¿Te imaginas un musou con las cualidades típicas del género pero mucho más visceral y bruto que de costumbre? Pues de eso va Berserk and the Band of the Hawk.
El género del musou está, por así decirlo, bastante bien. En los últimos tiempos hemos visto cómo el género nos ha ido invadiendo poco a poco, con los Dynasty Warriors por bandera, pero con otras franquicias con sus adaptaciones como One Piece Pirate Warriors o el propio Hyrule Warriors.
Si a esto le añadimos un futuro prometedor, con juegos como Dinasty Warriors 9, Dragon Quest Heroes 2, Fire Emblem Warriors o este mismo Berserk and the Band of the Hawk, no podemos decir que tengamos queja si somos fans del estilo mata-mata. Así que vamos a centrarnos en este último que es el que hemos podido probar y disfrutar.
La historia del juego no es muy alocada y complicada pero sí que sigue el guión del manga. Para los que no lo sigáis demasiado, Guts, nuestro protagonista, es un mercenario que entra en una banda, llamada La Banda del Halcón. Y no puedo decir más, porque no quiero arruinar la experiencia a todos aquellos que entren vírgenes a jugarlo.
Berserk and the Band of the Hawk destaca sobre todo por su gameplay. Es un musou al uso. Es decir, cientos de enemigos rodeándonos, extenso mapeado, leches a mansalva y muchas y diferentes misiones secundarias a lo largo de las etapas de juego.
Pero como toda nueva entrega del género, el título ofrece algunos elementos que no son inherentes al género. No serán los más novedosos, pero sí que es cierto que inventa algunas cosillas apenas antes vistas.
Lo primero es la visceralidad. Berserk es un juego violento, como lo es su historia original. Matar a los enemigos hará que el campo se empape de sangre y, para qué mentir, nos llenará de satisfacción. Sin embargo, este matiz es, desde mi punto de vista, algo engañoso, porque hay mucha sangre pero no hay desmembramientos.
El contenido original de Berserk tenía de todo (Guts amputaba miembros a sus enemigos, con eso digo todo), por lo que creo que aquí hay un fallo de fidelidad que seguramente viene dado por el público al que va finalmente orientado y las calificaciones por edades. Pero… es que Berserk es eso.
A pesar de todo, mola bastante cuando estás combatiendo con hordas de enemigos y despachas a todos con la Matadragones. Los combos son muy limitados pero muy espectaculares. Al encadenar varios golpes y muertes, llenaremos un medidor que desatará toda la ira de nuestro personaje, haciéndole más fuerte que Popeye en un campo de espinacas.
Otra cosa molona es el anime. En muchos musou se utilizan escenas animadas a modo de cinemáticas para separar el fin de un capítulo con el inicio de siguiente: Berserk se permite hacerlo entre las propias misiones para dinamizar la mecánica del juego. ¡Ah! Y el anime mostrado es el nuevo, no escenas recicladas de hace la pera de años.
Básicamente eso es lo más llamativo que he visto del juego. Berserk and the Band of the Hawk es un buen juego musou, muy espectacular y muy visceral. Habrá que catar el producto final, ver su fidelidad a la serie (que de momento me ha parecido algo limitada en cuanto a violencia), duración, manejo de otros personajes… Pero de momento, visto lo visto, con sus combos y sus mapas, pinta bien.