enemigo. De hecho, nada más empezar el juego, y contarnos lo malo malísimo que Mortus, nos dará tres objetos, un cuchillo, una bebida recuperadora de vida (perdón, pero no se me ha ocurrido ninguna palabra breve para definir ese objeto, así soy yo) y una carga de TNT.
Porque claro, no os lo he contado pero durante el juego podremos hacer uso de ciertos elementos, la mayoría de ellos ofensivos, para enfrentarnos a lo que se nos ponga por delante. El más curioso de todos es nuestra querida rata mascota (por lo visto lo de los gatos o perros es muy mainstream), la cual nos ayudará de distintas formas, atacando enemigos, activando switchs que para nosotros son inalcanzables… y luego los hay más típicos que nos servirán para recuperar vida y otros como el cuchillo o la carga de TNT que nos servirán para atacar enemigos y/o elementos del entorno.
La estética del juego, como cabría esperar, está inspirada totalmente en los diseños y dibujos típicos de los cómics de superhéroes, muy al estilo de Marvel o DC. Esta característica gráfica ayuda a que seamos capaces de “creernos” la esencia cómic del juego. Además de llenar de colorido la pantalla, ya que no os podéis imaginar el sumo cuidado con el que está diseñado cada uno de los píxeles que componen nuestro protagonista, los enemigos y todos los escenarios/viñetas. Desde luego, el trabajo hecho en este aspecto, estaba (y sigue estando) muy por encima de la media.
Este estilo también está presente en los objetos que podremos usar durante el juego, ya que están diseñados como si estuvieran dibujados al carboncillo. Es decir, que están dibujados pero no coloreados. Todos los objetos están dibujados en escala de grises. Al más puro estilo de los cómics clásicos.
E incluso, para que veáis hasta donde llega esta esencia, en muchas ocasiones, en viñetas donde no hay enemigos, veremos aparecer la mano de nuestro enemigo portando un portaminas con el que empezará a dibujar enemigos dispuestos a acabar con nuestra vida.
Y es que, escrito todo esto, sólo me queda decir que por mucho que hayáis jugado a videojuegos basados en licencias de cómics o a videojuegos basados en películas basadas en licencias de cómics, ningún juego como este os ayudará a sentiros como dentro de un cómic. Comix Zone es divertido, entretenido, inmersivo… y un montón de osas más acabados en -ido o -ivo.
Desempolvad YA vuestras Mega Drive‘s, que los mutantes de lápiz y papel, están pidiendo guerra.