Avance de Las chicas del cable

En Guiltybit hemos podido ver un pequeño avance de Las chicas del cable. Os contamos las claves de esta primer serie española de Netflix.

Hace tan solo dos años de la llegada de Netflix a España. Con ella un sinfín de series originales han invadido nuestra vida. Desde los esperadísimos Defensores hasta series tan reveladoras como House of Cards u Orange is the New Black. El último pelotazo de la web ha sido 13 reasons why o por trece razones en su nombre en español. Quizás por esto la primera serie española original de Netflix se puede haber visto un poco eclipsada. Nosotros hemos podido ver un avance de Las chicas del cable  y os contamos las claves de la serie.

Con grandes actores de renombre como Concha Velasco y actores nacionales que no pasan desapercibidos para nadie como Yon González, Blanca Suárez, Martiño Rivas o Maggie Civantos. Que por nombres puede que no os suenen, pero si os digo que fueron Iván, Julia y Marcos de El Internado y la siempre polifacética Macarena de Vis a Vis ya os va sonando más, ¿verdad? Y es que Netflix no ha querido prescindir de actores archiconocidos para el público español en su primera serie nacional.

Una lucha por la independencia

Nos vamos a encontrar en 1929, con la creación del edificio más grande hasta la fecha de Madrid. Ocupado por la única compañía telefónica de la época. Este será el eje central de la historia y todo lo que ocurra será partiendo de la base de este acontecimiento. De primeras, veremos las 4 historias de nuestras protagonistas. Cómo han llegado a dónde están, qué les mueve o cuáles son sus problemas cotidianos serán cosas que veremos en cada episodio. Que esto no os desanime, porque no habrá nada mal ubicado, y cada escena tendrá un porqué que se irá hilando con el tiempo.

En este avance de las chicas del cable, las protagonistas verán enfrentados sus deseos más personales con su afán de independencia tan impropio en los años 30. Por ello, deberán elegir entre el amor (de varios tipos, además) o la ambición. Y no solo eso, porque ser una mujer luchadora e independiente en esa época no traía precisamente alegrías. Esto significa que su situación les podrá traer más de un quebradero de cabeza.

Una caracterización casi sin fallos

Tanto los escenarios como el vestuario están muy cuidados y colaboran a una buena ambientación de principios del siglo XX. Esas ropas con flecos, los sombreros tan… ajustados. Por no hablar de esos uniformes azules tan sosos. Pero eh, para gustos, colores. Lo que sí está claro es que la caracterización de los personajes cumple perfectamente con su objetivo.

No así la música, pues creo que elegir música actual para acoplarla a la trama como si se estuviera oyendo en la misma serie no es lo más acertado para sumergir al espectador en los años 30. Aun así, no escasean canciones de la época o, al menos, canciones que suenan como si fueran de la época.

Mención especial, por supuesto, al cuidado trabajo de los actores a la hora de representar sus papeles. Pues no es fácil, a veces, hacer papales con un trasfondo como el que se puede observar en la serie. Ya sea con personajes con una amabilidad desmesurada y una timidez entrañables; personajes con oscuros secretos que se esconden bajo una máscara de indiferencia o, incluso, personajes vivarachos y con desparpajo que alegran cada entrada en escena.

Sin duda esta serie nos ha dejado un buen sabor de boca, y esperamos ansiosos los próximos capítulos para continuar sabiendo qué le ocurrirá a estas 4 chicas y a todo el elenco de personajes que las rodean. A ellas y a este edificio de comunicaciones donde parece que todo puede pasar.