Con una fórmula de «más y mejor, aunque algo insuficiente» se puede resumir el avance de Splatoon 2. ¿Listos para colorear?
Qué raro resulta agrupar a un puñado de calamares para que se lancen pintura y llenen zonas de color. Si atendemos a la fisiología del animal, no sería tan raro: bien es sabido que escupir tinta es uno de los mecanismos de escape de estos animales ante una amenaza. Tinta que, por cierto, descansa en su sifón. Pero si queréis enteraros de este avance de Splatoon 2, justo antes de que salga a la venta, toca hacer varias cosas Sustituid el color negro por el amarillo, el verde o el morado. También el sifón por un rodillo gigante, dos pistolas o una especie de granada de fragmentación. Ah, y la estrategia: en vez de pintar para escapar, pintamos para derrotar.
Pinta y colorea en modo difícil
Soy uno de esos jugadores que no tuvieron Wii U en su día, con todas sus consecuencias. No pude jugar Splatoon, el primero. La temática era (es) atractiva, desde luego: rechazando las dinámicas convencionales del shooter, Nintendo se centra(ba) en una variante diferente, volcada a volcar toneladas de pintura sobre un mapa, cualquiera que sea. El objetivo no era (es) otro que manchar con tinta más paredes, suelos y superficies del mapa que el rival. Si impregnábamos de pintura al enemigo directamente, caía (cae) eliminado. Un título protagonizado por simpáticos calamares y no personas donde las balas eran (son) botes de pigmento sin duda es atractivo.
Tras ver una ingente cantidad de vídeos del Splatoon original, leer el análisis pero, insisto, no jugarlo, no puedo evitar sentir algo de pena en el cuerpo. La segunda entrega es divertidísima, es una fórmula sencilla de «más y mejor». Esas comillas no están ahí simplemente porque sí. Son casi irónicas. Tras jugar para hacer el avance de Splatoon 2 me ha quedado la sensación de que este juego peca de continuista. El aumento de armas, de mapas y de personajes puede resultar insuficiente para los jugadores más exigentes y que más horas le hayan echado al primero. Aunque quizá estos encuentren esa diferencia fundamental en Salmon Run.
https://www.youtube.com/watch?v=QfkIP-3nulI
Hordas y hordas de pigmentación
Hablo de él porque es lo que he podido probar, no ese Modo Historia tan solicitado por todos. Salmon Run es un modo inédito, aunque algo típico en los shooters en general. Se trata de un clásico modo horda pero maquillado con, cómo no, capas de pintura que se van superponiendo. Cuatro calamares deberán aunar fuerzas para derrotar a enemigos finales que soltarán huevos una vez caigan derrotados. Estos huevos han de ser depositados en una cesta. Puede parecer una tarea sencilla, pero cuando cientos de criaturas buscan embadurnarte de verde, truncando tus deseos, no lo es tanto. La cooperación resulta fundamental y la dificultad es endiablada. La exigencia es máxima y la cooperación, indispensable.
Técnicamente el juego luce bien, aunque no se esgriman grandes mejoras con respecto al primer juego. La estética toon que se marca Splatoon es la que es. Pero fuera de los gráficos sí había algo chirriante. El movimiento de Switch determinaba la posición de la cámara, no el joystick derecho como suele ser habitual. Yo, acostumbrado a los shooter con mando tradicional, me las vi negras para enfocar decentemente. Es de suponer que se podrá editar, pues no parece que eso siga presente con la consola en el dock. Pero a saber.
Conclusión
Contrariado. Esa es la palabra que ronda por mi prominente cabeza tras escribir este avance de Splatoon 2. Es un juego muy divertido. De no haber tenido Wii U parece casi obligatorio adquirir este colorido título; en caso contrario, quizá te interese por el salto generacional y las novedades presentadas, pero no resulta revolucionario en planteamiento. Aunque solo con los accesorios ya debería convenceros para adquirirlo, admitámoslo.