HBO vuelve a demostrar la calidad de sus producciones originales con Big Little Lies, su nueva e intrigante miniserie encabezada por un reparto de lujo.
El dinero no da la felicidad. ¿Cuántas veces habéis escuchado esa frase? Seguro que miles, y pocas veces nos lo creemos. Big Little Lies, la nueva miniserie de HBO que se estrena el próximo lunes 20, viene a demostrar lo cierta que es esta afirmación, con unas protagonistas que tienen tanto dinero como infelicidad en su vida. Vamos, que los ricos también lloran, y además esconden oscuros secretos tras tanta apariencia de perfección.
Big Little Lies gira en torno a la vida de tres mujeres: Madeline, Jane y Celeste. La serie trata sobre la relación con sus hijos, los problemas de su ambiente familiar y su vida aparentemente perfecta, que esconde algunos secretillos. Y, sobre todo, las grandes mentiras que se suelen contar de cara al público para ocultar lo que verdaderamente estamos sufriendo.
Una atmósfera inquietante
Lo que más destaca en Big Little Lies, a simple vista, es su atmósfera inquietante y misteriosa. Durante cada capítulo tienes la sensación de que va a pasar algo malo, de que todo va cuesta abajo y sin frenos. Pero aún así lo disfrutas, por ese morbo que da observar las desgracias ajenas mientras te comes un cubo de palomitas. La serie empieza con un asesinato, pero no sabes quién es la víctima ni quién la ha matado. ¿Estará alguno de los protagonistas en uno de los dos papeles? Me temo que hasta el final no se resolverá esta incógnita, pero ya engancha lo suficiente como para querer seguir viéndola.
Otro punto fuerte de la serie es que trata problemas tan reales como la vida misma, ya que, a pesar de la vida aparentemente idílica de algunas de las protagonistas, se tocan temas como las inseguridades, la difícil relación con los hijos y los maridos e incluso la violencia doméstica. Por este motivo es fácil identificarse con estas mujeres, tan lejanas y tan cercanas al mismo tiempo.
La forma de contar la historia es un poco liosa, pero enseguida se le pilla el truco. La serie está contada en dos tiempos, el pasado y el presente. La vida de Madeline, Celeste y Jane que se nos va mostrando va siendo narrada por todos sus conocidos, que están siendo interrogados por la policía en el presente a causa del asesinato que abre el primer episodio. Una famosa producción que utiliza esta forma de narrar es la primera temporada de True Detective, donde el personaje de Matthew McConaughey cuenta su historia mientras es interrogado por la policía, intercalando imágenes del pasado con el presente.
Las protagonistas pueden parecer odiosas y repelentes al principio, y tal vez lo son. Sobre todo hablo de Madeline, Celeste y otras más secundarias como Bonnie y Renata, unas mujeres ricas tan presumidas, falsas, presuntuosas y cotillas que al principio pensarás «¿por qué tengo que aguantar esto?». Pero no es oro todo lo que reluce, y según vaya avanzando la serie veremos que las apariencias engañan y que estas mujeres esconden mucho más de lo que aparentan. Es muy interesante ver el contraste entre su vida familiar y pública, y descubrir que tras esa fortaleza que demuestran ante los demás se esconden unas mujeres con muchísimas inquietudes y grandes problemas.
Para contrarrestar un poco el mundo de lujo y falsedad tenemos a Jane, una madre joven recién llegada a la ciudad con una vida mucho más sencilla y modesta que el resto de protagonistas. Esta también presentará una trama bastante intrigante, dando la sensación de que su pasado esconde algo inquietante.
Un reparto de lujo
Lo primero que llamará la atención a todo aquel que se fije en Big Little Lies es su lujoso reparto, que cuenta con algunas ganadoras del Oscar entre sus nombres. Las protagonistas son Reese Witherspoon, Nicole Kidman y Shailene Woodley, que interpretan a Madeline, Celeste y Jane, respectivamente. Entre los secundarios encontramos además a Laura Dern, Alexander Skarsgård, Adam Scott y Zoë Kravitz.
Como podéis ver el reparto es muy femenino, relegando a los hombres a papeles secundarios (que también tienen importancia dentro de algunas tramas, ojo). La interpretación de ellas y ellos es sublime, y sobre todo destacaría a Witherspoon y Kidman. Ambas están perfectas en sus papeles, y podríamos decir que interpretan dos roles en la serie: el público, que representa a una mujer exitosa con una vida perfecta, y el privado, donde se revela su verdadera vida y la atmósfera real en la que viven.
No me olvido de los niños, que también juegan un papel importante en la serie protagonizando sus propias tramas. Ziggy (Iain Armitage), Chloe (Darby Camp), Amabella (Ivy George) y los gemelos Josh y Max (Cameron Crovetti y Nicholas Crovetti) son toda una sorpresa interpretativa. Los niños pueden ser un problema en las series, ya que a veces pueden pasarse de repelentes (me viene a la mente Henry de Erase una vez, que tortura de crío), pero los de Big Little Lies son básicamente adorables. Además de ofrecer grandes interpretaciones son más majos que las pesetas, y enseguida se les coge cariño (sobre todo a Chloe y Ziggy).
Un inicio con bastante gancho
El primer capítulo empieza con mucha fuerza y sentando todas las bases de lo que nos espera en Big Little Lies. Tras verlo es prácticamente imposible no querer saber más acerca de la vida de estas mujeres y sus familias. Lo que más intriga por encima de todo es el asunto del asesinato, sobre todo porque aún no sabemos qué tiene que ver con las protagonistas. Es probable que la fuerza del primer episodio se pierda un poco en el segundo, con un ritmo más lento y menos acontecimientos, pero la atmósfera de agobio y la sensación de «uy, la que se va a liar» acompañan a la serie durante cada capítulo.
Tengo que decir que, a pesar de que la serie me ha sorprendido para bien, no es para todos los públicos. Es probable que el tono de «culebrón» o telefilm de fin de semana tire a más de uno para atrás. Y es que no estamos ante una serie trepidante, la acción es prácticamente nula, aquí todo se desarrolla de forma lenta y reparando en cada detalle. Me recuerda a películas como Perdida, de David Fincher, que no gustó a algunos espectadores por su ritmo lento (algo que yo no veo como un defecto, pero es subjetivo).
Big Little Lies es una serie que se centra sobre todo en los personajes. Ayudándose de la trama del misterioso asesinato, su intención es que lleguemos a conocer a fondo a sus protagonistas, profundicemos en sus vidas y nos identifiquemos con ellas. Y el resultado es una notable producción, que puede que no pase a la historia pero vuelve a situar a HBO como uno de los canales con mejores contenidos de la televisión actual.
HBO España estrenará en exclusiva el primer episodio de Big Little Lies el próximo 20 de febrero.